27 de octubre de 2013
Nuevo detalle de la "Marca España" que "crea" trabajo y está "saliendo" de la crisis.
El pasado 11 de
septiembre más de 100 antidisturbios desahuciaron a Amaya, una
trabajadora de 31 años que no podía hacer frente al alquiler abusivo
exigido por la inmobiliaria Laudea. Una semana antes, Amaya había pedido
a la empresa de telemarketing dónde trabajaba – Konecta – un cambio de
turno para poder asistir a su desahucio. Ella dejó claro que el cambio
se producía por asuntos de índole judicial y que en caso de denegárselo
le sería imposible acudir. La respuesta de su coordinadora fue “no creo
que sea posible, aunque ya eres mayorcita y conoces tus
responsabilidades. Ese día no puedes faltar”. Amaya se enfrentó a su
desahucio con un doble temor: perder la casa y el trabajo.
A pesar de la respuesta
popular, Amaya se quedó en la calle gracias a que los antidisturbios
tomaron el barrio desde primera hora de la mañana. Debido a la
extraordinaria tensión de la situación, ella acabó psicológicamente
destrozada y el médico de cabecera le dio unos días de baja para
recuperarse. Tras aquel shock Amaya luchó para seguir adelante y
conservar su empleo, mientras continuaba peleando para que Laudea
condonase su deuda.
Ayer 25 de octubre, de
forma totalmente imprevista, Amaya fue despedida por acumulación de
faltas. La carta de despido señala el día de su desahucio y los
posteriores como el motivo de la extinción del contrato. Aunque la
empresa reconoce que las ausencias están justificadas (con presentación
del informe médico pertinente) se escuda en que la Reforma Laboral
aprobada el pasado año les permite hacerlo.
Inmediatamente Amaya se
ha puesto en contacto con la sección sindical de CGT en Konecta, que se
dispone a elaborar una demanda por despido improcedente o nulo.
Sin embargo, más allá
del plano judicial, el movimiento por el derecho a la vivienda y los
sindicatos combativos vamos a lanzar una campaña pública para señalar a
Konecta. Los despidos improcedentes y los abusos contra las trabajadoras
son una constante en el sector del telemarketing y en Konecta en
particular. La precarización de las condiciones laborales, sancionada en
impulsada por la última Reforma Laboral, sitúa en la absoluta
indefensión a los miles de trabajadores que conforman este nuevo
proletariado de teclado y teléfono. El despido de Amaya es tan sólo un
ejemplo de hasta dónde están dispuestos a llegar, convirtiendo la
tragedia de un desahucio en pretexto “objetivo” para rescindir un
contrato.
Por todo ello exigimos a
Konecta la inmediata readmisión de nuestra compañera Amaya. Para ello
utilizaremos tanto las vías jurídicas como la acción directa. Porque
después de paralizar centenares de desahucios en Madrid, sabemos que la
presión popular es la única forma de obligar a los poderosos a hacer
justicia. Es hora de trasladar la fuerza que hemos desplegado en los
desahucios en el plano laboral, utilizando para ello la mejor
herramienta de la que disponemos: el apoyo mutuo. El sindicalismo
combativo siempre ha utilizado estos métodos para enfrentarse a los
abusos patronales; ha llegado el momento de que esta estrategia se
vuelva masiva. Porque el desahucio es sólo el final de una historia que
siempre comienza con un despido. Porque los trabajadores y trabajadoras
debemos autoorganizarnos para conquistar todos nuestros derechos; no
sólo el de dormir bajo un techo.
yometiroalmonte.es
No hay comentarios:
Publicar un comentario