El ministro del Interior, Jorge Fernández
Díaz, ha reconocido que su departamento ha mentido durante una semana
al admitir que los agentes desplegados en la frontera de Ceuta sí
utilizó pelotas de goma contra los inmigrantes que estaban en el agua.
El departamento que dirige primero aseguró no haber actuado contra los
subsaharianos y, ante los testimonios que acusaban a la Guardia Civil de
haberles atacado, Interior reconoció que sí empleó material
antidisturbios para “repeler” la violencia de los inmigrantes, pero
siempre sostuvo que no fue en el agua, donde al menos once personas
perdieron la vida. Fernández Díaz ha negado que se disparara a los
inmigrantes desde las embaraciones de la Guardia Civil y ha matizado que
fueron “pelotas de goma, desde tierra, nunca desde el mar, nunca sobre
la valla y nunca sobre las personas”.
Durante su comparecencia en la Comisión
de Interior del Congreso, Jorge Fernández Díaz ha admitido que la
Guardia Civil creó una “barrera disuasoria” para evitar que los
subsaharianos llegaran a España a nado. “Las acciones de contención y
rechazo llevadas a cabo por la Guardia Civil lo fueron por el empleo
racional de medios antidisturbios reglamentarios, siempre en aguas
nacionales, por personal instruido y siguiendo los criterios de
oportunidad, congruencia y proporcionalidad, por lo que quedan
enmarcados en el uso legítimo de la fuerza”, ha expresado el ministro.
Finalmente, el ministro ha reconocido no solo que se dispararon pelotas
de goma, sino también “cartuchos de proyección (de fogueo) que solo
hacen ruido y fumígenos que no funcionan en el mar”. Según su versión,
se pretendía “delimitar la imaginaria línea fronteriza que marca el
espigón” y el ataque con antidisturbios tenía objetivos “disuasorios”
para que esas personas no pasaran a aguas españolas.
“La zona de impacto siempre correspondió a aguas españolas lejos de donde se encontraban los inmigrantes sin que ninguno fuera alcanzado por la Guardia Civil”, ha señalado el titular de Interior, que ha explicado que se disparó a una distancia de 25 metros de donde se encontraban los inmigrantes y que los ataques impactaron en aguas españolas. También ha asegurado que no existe relación de “causa-efecto” entre el uso de material antidisturbios en el agua y el fallecimiento de los inmigrantes. “Se actuó con total profesionalidad y sin improvisación en el uso de material antidisturbios”, ha apuntado.
El ministro ha insistido en que las
muertes se produjeron en “aguas marroquíes”. Además, ha subrayado que
las autopsias han revelado que las muertes se produjeron por “inmersión”
sin que haya indicios de “violencia en los cuerpos”. Fernández Díaz
considera que estas personas se ahogaron como consecuencia de la
“avalancha humana” y no del procedimiento de actuación de los cuerpos y
fuerzas de seguridad del Estado, que ha denominado como “sistema de
impermeabilización de la frontera”.
Devoluciones en caliente
Fernández Díaz ha explicado que un grupo
de 23 inmigrantes consiguió “acercarse a la barrera” creada por los
agentes. “Se dio la orden de cesar el lanzamiento de medios para que no
alcanzara a los inmigrantes. Esa parte llegó a la parte española de la
playa, algunos auxiliados por la Guardia Civil”, ha dicho antes de
admitir que, pese a estar en territorio español “se hicieron cargo de
ellos las autoridades marroquíes”.
El ministro ha dado validez a las
explicaciones de la Guardia Civil, que aseguraron no haber vulnerado la
legislación al devolver a los inmigrantes a Marruecos una vez que habían
pisado suelo español. Un portavoz del instituto armado dijo a
eldiario.es que hasta que no se sobrepasa el cuerpo de los agentes no se
consideraba que estuvieran en suelo español. En esa misma línea se ha
expresado el titular de Interior, que dice que no puede considerarse una
“devolución en caliente” porque los extranjeros no llegaron a superar
el cordón que desplegaron en la orilla los agentes de la Guardia Civil,
delimitando el territorio nacional ante el supuesto riesgo que supondría
hacerlo en el agua. Defiende que no habían entrado en España y que por
eso la devolución a las autoridades marroquíes no vulnera la Ley de
Extranjería.
Dado que la Ley de Extranjería no
menciona la posibilidad de sustituir la frontera por una cadena humana
de agentes, el ministro sostiene esta afirmación amparándose en “una
interpretación de la ley” que lleva aplicándose desde 2005, debido a las
circunstancias concretas de la frontera de Ceuta -delimitada por un
espigón en su zona costera-.
