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domingo, 1 de septiembre de 2013

TAL PARA CUAL, SANTIAGO Y PACUAL


01.09 de 2013

Sobre la inminente agresión contra Siria dice Santiago Alba Rico (El Califa de Túnez) lo siguiente:

"La de los que pretenden que Bachar Al-Assad no ha usado armas químicas. Un asesino que bombardea y lanza misiles a su propia población, que tortura sistemáticamente a su pueblo y degüella a mujeres y niños, es sin duda capaz de arrojar gas sarín o cualquier otra sustancia letal sobre sus ciudadanos". ¿De dónde sacará eso este tipo si no ha puesto un pie en Siria? ¿Tendrá información privilegiada servida por el Pentágono?

Por su parte Pascual Serrano dice:

"Tampoco es que estemos defendiendo a talibanes, a Sadam, a Gadafi ni Al Assad.
 Estar en contra de un bombardeo de la OTAN o una invasión estadounidense no requiere de un pronunciado rechazo expreso a esos regímenes para que no se interprete que se defienden, el asunto que debemos plantearnos es la violación de la legislación internacional por parte de una potencia invasora, y las mentiras en las que se escudan para justificarla"

A Pascual Serrano le recomendamos leerse este extracto:

El carácter revolucionario del movimiento nacional, en las condiciones de la opresión imperialista, no presupone forzosamente, ni mucho menos, la existencia de elementos proletarios en el movimiento, la existencia de un programa revolucionario o republicano del movimiento, la existencia en éste de una base democrática. La lucha del emir de Afganistán por la independencia de su país es una lucha objetivamente revolucionaria, a pesar de las ideas monárquicas del emir y de sus partidarios, porque esa lucha debilita al imperialismo, lo descompone, lo socava. 

En cambio, la lucha de demócratas y "socialistas", de "revolucionarios" y republicanos tan "radicales" como Kerenski y Tsereteli, Renaudel y Scheidemann, Chernov y Dan, Henderson y Clynes durante la guerra imperialista era una lucha reaccionaria, porque el resultado que se obtuvo con ello fue pintar de color de rosa, fortalecer y dar la victoria al imperialismo. 

La lucha de los comerciantes y de los intelectuales burgueses egipcios por la independencia de Egipto es, por las mismas causas, una lucha objetivamente revolucionaria, a pesar del origen burgués y de la condición burguesa de los líderes del movimiento nacional egipcio, a pesar de que estén en contra del socialismo. En cambio, la lucha del gobierno "obrero" inglés por mantener a Egipto en una situación de dependencia es, por las mismas causas, una lucha reaccionaria, a pesar del origen proletario y del título proletario de los miembros de ese gobierno, a pesar de que son "partidarios" del socialismo" (Stalin, Cuestiones del Leninismo, 1924).

Y si no le gusta Stalin porque fue malo, muy malo con burgueses y nazis le remitimos a este otro:

Durante decenios los gobiernos y clases dominantes de Inglaterra, Francia, Alemania, Italia, Austria y Rusia han seguido una política de pillaje de las colonias, de opresión de naciones extranjeras... La guerra actual es precisamente la continuación de esta política y solo de esta política... En cambio, en China, Persia, India y otros países dependientes vemos en el curso de estos últimos decenios la política del despertar de decenas y centenares de millones de seres humanos a una vida nacional, una política de liberación del yugo de las "grandes" potencias reaccionarias. Sobre tal terreno histórico, una guerra puede tener, incluso ahora, carácter progresivo burgués, de liberación nacional (Lenin,"El socialismo y la guerra").

Pascual Serrano, pese a poner (con razón) a los medios de "información" bajo las patas de los caballos tiene dudas y ello significa, a nuestro entender, ignorar qué cosa es el internacionalismo que obliga a ser solidarios con los países que confrontan amenazas y agresiones imperialistas. El señor Serrano donde no tiene dudas (como el señor Alba) es en Cuba. Lo fácil y lo desconcertante, quizás lo cobarde.

Lo que no es fácil es, por ejemplo, denunciar desde España la presencia de presos políticos... en España. Lo que desconcierta es que con esos criterios no exijan a Cuba que cambie democracia popular por dictadura capitalista. Ellos, suponemos, ignoran la sentencia de Lenin "no puede haber democracia real en una sociedad basada en el poder del dinero" (ya saben: elecciones amañadas por la oligarquía financiera, tanta plata tienes, tantos votos tienes) porque, suponemos, creen en la democracia occidental, creen que las dictaduras capitalistas son "mejorables".

Al primero (Santiago) lo conocíamos de sobra. El segundo (Pascual), con sus dudas, legitima el discurso del primero. 

Tal para cual, Santiago y el Pascual.

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