Emiliano Gómez Peces
Dolores Ibárruri Gómez “la Pasionaria”,
dirigente comunista española, nace en Gallarta (Vizcaya) en 1895 en el
seno de una familia minera, pobre y numerosa. Sus padres la emplearon en
una casa para hacer trabajos domésticos, a pesar de que deseaba seguir
la carrera de maestra. Dolores aprendió costura y fue una verdadera
adicta a la lectura, lo que le permitió adquirir una importante
preparación.
Desde que pasó a la acción con motivo de
la huelga general revolucionaria de 1917, Dolores Ibárruri fue
adquiriendo prestigio como oradora y articulista política. En 1918,
publica su primer artículo en el Minero Vizcaíno y lo firma con el
seudónonimo de La Pasionaria, de ahí que se le conozca por este nombre. A
sus 25 años se casa con el líder comunista Julián Ruiz. Su matrimonio
no fue muy feliz, debido a que él pasaba la mayor parte del tiempo en la
cárcel. Tuvo 6 hijos, de los cuales le sobrevivieron dos: Rubén y
Amaya, una de las trillizas.
Debido a sus experiencias en la cuenca
minera e impresionada por el triunfo de la Revolución bolchevique en
Rusia, Dolores Ibárruri participó junto con la agrupación socialista de
Somorrostro, de la que era miembro, en la escisión del PSOE que dio
lugar al nacimiento del Partido Comunista de España (PCE) en 1920,
llegando a formar parte de su Comité Central en 1930; en 1931 se
trasladó a Madrid para trabajar en la redacción del periódico del
Partido, Mundo Obrero.
Su activismo de luchadora incansable le
llevó a la cárcel por dos veces en 1931-33. Recién elegida diputada por
Asturias en 1936, la sublevación de los militares contra el gobierno de
la República acrecentó su carisma popular, al desplegar durante la
Guerra Civil (1936-39) una gran actividad de propaganda; su prosa
apasionada, sensible y coherente la convirtió en símbolo de la
resistencia y combatividad de la España republicana.
Ya durante la guerra ascendió al segundo
lugar en influencia dentro del partido, después de su secretario
general, José Díaz. Tras la derrota militar se exilió en la Unión
Soviética (1939-77), continuando su labor como representante de España
en la Internacional Comunista. Su hijo Rubén muere en la batalla de
Stalingrado, golpe del cual le cuesta recuperarse. A la muerte de Díaz,
en 1942, Pasionaria le sustituyó como secretaria general del PCE,
cargo del que sería desplazada por Santiago Carrillo en 1960; se
mantuvo, no obstante, en el cargo honorífico de presidenta del Partido.
Fue declarada doctora honoris causa por la Universidad de Moscú y galardonada con el premio Lenin para la Paz.
Dolores Ibárruri, a sus 80 años y tras
38 de ellos en el exilio, fuera de su tierra, regresa a España tras la
muerte de Franco y la transición a la democracia, resultando elegida de
nuevo diputada por Asturias (1977). Aquejada por problemas de salud,
abandonó pronto su escaño y se retiró de la política activa. La
Pasionaria murió en su ciudad natal, en 1989, poco antes de caer el muro
de Berlín, a la edad de 94 años.
Esta gran mujer es recordada por poetas
como Rafael Alberti, Antonio Machado o Miguel Hernández. Además, sus
múltiples publicaciones como Me faltaba España (1984), Pasionaria, la lucha y la vida (1985) y Memorias de Dolores Ibárruri (1977) dejan una digna huella de lo que fue su lucha por los ideales socialistas de igualdad y de justicia social.
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