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domingo, 3 de noviembre de 2013

FUERA LAS MANOS DE SIRIA


domingo, 3 de noviembre de 2013



Entrevista a Guennadi Ziugánov en Pravda
Traducido del ruso por Josafat S. Comín
- Guennadi Andréyevich, recientemente en Londres tuvo lugar una reunión de ministros de asuntos exteriores (los conocidos como “amigos de Siria”) para tratar cuestiones relativas a la celebración de la conferencia de paz “Ginebra-2”, y la participación en ella de la oposición siria. ¿Cuáles son sus impresiones de dicho encuentro? ¿Cree que lograron su objetivo?
- Ya de entrada era un encuentro que no aventuraba que fuese a  aportar ninguna solución destacable. Ya desde antes de que se reunieran, el líder de la opositora Coalición Nacional Siria, Ahmad Yarba, presentó como condición para tomar parte en la conferencia, la renuncia del presidente sirio Bashar al-Asad. Con anterioridad, los grupos opositores en múltiples ocasiones se han negado a tomar parte en cualesquiera conversaciones con representantes del gobierno sirio, presentando como condición previa la dimisión de Asad. Algo que de antemano se sabe que Damasco no va a aceptar.
 
Como resultado, los “amigos de Siria” se limitaron a publicar un comunicado formal, una declaración de intenciones para buscar una solución política del problema, haciendo un llamamiento a los opositores para que se sienten en la mesa de negociación con la comunidad internacional.
Al mismo tiempo, los países occidentales, volvieron a dejar claras cuáles son sus verdaderas intenciones. Nunca van a aceptar que al frente de Siria se mantenga un gobierno que no representa sus intereses. Su principal objetivo sigue siendo el cambio de régimen. El ministro británico de exteriores, William Hague, manifestó que Asad no puede seguir en el poder y que no puede tener sitio en el sistema político de una Siria democrática y en paz. Además Hague remarcó que esta era una postura consolidada entre los países “Amigos de Siria”.
Esa intransigencia de la oposición y sus protectores en el mundo árabe, es utilizada por los norteamericanos, que tan preocupados aparentan estar por el éxito de la conferencia de paz, cuando en realidad están buscando como sabotear la cita de Ginebra.
-¿Entonces cree usted que la resolución 2118, aprobada recientemente por unanimidad  por el Consejo de Seguridad de la ONU, que obliga a Damasco a renunciar a su arsenal químico, no representa ese “avance” que nos quieren vender los medios? ¿Cree que ese acuerdo alcanzado,-el primero desde que se desató el conflicto armado en Siria- supone un éxito de la diplomacia rusa?
- La resolución sobre Siria, ha dejado temporalmente sin pretexto a Occidente para la agresión, que tenían organizada tras la provocación con armas químicas por parte de los mercenarios, en agosto. También ha abierto la posibilidad de convocar en noviembre la conferencia de paz “Ginebra-2”. Al mismo tiempo, se pudo conseguir que el texto del documento alcanzado, no contemple la adopción del apartado 7 de los estatutos de la ONU, es decir la adopción automática de medidas de fuerza, que era algo en lo que insistían los países occidentales.
Por esta vez, a pesar de las presiones de occidente y las constantes acusaciones a Rusia de estar manteniendo un “régimen sanguinario”, no consiguieron que se repitiera el escenario libio. Por eso si lo analizamos desde ese punto de vista, es un logro indudable, que ha sido posible gracias a la postura de principio, consecuente, que adoptó el Ministerio de Exteriores en relación a Siria.
Al mismo tiempo sería de ingenuos pensar, que los acuerdos sobre armas químicas eliminan todas las causas del conflicto y que los EE.UU. y sus aliados  vayan a renunciar a sus planes futuros de seguir desestabilizando la situación en Siria, con el objetivo de derrocar su legítimo gobierno. Una serie de declaraciones de líderes occidentales nos indican que no cabe esperar ninguna renuncia a la retórica belicista, por lo que la posibilidad de una intervención militar en Siria sigue estando en el orden del día.
Baste oír al ministro de exteriores francés, Laurent Fabius, subrayando que la decisión de destruir el armamento químico es solo una primera etapa, que no implica la imposibilidad de adoptar la fuerza contra Siria atendiendo al apartado séptimo de los estatutos de la ONU.
El Secretario de Estado de los EE.UU. ya ha advertido, de que si “Damasco no cumple las obligaciones derivadas de la resolución, deberá atenerse a las consecuencias”.
Es imprescindible remarcar, que la resolución 2118 no resuelve el problema principal: el cese de la agresión contra Siria, que se prolonga por más de dos años, por parte de mercenarios,-que hacen uso de esas mismas armas químicas-. Es más, Tanto los EE.UU. como el resto de países, miembros de la OTAN, siguen incrementando los envíos de armamento, la instrucción y la financiación de la oposición.
