28 diciembre, 2013
Lo que dijera el ya en las últimas rey
Borbón la pasada nochebuena en su tradicional e hipócrita discurso no
importa. De hecho, en uno tras otro, su verborrea apenas ininteligible,
no sabemos si solo por los efectos del alcohol o también por uno de los
habituales defectos físicos y mentales de su familia, se han concretado
en lugares comunes sin apenas contenido y que solamente intentaban (algo
que con los años ha ido consiguiendo cada vez menos) justificar su vida
como parásito a costa de los españoles.
Sin embargo, el discurso que realmente
muestra su verdadera cara de fascista y heredero del perturbado y
criminal dictador que pisoteó a los españoles durante cuatro décadas,
fue el primero que diera por televisión en la Navidad de 1975, recien
nombrado rey por gracia de Franco. En él defiende sin pelos en la lengua
(todavia no tenía necesidad de fingir que creía en este paripé
democrático) al sanguinario general Franco, al que, por otro lado, le
debe todo lo que es.
Al fin y al cabo, el que se hace llamar
Juan Carlos I de Borbón es el primero, y esperemos el último, de una
dinastía creada exprofeso por el régimen franquista, aunque se intentara
vestir con ropajes legitimistas vinculándola con la tradicional familia
de ladrones que vivió ostentosamente a lo largo de muchos siglos a
costa de los españoles, los Borbones, derrocada por el pueblo español en
1931 y devuelta al trono, saltándose incluso sus propios principios de
sucesión, por los que hoy siguen saqueando impunemente la riqueza del
país.
No hay comentarios:
Publicar un comentario