Domingo, 24 de Noviembre de 2013   
     
    
   
El gobierno sigue indiferente a las protestas de la gente y avanza 
ciega y obcecadamente con las recetas dictadas por Bruselas. Ahora 
proyecta la suba del IVA de los productos gravados con el 4% para 
llevarlo al 10%. ¿Seguiremos tolerando este saqueo? 
La noticia aparecía hoy en la web de
 El economista, la copiamos a continuación sin más comentarios. 
Explicaciones técnicas tenebrosas si las hay. Pura basura y expolio de 
las clases trabajadoras y de los mñas de 6 millones de personas 
desocupadas. La única salida es la protesta masiva antes de que acaben 
con nosotrxs.
Rajoy subirá el IVA a varios productos para compensar la bajada del IRPF
Isabel Acosta / Ingrid Gutiérrez madrid.
El grupo de trabajo de la reforma 
estudia cómo recaudar los 4.500 millones de la rebaja en Renta. Si los 
productos gravados al 4% tributasen al 10% el Gobierno lograría ingresar
 2.309 millones más.
La reforma fiscal que prepara el 
Gobierno tiene el hándicap de revertir el alza del IRPF operada en 2011 y
 recabar de otras figuras los 4.500 millones de euros que supondrá esa 
bajada, que recaerá especialmente en las rentas medias, según ha podido saber elEconomista.
 Por el momento, el tributo elegido es el IVA, pero sin tocar los tipos 
de gravamen. El grupo de expertos que evalúa nuestro sistema tributario 
de cara a su reforma integral baraja una reclasificación aún por 
determinar que eleve la tributación de algunos productos y servicios 
actualmente gravados al 4 y al 10 por ciento a tramos superiores.
Tal como explicó recientemente el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, en entrevista a elEconomista, la reforma fiscal consistirá en bajar impuestos.
 Al menos el de la Renta, al que se retirará el gravamen extra activado 
en diciembre de 2011. Los expertos calculan que devolver el IRPF, 
especialmente en los tramos de rentas medias, al nivel anterior supondrá
 un coste recaudatorio de 4.500 millones de euros que habrá que suplir 
con movimientos en otras figuras tributarias. No en vano, España adolece
 de insuficiencia recaudatoria en relación a sus socios europeos pese a 
la intensidad individual de la fiscalidad.
Hoy la mitad va al 4% o al 10%
En estos y otros cambios trabaja el 
grupo de expertos que evalúa el sistema fiscal español de cara a su 
reforma integral. Y sobre la mesa tiene la solución de no subir los 
tipos de gravamen del IVA pero sí reclasificar productos de tipos 
inferiores al tipo máximo o intermedio para así intensificar la 
capacidad recaudatoria de este impuesto indirecto, ya que el 50 por 
ciento de la base imponible del Impuesto sobre el Valor Añadido está 
actualmente gravada a los tipos más bajos (del 4 y el 10 por ciento).
Tipo efectivo de Sociedades
Además de elevar la tributación 
de hechos imponibles situados en los tramos bajos, el Gobierno se 
reservaría nuevas acciones en el Impuesto de Sociedades en línea con las
 adoptadas hasta ahora. Es decir, tendentes a aproximar el tipo efectivo
 al tipo nominal a través de la supresión o concentración de deducciones
 o de una limpieza del tributo basada en combinar acciones sobre el tipo
 de gravamen y sobre las deducciones. El tipo de Sociedades en España es
 del 30 por ciento y se reduce al 25 por ciento para empresas de 
reducida dimensión, en ambos casos superior al 23 por ciento de media 
europea. Pero la realidad fiscal es distinta de la material, y en 2012 
el tipo efectivo se acercó al 12 por ciento de media por efecto de las 
deducciones.
Fiscalidad del ahorro
El grupo de trabajo estudia también 
medidas en el ámbito de la fiscalidad del ahorro, como acompañamiento a 
la diferente necesidad de previsión y planificación financiero-fiscal de
 la jubilación que depara la actual redefinición del sistema de 
pensiones.
Queda la opción del copago
Se reserva también el grupo de 
trabajo posibles estudios de acciones en materia de copagos, pero que 
podrían no activarse aún en el grueso de la reforma. 
Financiación autonómica
Dentro de las áreas susceptibles de 
modificación en el marco de la reforma fiscal integral que ahora es 
objeto de estudio por el grupo de expertos, se encuentra también la 
redefinición de la financiación autonómica. Una reforma ésta que, junto 
con la del sector público, está especialmente influida por el calendario
