27 de enero de 2014
Oleg Stepanenko
Traducido del ruso por
Josafat S. Comín
El presidente de
Bielorrusia mantuvo un encuentro con los directores de los principales medios
de comunicación de la república. Un diálogo sincero que se prolongó por más de
cinco horas.
Como cabía esperar, la
mayor atención recayó en las cuestiones relativas al desarrollo económico. Al
incidir en la ralentización de los tiempos de crecimiento del Producto Interno
Bruto (el año pasado fue de un 1,3%), Alexánder Lukashenko recordó que durante
un importante periodo de tiempo el país ha estado creciendo al 10-11% anual.
Ese éxito en el trabajo, nos llevó a emprender la modernización de una serie de
importantes empresas, de las que depende hoy el bienestar de Bielorrusia. Se ha
construido mucho y a precios bajos. Somos los únicos de todo el espacio
postsoviético que hemos superado en más del doble el nivel de producción de la
época soviética.
Después de unos
indicadores de crecimiento tan frenéticos, es natural que haya una caída en la
producción en cualquier país, lo que debemos aprovechar para hacer una
transición, no solo en los volúmenes, sino hacia un crecimiento cualitativo. La
pena ha sido que esto haya coincidido en el tiempo con la segunda oleada de la crisis
de nuestros principales proveedores y consumidores. Me refiero sobre todo a
Rusia y a los países de la Unión Europea. Es Rusia la que nos compra nuestros
camiones volquete “Belaz”. Allí la extracción de carbón en muchas minas se ha
detenido, y ya no se necesitan nuestros “Belaz”. Lo mismo ocurre en muchos
otros sectores. La caída de la producción en el país ha venido condicionada por
el hecho de que Rusia ha limitado el suministro de petróleo a las fábricas bielorrusas.
Además el fraude cometido por los antiguos directivos de “Uralcalii” nos ha
supuesto una merma de entre 1.550 y 1.700 millones de dólares.
En unas condiciones tan
difíciles, por no decir extremas, hemos conseguido salvaguardar la economía de
pérdidas irreparables. Y lo que es más importante, hemos podido seguir
garantizado el bienestar del pueblo. El año pasado los ingresos de la población
crecieron en más de un 17%. El crecimiento real con relación al 2010 ha
superado el 40%.
La mitad de las familias
tiene vehículo propio e incluso más de uno. En ese indicador también hemos
superado a la riquísima Rusia (en recursos. O.S.). Por cierto que en cuanto al
nivel salarial, si partimos de la paridad del poder de compra (es decir de la
cantidad de bienes y servicios, que se pueden obtener en cada país por 100$.
O.S.), Bielorrusia ocupa el primer puesto entre los países de la CEI.
El Estado ha seguido
garantizando la protección social de la población en una esfera de tan vital
importancia como es el paquete de servicios comunales (1). Una familia de tres
miembros, en la que dos trabajan, paga por los servicios relacionados con el
mantenimiento de la vivienda, en un piso de dos dormitorios, un 3% de sus
ingresos; Si son tres miembros, dos trabajan en la esfera pública y el tercero
no trabaja, los gastos no superan el 4%. Si son dos jubilados en un piso de dos
dormitorios, supone poco más del 5%: Eso es mucho menos de lo que toca pagar en
Rusia y en los países de la UE. Casi el 77% de los gastos derivados con los
servicios a la vivienda, se cubren a cuenta de los presupuestos públicos.
Con frecuencia, señaló Lukashenko,
recibimos críticas relativas a la deuda de Bielorrusia. Las comparaciones dejan
a cada uno en su sitio.
Nuestra deuda externa
(incluyendo la deuda de las empresas. O.S.) equivale al 50% del PIB.
En los EE.UU. es del 101%,
17 billones; en la Federación de Rusia es de 800 mil millones. La deuda de
Italia, Grecia, Irlanda, Portugal supera a su PIB anual. En cuanto a nuestra
deuda pública, especificó Lukashenko, apenas asciende al 18-19% del PIB, o lo
que es lo mismo, 12 mil millones de dólares.
El futuro desarrollo de la
economía bielorrusa vendrá avalado por su crecimiento cualitativo, propiciado
por la modernización. Se va a producir en varios sectores estratégicos. Las
grandes empresas, como por ejemplo “MTZ”, está previsto que puedan dotarse de
motores mejorados, transmisiones y demás componentes de fabricación nacional, para
liberarnos de la dependencia de las importaciones e introducir la modernización
en el menor plazo posible, en aquellos sectores que utilizan nuestras materias
primas. Gracias a ese proceso de perfeccionamiento, uno de los sectores que
mayores ingresos de divisas produce es el agroalimentario.
Está en marcha la
construcción y mejora de la maquinaria de producción en las empresas
relacionadas con la silvicultura. Los medios que se han invertido en la modernización
del complejo de Ivatsevicheski para la transformación de madera, se amortizarán
en tres años, en lugar de los siete previstos inicialmente. Otra de las
empresas que está previsto desarrollar será el combinado para la producción de celulosa de
Svetlogorsk, que se está construyendo con ayuda de las inversiones chinas. Con
el apoyo financiero de la RPCh, está previsto que se construyan varias industrias
papeleras como esa.
El año pasado,
contrariamente a los vaticinios de los “oráculos financieros”, pudimos evitar
la devaluación de la moneda. También lo impediremos en este año que comienza.
Esa confianza está motivada no solo por nuestras posibilidades económicas,
también por todas las propuestas crediticias que estamos recibiendo de nuestros
socios extranjeros. Vamos a garantizar el crecimiento de la producción sobre
una nueva base, cualitativa, así como una subida salarial en el sector público.
Al comentar los intentos
de la oposición bielorrusa de utilizar especulaciones interesadas sobre el
supuesto hostigamiento que sufre la lengua bielorrusa, a fin de exacerbar los
ánimos políticos, Lukashenko dijo: Es este un asunto politizado. El que quiera
hablar en bielorruso, que empiece por abrir un libro y se ponga a leerlo. La
lengua no es arma para la revolución. En el país, hemos obrado con sabiduría,
al no renegar de la lengua rusa.
En cuanto a Rusia, somos prácticamente
un solo pueblo. Cuando menos, venimos de un tronco común. En general, no
podemos tener unas relaciones más cercanas con nadie más.
Notas
El paquete de servicios
relacionados con la vivienda (ZhKJ, por sus siglas en ruso) es un término
soviético que se sigue empleando en la mayoría de países del espacio
postsoviético, y que engloba la mayoría de suministros y servicios de
mantenimiento que necesita una vivienda: suministro eléctrico, agua,
calefacción, suministro de gas, mantenimiento de ascensores, antenas,
pararrayos, recogida de basuras, telefonía fija, seguridad contraincendios,
reparaciones y mantenimiento de zonas comunes, desinfección, desratización,
zonas verdes aledañas, etc.
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