viernes, 30 de agosto de 2013
La sociedades
occidentales nos muestran todos los días cómo deben hacerse las cosas
para que nos integremos y realicemos como seres humanos altamente
civilizados; sin embargo nos negamos a aprender. Qué ingratos somos...
EP.- El Ejército
australiano está investigando a una unidad de las fuerzas especiales
acusada de mutilar los cadáveres de uno o más insurgentes abatidos en
operaciones en Afganistán, según ha informado este viernes la televisión
estatal del país.
El incidente, en el que
presuntamente se cortó las manos del cuerpo de al menos uno de los
cuatro milicianos abatidos, se produjo durante una operación en la que
participaron fuerzas afganas y soldados de elite australianos en la
provincia de Zabul (sur) el pasado 28 de abril.
Las manos fueron
llevabas a la principal base australiana en Tirin Kot, en la cercana
provincia de Uruzgán, para proceder a la identificación y la toma de
huellas digitales, según la ABC.
Un investigador del
Ejército australiano había dado una conferencia previamente a un grupo
de soldados de las fuerzas especiales y les había dicho que no importaba
cómo tomaran las huellas y que podían cortar las manos de los muertos
para tomarlas, según la televisión.
El Ejército australiano
no ha querido confirmar los detalles del suceso, pero ha afirmado en un
comunicado remitido a Reuters que hay una investigación en curso sobre
un "incidente de potencial mala conducta" que implica a soldados de las
fuerzas especiales.
"Tras la misión, un
incidente de potencial mala conducta fue elevado a través de la cadena
de mando interna de la Fuerza de Defensa australiana", indica el
comunicado. "La ADF se toma cualquier potencial caso de mala conducta
por el personal australiano muy en serio", añade.
El Ejército
australiano, que se encuentra en el proceso de retirada de unos 1.550
efectivos de Afganistán, ha indicado que informó al Gobierno afgano del
incidente, al igual que altos mandos de la fuerza de la OTAN en el país.
Según ABC, los soldados
australianos tenían que tomar las huellas dactilares y realizar
escáneres oculares de los talibán muertos, pero la mutilación de cuerpos
viola las normas internacionales de guerra en virtud de la Convención
de Ginebra. Además, la costumbre islámica exige que los cuerpos sean
enterrados intactos.
El primer ministro
australiano, Kevin Rudd, en campaña de cara a las elecciones del 7 de
septiembre, ha dicho que dejará que la investigación siga su curso y ha
asegurado que tiene plena confianza en el Ejército del país.
Modernidad
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