El destructor estadounidense USS Donald Cook ha llegado este martes a la base de Rota, en la región autónoma de Andalucía (España), como parte del plan del escudo antimisiles de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) para defender al bloque europeo.
Según la OTAN, el buque, que está equipado con interceptores antimisiles Aegis, partió el 31 de enero del puerto oriental de Norfolk (EE. UU.).
“Por primera vez, un navío de la Navy estadounidense equipado con el sistema antibalístico Aegis está basado de forma permanente en Europa”, ha anunciado el secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, en un comunicado publicado en Bruselas (Bélgica).
Este es el primero de los cuatro barcos que se desplegarán en la zona hasta 2015, a fin de realizar operaciones en el mar Mediterráneo y el norte de África.
Una vez desplegados los cuatro buques, la base española se convertirá en la instalación europea con mayor cantidad de militares estadounidenses.
Ante esta situación, el Gobierno de Rusia ha rechazado la medida, alegando que la expansión del llamado escudo antimisiles podría violar el Tratado de Armas Ofensivas (Start), firmado entre Moscú y Washington en 2010.
“Nos preocupa que EE. UU. siga aumentado su capacidad defensiva de misiles sin tener en cuenta los intereses y preocupaciones de Rusia”, así lo había afirmado con fecha anterior el director del Departamento para Seguridad y Desarme de la Cancillería rusa, Mijail Ulianov.
Mientras el Gobierno español ha puesto en marcha el programa Welcome to Rota para recibir a esas embarcaciones, tanto los partidos opositores como el pueblo español están en contra de este despliegue, pues lo consideran una seria amenaza.
La masiva presencia de efectivos y armamento en las bases andaluzas, argumentan los opositores, convierten la zona en un blanco militar internacional, además, los pobladores de zonas colindantes a estas instalaciones se ven sometidos a todo tipo de riesgos.
OTRA HUMANIDAD ES NECESARIA
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