10.02.2014
Cristina de Borbón ha negado saber absolutamente nada acerca de la gestión de Aizoon, empresa pantalla utilizada para desviar fondos públicos malversados a través del Instituto Nóos y de la que era copropietaria junto a Iñaki Urdangarin. Lo ha hecho en una larga declaración de más de seis horas, en la que se ha escudado en la «confianza» hacia su marido para responder evasivamente a las preguntas del juez.
La declaración de la infanta en los juzgados de Mallorca se ha
desarrollado según el guión previsto y con la línea de defensa apuntada
hace algunas semanas por sus abogados: Cristina de Borbón confiaba en su
marido, Iñaki Urdangarin, y firmaba todo lo que le pasaba sin saber
absolutamente nada sobre el origen ilícito del dinero de la empresa
Aizoon, cuya propiedad compartía al 50% con Urdangarin.
Según ha declarado en un receso el abogado de la acusación particular ejercida por Foro Cívico Somos Mayoría, Manuel Delgado, el 95% de las respuestas de la Infanta se han limitado a fórmulas como «no sé, no me consta o no lo conozco», pese a que la investigación judicial ha dado por acreditado que el dinero de Aizoon -proveniente de los fondos públicos malversados a través del Instituto Nóos- sirvió a los Duques de Palma para pagar todo tipo de gastos personales, desde viajes hasta la reforma de su palacete en el exclusivo barrio barcelonés de Pedralbes, pasando por el servicio doméstico.
El interrogatorio más exhaustivo lo ha realizado el juez instructor, José Castro, que ha tratado de averiguar el grado de conocimiento que la infanta tenía sobre la gestión de Aizoon, elemento clave para mantener su imputación. Sin embargo, a falta de conocer nuevos detalles acerca de la declaración, no parece que esta vaya a arrojar luz sobre las sospechas de Castro, que en el auto de imputación consideró que los delitos fiscales de Urdangarin difícilmente se pueden entender sin la aquiescencia de la infanta, por mucho que ella «mirase a otro lado». Cabe recordar, además, que el notario de la trama Nóos declaró ante el mismo juez que Cristina de Borbón tenía el 50% de Aizoon «para tener un escudo ante Hacienda».
Tras una pausa para comer, la infanta ha respondido a las preguntas del fiscal, Pedro Horrach, a las de la Abogacía del Estado y a las de sus propios letrados, sin que haya trascendido nada destacable. Nada extraño, teniendo en cuenta que estas tres partes se han opuesto públicamente a la imputación de la Infanta. Para acabar, y tal y como estaba ya anunciado, la infanta se ha negado a responder a las preguntas de las acusaciones particulares, ejercidas por el Foro vinculado a Julio Anguita, y por la organización ultra Manos Limpias.
Así las cosas, no es de extrañar que el abogado de la infanta, Miquel Roca -‘padre’ de la Constitución, amigo del rey y exdirigente de CiU-, se haya mostrado satisfecho por la declaración, que ha calificado de «ejemplar», asegurando que su clienta ha respondido durante más de seis horas a las centenares de preguntas que se le han realizado.
El juez Castro también ha abandonado los juzgados, sin realizar declaraciones a la prensa pero aplaudido por varias decenas de personas que se manifestaban contra la monarquía. En su mano está ahora analizar a fondo la declaración y decidir si mantiene la imputación. En contra tendrá, como hasta ahora, no solo a los abogados de Cristina de Borbón, sino a todos los resortes del Estado, empezando por la Fiscalía y la Abogacía del Estado.
Fuente: Gara
Según ha declarado en un receso el abogado de la acusación particular ejercida por Foro Cívico Somos Mayoría, Manuel Delgado, el 95% de las respuestas de la Infanta se han limitado a fórmulas como «no sé, no me consta o no lo conozco», pese a que la investigación judicial ha dado por acreditado que el dinero de Aizoon -proveniente de los fondos públicos malversados a través del Instituto Nóos- sirvió a los Duques de Palma para pagar todo tipo de gastos personales, desde viajes hasta la reforma de su palacete en el exclusivo barrio barcelonés de Pedralbes, pasando por el servicio doméstico.
El interrogatorio más exhaustivo lo ha realizado el juez instructor, José Castro, que ha tratado de averiguar el grado de conocimiento que la infanta tenía sobre la gestión de Aizoon, elemento clave para mantener su imputación. Sin embargo, a falta de conocer nuevos detalles acerca de la declaración, no parece que esta vaya a arrojar luz sobre las sospechas de Castro, que en el auto de imputación consideró que los delitos fiscales de Urdangarin difícilmente se pueden entender sin la aquiescencia de la infanta, por mucho que ella «mirase a otro lado». Cabe recordar, además, que el notario de la trama Nóos declaró ante el mismo juez que Cristina de Borbón tenía el 50% de Aizoon «para tener un escudo ante Hacienda».
Tras una pausa para comer, la infanta ha respondido a las preguntas del fiscal, Pedro Horrach, a las de la Abogacía del Estado y a las de sus propios letrados, sin que haya trascendido nada destacable. Nada extraño, teniendo en cuenta que estas tres partes se han opuesto públicamente a la imputación de la Infanta. Para acabar, y tal y como estaba ya anunciado, la infanta se ha negado a responder a las preguntas de las acusaciones particulares, ejercidas por el Foro vinculado a Julio Anguita, y por la organización ultra Manos Limpias.
Así las cosas, no es de extrañar que el abogado de la infanta, Miquel Roca -‘padre’ de la Constitución, amigo del rey y exdirigente de CiU-, se haya mostrado satisfecho por la declaración, que ha calificado de «ejemplar», asegurando que su clienta ha respondido durante más de seis horas a las centenares de preguntas que se le han realizado.
El juez Castro también ha abandonado los juzgados, sin realizar declaraciones a la prensa pero aplaudido por varias decenas de personas que se manifestaban contra la monarquía. En su mano está ahora analizar a fondo la declaración y decidir si mantiene la imputación. En contra tendrá, como hasta ahora, no solo a los abogados de Cristina de Borbón, sino a todos los resortes del Estado, empezando por la Fiscalía y la Abogacía del Estado.
Fuente: Gara
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