Tras reconocer que los agentes dispararon
para evitar que los inmigrantes se acercaran a España a través del mar,
el ministro ha negado que la Guardia Civil incurriera en un delito de
omisión de socorro a las personas que se ahogaron: “En ningún momento
hubo omisión de auxilio de la Guardia Civil. Estuvieron en todo momento a
disposición de las autoridades marroquíes”, ha señalado.
“España no empieza donde quiera la Guardia Civil”
La comparecencia del ministro no ha
convencido a los grupos de la oposición, que le han recriminado las
sucesivas versiones oficiales sobre la tragedia en Ceuta. En el “colmo
de los despropósitos”, ha argumentado el socialista Antonio Trevín, la
Guardia Civil ha difundido un vídeo que ha resultado “ser un montaje”.
Los grupos parlamentarios han insistido en que serán los tribunales
quienes determinen si se actuó de acuerdo a la legalidad porque “el tema
está judicializado”, ya que varias ONG han presentado una denuncia a la
Fiscalía General del Estado en la que recogen todas las acusaciónes de
los inmigrantes y los vídeos y declaraciones que, poco a poco, han ido
probándolas.
También han rechazado que los agentes
dispararan material antidisturbios en vez de socorrer a las personas que
perdieron la vida en el agua, como algunos supervivientes denunciaron
en conversaciones con este periódico. “Alguien tendrá que tomar
responsabilidades”, le ha espetado el PSOE, en relación al director
general de la Guardia Civil, sobre el que Izquierda Unida ha pedido
directamente su destitución, después de que Fernández de Mesa anunciara
este miércoles que presentará querellas contra todos los que hayan
injuriado al instituto armado por su actuación en la tragedia de Ceuta.
Otro de los puntos que han recriminado ha
sido la “interpretación legislativa” que ha hecho el ministro el punto
geográfico en el que comienza a España. “¿Donde empieza a España? ¿En la
segunda valla o el primer guardia civil? ¿Y si de aquí a la junquera no
hay un guardia civil, no ha empezado España?”, se ha preguntado el
diputado Ricardo Sixto antes de sentenciar: “España no empieza donde
quiera la Guardia Civil”.
En esa misma línea, el PNV ha asegurado
que no solo se vulneró la ley de extranjería sino también el Convenio
Europeo de Derechos Humanos, que prohíbe específicamente las
“expulsiones sumarias y colectivas”. El diputado Emilio Olabarría ha
asegurado que la jurisprudencia del Tribunal Constitucional deja claro
que hay que proteger los derechos y deberes de las personas inmigrantes
no solo cuando estén “en España en sentido estricto” sino también cuando
están “bajo sometimiento” de una institución del país. “Se ha producido
un acto ilegal. Sus autoridades han cometido un acto ilegal,
incuestionablemente ilegal”, ha sentenciado Olabarría.
Fernández Díaz ha respondido que
corresponde a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado la “custodia
de costas y fronteras para impedir la entrada de inmigrantes
irregulares” en el territorio español. “Por razones humanitarias se
retrotae la línea fronteriza marítima a la lengua de la playa”, ha
defendido el ministro, que sostiene que si la protección de la Guardia
Civil se hubiera llevado a cabo “en la línea fronteriza marítima” se
hubiera puesto “en riesgo” la vida de las personas inmigrantes que
estaban en el agua. El titular de Interior ha matizado que el cuerpo
internacional que se encarga de la protección de las fronteras “no puede
convertirse en una agencia para el salvamento y rescate”.”Es evidente
que se va a hacer eso si es necesario, pero no es el objetivo. Porque
sería un efecto llamada para las mafias”, ha sentenciado.
Una de las conclusiones del ministro para
evitar en el futuro tragedias como la que sucedió el 6 de febrero en
Ceuta es la ampliación de la frontera marítima. “Es nuestra obligación
ejercer una custodia eficaz de la frontera porque la entrada de
cualquier persona afecta al conjunto de la UE”, ha defendido Fernández
Díaz, que también ha anunciado que se va a llevar a cabo la
“prolongación del espigón del Tarajal y una renovación del puesto
fronterizo” como parte del refuero de la “lucha contra la inmigración
irregular”.
Fernández Díaz ha evitado pronunciarse
sobre si dimitirá o comparecerá en el Congreso si se difunden nuevos
hechos que contradigan esta última versión, tal y como ha solicitado la
oposición, y se ha escudado en que ha manifestado todo lo que sabe a
partir del “exhaustivo informe” que le ha trasladado la Guardia Civil.
“Lo que yo les traslado es el informe de la Guardia Civil. Yo no estaba
en el lugar de los hechos”, ha apuntado.
Fuente: El Diario
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