 electoral y la sensibilidad política de las distintas Administraciones.
Figuras instrumentales
Por tanto, el grupo que informa al 
Gobierno sobre los futuros cambios fiscales prevé utilizar figuras 
tributarias como el impuesto sobre los depósitos bancarios, el de 
Patrimonio, el IBI y los medioambientales o energéticos como 
instrumentos activos en la nueva financiación autonómica. Una forma de 
implicar especialmente a las comunidades autónomas en la obtención de 
ingresos tributarios en función de su gasto presupuestado y nivelar así 
sus demandas al Estado central.
El caso de Patrimonio
En el caso del Impuesto sobre el 
Patrimonio, Montoro ya avanzó que las autonomías podrán quedarse con la 
recaudación de este tributo a partir de 2014, sin quitarles ninguno de 
los sistemas de compensación creados previamente para paliar la merma de
 ingresos que suponía su eliminación. De esta forma, las cantidades 
recabadas vía Patrimonio se convertirán en un ingreso adicional, por lo 
que desde 2015 los Gobiernos autonómicos que han vuelto a recurrir a 
este tributo recibirán los ingresos que de él se deriven y la 
compensación anual íntegra por su eliminación previa.
Eliminación del tipo mínimo
El Gobierno tendría, según 
expertos consultados, varias opciones a la hora de reclasificar 
productos gravados actualmente por los tipos reducido o superreducido. 
Un ejemplo sería eliminar el tipo superreducido del 4 por ciento y hacer
 que productos como el pan, los huevos, la leche, frutas, hortalizas, 
libros y prensa tributasen al 10 por ciento. Sólo ese cambio permitiría 
recaudar 2.309 millones más si se toma como referencia el gasto en este 
tipo de productos que realizaron los hogares de nuestro país el año 
pasado, de acuerdo con los datos de la última Encuesta de Presupuestos 
Familiares publicada por el Instituto Nacional de Estadística (INE) y 
con cálculos elaborados por los Técnicos del Ministerio de Hacienda 
agrupados en Gestha. 
El mayor aumento en los ingresos se 
registraría al incrementar al 10 por ciento el IVA que grava el pan y 
los cereales, lo que permitiría al Ejecutivo recabar 1.163,2 millones de
 euros al año (697,9 millones más de lo que ingresa aplicándoles el tipo
 mínimo).
Si leche, queso y huevos pasasen a estar
 gravados al 10 por ciento, la recaudación sumaría otros 564,5 euros 
más. Así, por ejemplo, una barra de pan pasaría a costar -en términos 
medios- 0,79 euros, frente a los 0,75 actuales, mientras que un litro de
 leche se encarecería cinco céntimos, al pasar de los 0,80 euros que 
cuesta hoy a 0,85. Del mismo modo, un libro que con el tipo más bajo de 
IVA costase 18 euros vería aumentar su precio en algo más de un euro.
Reclasificación al 21%
Suponiendo que el Ejecutivo mantuviera 
el 10 por ciento de IVA en el resto de productos de la cesta de la 
compra que se consumen de forma más habitual, como la carne y el 
pescado, aceites y grasas, azúcar, chocolates, aguas minerales o bebidas
 refrescantes, sí podría elevar al 21 otro tipo de productos de 
alimentación cuyo consumo no sea tan básico o no se entienda como de 
primera necesidad.
Susceptible de reclasificar 
sería también el grupo relacionado con servicios municipales como la 
distribución de agua (que permitió recaudar 3.361 millones en concepto 
de IVA el año pasado), la recogida de basuras (que supuso unos ingresos 
por este tributo de 1.716 millones) o el alcantarillado (que sumó 621,3 
millones en concepto de IVA). Si estos tres servicios tributasen al 21 
por ciento general, el incremento de la recaudación sería de 655,38 
millones anuales. 
Si a otro de los grupos más importantes,
 el que tiene que ver con el transporte, se le impusiese un tipo del 21 
por ciento, frente al 10 por ciento actual, el Gobierno ingresaría 805 
millones de euros más. Una medida de este tipo podría afectar al sector 
en su conjunto o no. Un billete de Cercanías en Renfe costaría 2,75 
euros, frente a los 2,50 actuales; mientras que por un abono transportes
 básico como el de Madrid habría que pagar 61,60 euros frente a los 56 
euros actuales.
En todo caso, se trata de ejemplos o 
cálculos posibles con los que podría contar Hacienda a la hora de tomar 
una decisión definitiva para poder compensar esa merma de ingresos que 
supondría la rebaja del IRPF a las rentas medias a niveles anteriores a 
diciembre de 2011.
     
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