miércoles, 25 de septiembre de 2013
La Tribuna hoy.- Las
palabras del presidente Barack Obama resonaban ayer tarde en el
universo, hablando de democracia, de derechos humanos, de defensa de la
población que sufre, de algunos malos ejemplos que los países se empeñan
en dar al mundo, en un siglo XXI que debería ya tener superados sus
tick nacionalistas, olvidando esa inútil guerra que a nada conduce, como
la que el Gobierno de España del presidente Mariano Rajoy ha emprendido
con la cabezonería de García Margallo y su asesor principal, Landaluce (alcalde de Algeciras, N. de E.), para hacer daño, cada día, a miles de españoles, a miles de turistas y a miles de confiados inversionistas (...)
Pero, los patriotas
españoles que encabeza García Margallo prefieren, por lo visto lo
contrario, cerrar el paso a toda posibilidad de mejora económica,
aumentando la pobreza en La Línea, en
San Roque e incluso en la cercana Costa del Sol asustando al mundo con
las amenazas dirigidas a quienes, un día, confiaron en España para
invertir sus ahorros comprando una casa. Una amenaza que ha usado a los
grandes periódicos adictos a Rajoy, como el “ABC” para denunciar que,
como miles y miles de británicos, el primer ministro de Gibraltar,
Fabian Picardo ha cometido la “osadía” de comprar 2 casas en España. ¡Hay que castigarlo!
Eso es jugar con fuego y
tirar piedras contra la economía débil de un país que, la única
esperanza que tiene es la del turismo y la de depender del mercado
extranjero que impulse la exportación. Pero a ese exacerbado patriotismo de Margallo y unos pocos más, parece que el interés de los españoles, poco les preocupa.
Diez mil trabajadores
cruzan a diario la frontera de La Línea para encontrar trabajo en
Gibraltar y hasta 35.000 personas, reconoce la policía nacional, cruzan a
diario hacia Gibraltar, entre ellos miles y miles de turistas del mundo
entero, no solo españoles. A ellos, Margallo y Landaluce, por el “honor
patrio” mancillado, deciden que hay que fastidiarlos, que hay hacerles
daño. Y que sufran por atreverse a cruzar hacia Gibraltar. Y por
supuesto, asustar a los gibraltareños para que no se les ocurra invertir
una libra más en España, ni acudir a cenar,a comer, a comprar y a
gastar sus abundantes ahorros, ni en La Línea ni en España.
Ya hay un resultado
macabro de esas decisiones. Se están cargando la economía de La Línea,
frágil como la de muchas poblaciones andaluzas y han comenzado, los
atracos, los tirones, los robos, las motitos que se aprovechan de la
espera en la cola para entrar en Gibraltar, esas colas que provocan los GRD de la unidad de la Guardia Civil llegada de Sevilla,
para asaltar los coches, abrir los maleteros, robar y salir huyendo.
Cada día nuevos casos en una inseguridad que va en aumento. Los
“okupas”, siembran el terror y se han cebado de forma impune y sin el
menos castigo, en las casas de los gibraltareños.
”Ellos nos han robado el Peñón, nosotros los robamos a ellos”,
argumentan insuflados por un patriotismo que no para ahí (okupas-lumpen, nada que ver con el movimiento okupa, N. de E.).
Coches de gibraltareños quemados, apedreados, con lunas y faros rotos,
casas pintarrajeadas con insulto y vejación al gibraltareño, que ya se
niega a salir del Peñón. Es el gran logro de la política patriotera de
García Margallo.
Hoy miércoles se espera
la llegada de los inspectores de la UE para ver que pasa en la frontera.
Ya se ha ensayado la fórmula de hacer desaparecer las colas como por
ensalmo, igual que se han hecho desaparecer miles de bicis incautadas, y
que nunca vean la tragedia humana de miles y miles de personas, en su
mayoría españoles, mujeres, niños, bebés y ancianos soportando hasta 9
horas de desesperante cola encerrados en sus coches, a pleno sol y a
plena luna.
La granujería funciona
en política. ¡Que no vean esas 9 horas de sufrimiento de la gente!. Y
Landaluce pide que en lugar de ver la Aduana, de visionar los vídeos y
oír los testimonios que han saltado al aire por todas las emisoras
contando verdaderos dramas contra el atentado a los Derechos Humanos que
se han producido en Gibraltar, pide que no, que vayan a verlo al
Ayuntamiento de Algeciras (alcalde del PP, of course, N. de E.),
que los recibirá y les dará una lección de patriotismo español. “¡Todo
menos una bajada de pantalones ante esos gibraltareños que no quieren
ser españoles.” Que no quieren ni lo van a querer nunca, oiga.
Latribunahoy.com es un portal del campo de Gibraltar donde viven miles de personas en La línea, Algeciras, Jimena, San Roque... ¿Cómo lo ven?
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