16 de Diciembre de 2013
Las protestas contra la arbitraria destitución del Alcalde Gustavo
Presto están catalizando todas las movilizaciones populares contra el
poder oligárquico. El 10 de enero habrá gran concentración en la Plaza
de Bolivar de Bogota de todos los movimientos sociales.
La oligarquía colombiana
y su infraestructura política fascista no se esperaban la reacción
popular a propósito de la arbitraria destitucion del Alcalde Gustavo
Presto y el sabotaje deliberado al Plan de Desarrollo Bogotá Humana que
avanza en sus propósitos de reforma socia, política y ambiental. Les
salio el tiro por la culata (Marta Ruiz dixit http://www.semana.com/opinion/articulo/el-milagroso-por-marta-ruiz/368571-3 )
Calcularon mal. Pensaron aprovechar
las vacaciones de fin de año para dar un golpe en seco sin que se diera
la explosión popular presenciada en los días recientes. Tres gigantescas
asambleas (lunes, martes y viernes) en la Plaza de Bolivar, con
millones de tele videntes y de activistas en las redes
sociales acompañándolas, han sido un demoledor terremoto contra el
Estado plutocrático dominante.
Pocas veces en la historia de la
nación han ocurrido movilizaciones similares a las de la última semana
en apoyo de Petro, las cuales no ocurren aisladas de la potente protesta
desplegada por diversos movimientos sociales en los años recientes
contra el modelo neoliberal y sus trágicas consecuencias en las
condiciones de vida de millones de personas.
Miles de estudiantes, campesinos,
camioneros, trabajadores mineros, ambientalistas, usuarios del sistema
de salud, víctimas de la violencia, educadores, madres comunitarias,
han sido protagonistas de una sostenida rebelión demandando por sus
derechos, la paz, derechos democráticos y contra la corrupción de los
politiqueros tradicionales asentados en las corporaciones legislativa y
en los enclaves estratégicos de la administración estatal en todos sus
niveles.
Por cuenta de los paros, protestas, bloqueos de vías y marchas multitudinarias, Colombia
ha encontrado nuevas formas del ejercicio político para disputarle el
poder a las élites oligárquicas que configuran un bloque de dominación
autoritario y violento, al margen del viciado y corrupto sistema
electoral, legislativo, judicial y gerencial.
Las expresiones de rechazo hacia el
golpe propinado a Petro desde la Procuraduría, se ha convertido en un
catalizador de todos los movimientos contra el neo liberalismo. Hay un
"movimiento de movimientos" que alcanza niveles revolucionarios
propiciando la unidad de la verdadera izquierda nacional. El campo
progresista y avanzado está concurriendo en una gran alianza política
que suma Verdes-progresistas, comunistas, Unión Patriótica y movimientos
sociales (agrarios, obreros, estudiantiles y cívicos).
Petro ha convocado la movilización
permanente de toda la ciudadanía en las siguientes 3 semana
proyectándose la fecha del 10 de enero para reunir en Bogotá el mayor
número de colombianos en un acto
trascendental que reconfigure el cuadro político perfilado y
monopolizado por el bloque de poder. Se trata de acumular más fuerzas
para que la dinámica social de con una correlación de fuerzas que
coloque a la defensiva al fachismo uribista, por cierto muy golpeado por
el fracaso de su candidato presidencial.
El poder constituyente ha mostrado su
rostro en millones de seres humanos y requiere ser apalancado en una
estrategia muy eficaz de acceso a los comandos centrales de la dirección
política de la sociedad para hacer de la democracia participativa y
protagónica una realidad. Es preciso que nos sacudamos la fantasía
ideológica montada por la derecha respecto de las supuestas ventajas de
su mentirosa democracia liberal institucionalista.
Es preciso planificar, organizar y
ejecutar miles de tareas para que el 10 de enero sea otra vibrante
batalla popular por la paz y la democracia.
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