En especial, es Turquía quien mantiene ese ánimo belicoso, apoyando activamente a las formaciones mercenarias y cediendo su territorio para la preparación de combatientes, la entrada de armas y de “voluntarios”. Hace unos días, el parlamento de Ankara, volvió a prorrogar por un año el permiso que autoriza el ingreso de sus tropas en territorio sirio, en caso de necesidad.
- Ese modo de actuar de occidente, encabezado por los EE.UU., que por un lado ofrece todo tipo de ayuda a los “insurgentes”, mientras que por otro declara que es imprescindible la celebración de una conferencia internacional para busca una resolución política al conflicto sirio, parece privado de todo sentido…
- Occidente, una vez más ha dejado patente toda la falsedad y el doble rasero de su política. Los tan “amantes de la verdad” occidentales ignoran con todo cinismo las pruebas aportadas por Rusia en la implicación de las bandas de mercenarios en los ataques con armas químicas y continúan acusando al gobierno sirio de crímenes de guerra.
Al mismo tiempo, se le exige a Siria que destruya su arsenal químico, mientras que a Israel, que se encuentra bajo el paraguas de los EE.UU., nadie le exige que se retire de los altos del Golán, ocupados en el 67, ni que renuncie a su arsenal nuclear, ni que destruya sus armas químicas, ni siquiera que se adhiera al Acuerdo de no Proliferación Nuclear.
Más bien al contrario, los EE.UU. y sus aliados mantiene una abierta cooperación con organizaciones terroristas como Al-Qaida y Al-Nusra, quienes tienen componentes para fabricar armas químicas y por tanto es muy fácil esperar de ellos que ejecuten algún tipo de provocación.
Esa falta de lógica a primera vista, en el proceder de los EE.UU., se explica por el hecho de que la política exterior norteamericana está dirigida por los “neocons”. Los ocupantes temporales de la Casa Blanca, solo son los ejecutores en ese juego global, de las corporaciones transnacionales, en cuyas manos están concentradas todas las palancas importantes del poder, y que persiguen como fin el dominio mundial. Son ellos los auténticos amos de los Estados Unidos.
- ¿A quién representa la oposición siria, cuál es su estado actual y su influencia real en el país?
- Los medios extranjeros, que tan coloridamente dibujan en la imaginación de los confiados europeos, todos los espantos y barbaridades, cometidos supuestamente por el gobierno de Asad, denominan de diverso modo a los que combaten contra el gobierno legítimo: oposición, rebeldes, combatientes por la libertad. Sin embargo si intentamos aclarar quienes componen esos grupos “rebeldes”, queda claro que esas definiciones no les son aplicables. No son más que una amalgama de bandas armadas, grupos terroristas y simplemente mercenarios, reclutados en todo el Próximo Oriente.
No hay hoy en Siria una oposición consolidada. Además, cuanto más se enquista el conflicto, más dividida aparece la oposición. Según algas fuentes, en el país actúan alrededor de 400 grupos armados, que se dedican al saqueo y que se enfrentan entre sí en la lucha por el poder. A día de hoy, según datos, se calcula que hay unos 100 mil mercenarios combatiendo del lado de la oposición.
Por otro lado, el conflicto ideológico, en las filas opositoras, parece ahondarse. Entre la oposición siguen acrecentando su papel los islamistas radicales, que se fijan como objetivo implantar un Estado islámico regido por las leyes de la Sharia, en los territorios arrebatados al gobierno.
Esta tendencia no hará si no incrementarse. Los medios anunciaron que 13 comandantes  habían declarado que no se sometían al “Ejército Libre Sirio”, ni a la Coalición Nacional. Luego 40 grupos más declararon que iban a formar un Frente Islámico.
De modo que en lugar de un gobierno laico en Siria, en cuya construcción también dicen estar interesadas las potencias occidentales, y en un futuro cercano en todo el Oriente Próximo, lo que cabe esperar es una ola de integrismo fuera de todo control. Por algo, con sus actos, los EE.UU. y todos sus satélites están creando el terreno propicio para el crecimiento de los extremistas, quienes entran cada vez con mayor frecuencia, en combate con las facciones más moderadas, para hacerse con el control de los envíos de armas y demás ayuda que les entra desde el exterior, por hacerse con zonas de influencia, con el control de núcleos urbanos. Es una política que a la postre se acabará volviendo contra occidente…
-¿Cree posible la resolución del conflicto armado en Siria por la vía pacífica y que habría que hacer para que cesase?
- Nosotros insistimos en la solución del conflicto sirio exclusivamente por la vía política. Pero para lograrlo, la condición necesaria sería el cese inmediato, por parte de los países occidentales y sus aliados, del suministro de armas, de instrucción y financiamiento a las bandas armadas que operan en Siria. Solo el cese de la injerencia extranjera en los asuntos internos de Siria –país miembro de la ONU- es capaz de poner fin al derramamiento de sangre y posibilitar que millones de civiles sirios puedan volver a sus hogares.

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