Emiliano Gómez Peces
Arturo Barea
Ogazón, escritor español, nació en Badajoz en 1897; su padre murió a
los 34 años, y su madre y hermanos se trasladaron a Madrid. Fue educado
por unos tíos acomodados, pero al morirse también el tío, deja los
estudios a los trece años. Trabaja de aprendiz en un comercio, luego en
un banco hasta 1914. Le llaman a filas en 1920; y tiene que ir a
Marruecos, donde vive la derrota de Annual en 1921.
Se casa en 1924, y tiene cuatro hijos,
pero el matrimonio no es afortunado. Con la II República se incorpora a
la vida sindical en UGT. Durante la Guerra Civil, apoyó al bando
republicano como censor de los corresponsales extranjeros en Madrid y
realizando diversas misiones de carácter cultural y propagandístico. Al
finalizar la contienda se exilió en Inglaterra y publicó en este país el
grueso de su obra: ensayo y narrativa. Su primer libro, totalmente
marcado por el clima de la Guerra Civil, fue un conjunto de narraciones
aparecidas con el título de Valor y miedo (1938). Pero su obra más conocida es la trilogía La forja de un rebelde
(1951). Se trata de un gran fresco de España desde comienzos de siglo
hasta la contienda del 36. Se publicó primero en inglés, entre 1941 y
1946. Una editorial argentina la sacó en castellano en 1951.
En el primer tomo, La forja,
Barea narra su infancia y adolescencia en Madrid, junto a su madre, una
lavandera; en ella, recrea fielmente la ciudad de esos años y las
vicisitudes de una vida difícil. La ruta es la parte de la trilogía que narra su dura experiencia de soldado en Marruecos. Finalmente, La llama
constituye la relación pormenorizada de los trágicos acontecimientos
que se desarrollaron a partir del estallido de la Guerra Civil en la
capital de España: las primeras jornadas de julio, el asedio, los
bombardeos, las intrigas políticas.
La crítica ha sido unánime siempre al
resaltar la sinceridad moral y expresiva de este relato de más de mil
páginas. Para los historiadores, esta vasta trilogía posee el valor de
ser un relato de primera mano, vivido íntegramente con apasionada
intensidad, pero que rechaza siempre cualquier tipo de partidismo y da
cuenta de lo heroico y miserable que late en la condición humana, sin
retroceder ante el horror que desvelan las más dolorosas confesiones.
Según estos juicios, resulta casi imprescindible leer los tres volúmenes
de Barea, si se desea conocer realmente a fondo la historia española
del siglo XX.
Sobrevivió realizando charlas para la BBC sobre política y literatura españolas. Posteriormente escribió otra novela extensa, La raíz rota (1955), que aborda la dramática frustración del exiliado al retornar a su país, y la colección de cuentos El centro de la pista (póstuma, 1960). Publicó también en inglés, y luego en castellano (1956), el ensayo Lorca, el poeta y su pueblo.
Murió, en un rincón pacífico de la Inglaterra rural el 24 de diciembre
de 1957. En el año 2000 se publicó un libro inédito que, con el título
de Palabras recobradas, reúne diversos textos del
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