«El arte de la guerra»
Ya
sabíamos que la guerra es un negocio que se le da muy bien a
Estados Unidos. Pero, ¿sabían ustedes que la venta de armas en tiempo
de paz también lo es? Italia construye armas para la OTAN y las vende.
Red Voltaire
| Roma (Italia)
- Emma Bonino, ministra (radical) de Relaciones Exteriores de Italia.
Italia nunca se había visto, como está sucediendo
bajo el gobierno de Letta, como centro de iniciativas internacionales
para la «seguridad» y la «paz». El 7 de octubre [de 2013], las cumbres de la OTAN se reunieron a bordo del portaviones Cavour, frente a las costas de Cerdeña, para seguir el desarrollo de la maniobra Brilliant Mariner 13 de la «Fuerza de Respuesta» de la alianza atlántica, verificando su capacidad para «reaccionar rápidamente ante cualquier desafío».
Participaron 25 buques de guerra de 12 países, encabezados por Estados
Unidos. Italia llevó 14 unidades navales, 16 aviones y 3 150 militares,
que participaban simultáneamente en la maniobra naval Mare Aperto 13. A esa maniobra siguió, el 18 de octubre, la operación «militar y humanitaria» bautizada Mare Nostrum, con la participación del San Marco y de otros buques de guerra que acababan de terminar las maniobras militares.
Apenas 5 días después, Roma acoge también lo que constituye un verdadero clímax: el encuentro entre el secretario de Estado estadounidense Kerry y el primer ministro israelí Netanyahu.
Estos conversarán sobre el «estado final de las conversaciones con los palestinos» y, principalmente, sobre Irán y Siria. Estados Unidos dice que está trabajando en una solución diplomática del diferendo con Irán.
Pero no por ello abandonan la diplomacia de las bombas. El 17 de octubre de 2013, el Pentágono anunció otra colosal venta de armas –ascendiente a 10 800 millones de dólares– a Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos: más de 3 000 misiles y 6 000 bombas antibúnker GBU-39 para los aviones de combate F-15 y F-16. Las bombas antibúnker, ya vendidas a Israel en 2010, sirven para destruir los centros de comando y otras estructuras subterráneas en el marco de un primer golpe, como el que se planea contra Irán.
Kerry confirmará a Netanyahu –quien debe reunirse con el papa Francisco para garantizarle la «voluntad de paz» de Israel– el aprovisionamiento estadounidense en misiles capaces de neutralizar las defensas antiaéreas «cegando» al país blanco del ataque y la entrega de aviones KC-135 de nueva generación capaces de reabastecer en vuelo los caza-bombarderos israelíes.
Por supuesto, Estados Unidos no viola con eso el Tratado sobre el Comercio de Armamento ya que este sólo prohíbe la venta de armas a los Estados que «amenazan la paz y la seguridad y cometen violaciones del derecho humanitario internacional», categoría en la que –naturalmente– Estados Unidos y sus aliados europeos no incluyen a Israel ni a las monarquías del Golfo. Eso se ve confirmado en la exposición, inaugurada por el alcalde [de Roma] Ignazio Marino, en homenaje al Reino de Arabia Saudita, que mantiene «excelentes relaciones con Italia desde 1932», o sea desde que Italia vivía bajo el régimen fascista. En la presentación se elogia a la monarquía absolutista saudita por su «política moderada».
Quizás sea esa la moderación que experimentó hace un mes la joven saudita que, después de haber sido violada por 7 hombres, fue además condenada a recibir 200 latigazos por haber subido al automóvil de un compañero de estudios, quien también fue encarcelado.
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