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jueves, 23 de enero de 2014

UN CAMARERO INTENTO ARRESTAR A TONY BLEAR POR CRÍMENES DE GUERRA





Twiggy García (en la foto), un joven camarero británico quiso detener al exprimer ministro del Reino Unido Tony Blair cuando éste cenaba con su familia en el Tramshed, un popular restaurante del este de Londres.
Según cuenta García a la revista digital Vice, el pasado viernes se armó un buen escándalo en la barra del Tramshed, cuando este camarero decidió arrestar al exlíder laborista por 'crímenes de guerra' al declarar la guerra a Irak en 2003, sin mandato de la ONU.
García explica que conocía el derecho al arresto ciudadano -por el que un particular detiene a un sospechoso o autor de un delito- tras haberse informado en la web ArrestBlair.org, que ofrece una recompensa por la detención de Blair.
El camarero le puso la mano en el hombro a Blair y le pidió que le acompañase a la comisaría de Policía más próxima para responder por "la matanza de civiles iraquíes tras llevar al Reino Unido a una guerra ilegal".
"Señor Blair, esto es un arresto ciudadano por un crimen contra la paz, concretamente su decisión de lanzar una guerra contra Irak sin provocación", le dijo, según el relato.
Lejos de amilanarse, el exprimer ministro le respondió con un rotundoNo, e intentó zafarse del camarero con una pregunta "¿no deberías estar preocupado por la situación en Siria?".
A esta primera cuestión Blair sumó una segunda para intentar llevar al rebelde García a su terreno: "¿no estás de acuerdo en que Sadam(Hussein) era un dictador brutal que tenía que ser derrocado?".
Pero Twiggy García estaba demasiado convencido de sus argumentos como para sentirse intimidado y replicó a Blair "No con una guerra ilegal".
El tiempo dedicado al debate dialéctico -con la mano de García sobre el hombre de Blair- tuvo como inconveniente que uno de los hijos de Blair fue a llamar al equipo de seguridad, por lo que el camarero decidió abandonar el local rápidamente, por lo que pudiera ocurrir, y no ha vuelto al trabajo desde entonces.
García fue un valiente, pero no el único. Se trata de la quinta vez que un ciudadano intenta detener por su cuenta a Tony Blair, quien sigue siendouna figura muy polémica en el Reino Unido por la guerra de Irak y supolítica exterior.
Según García, estos arrestos, aunque no fructifiquen y acaben siendo actos simbólicos, deben servir "para que la gente no s

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