Entre 6.000 y 9.000 manifestantes en
Madrid exigen la dimisión del sinvergüenza de Rajoy frente a la sede
del PP. Como respuesta reciben la persecución y la brutal represión de
las Fuerzas de Seguridad del Estado. La prensa también es perseguida,
censurada y duramente reprimida.
Leonardo de Pisa Fibonacci
Una multitud de gente de todas las edades y de diferentes capas populares se echó a la calle en la tarde-noche de ayer. Eran entre 6.000 y 9.000 manifestantes, según fuentes de la propia concentración, que se concentraron en los aledaños de la sede del PP, en la calle Génova de Madrid.
Exigían la dimisión de Mariano Rajoy y del Gobierno del PP por la
implicaciones que tienen en la corrupción derivada del caso Bárcenas -su
implicación en la financiación ilegal del PP y el cobro de sobresueldos
con dinero negro, de la caja B, por parte de algunos altos cargos del
PP-. Los manifestantes lanzaron cánticos tales como “dimisión, dimisión”, ” ¡Qué se vaya la mafia!” y “Rajoy y Cospedal, a Soto del Real”.
Éstos manifestaron en las calles lo que muchísimos piensan pero que no
lo han exteriorizado todavía en la calle. La concentración se transformó
en una manifestación por las calles de una de las zonas donde residen
las capas más altas de la sociedad, cuna de la opulencia. Se desarrolló
por el barrio Salamanca, calle Serrano,… Luego transitó por la
Castellana, Gran vía, …
Ante esta situación, y al contrario de lo que sería razonable, el sinvergüenza de Mariano Rajoy no ha dado explicaciones
sobre su implicación en este caso de corrupción, que esconde el apoyo
económico de grandes empresarios y banqueros para el cumplimiento de sus
intereses. Parece que quiere ganar tiempo para preparar su farsa, su
mentira que le llegue a exculpar de lo que es evidente. Ha hecho caso
omiso de las exigencias de la población a la que gobierna, cuyo concepto
del mayor control y mayor rendición de cuentas de las instituciones
europeas y de los países que lo integran “es en las elecciones
democráticas”1. Mientras tanto, los corruptos siguen
cometiendo sus tropelías, los incompetentes (o muy competentes para una
determinada clase social) siguen incrementando la miseria entre las
capas populares y beneficiando a las capas altas, etc. Hay que
esperar cuatro años para que nos vuelvan a engañar, gracias a esas
pomposas campañas electorales pagadas por los gurtel, los FCC, los
Ferrovial, los Grupo Sando, …
En la mente de Rajoy no existe la palabra “dimisión”
-¿habrá alguna palabra inteligente o solo serán palabras para favorecer
los beneficios de los grandes empresarios y banqueros?-. La mayoría de
los trabajadores conocen la respuesta. Ni pensar en la posibilidad de revocaciones permitiendo ejercer al pueblo el fundamental control político,
dado que el régimen capitalista español no lo puede permitir (no existe
tal figura legal y es de dudar que permitan que vaya a existir algún
día). Revocaciones que el propio pueblo está exigiendo de facto en la calle con su exigencia de dimisión a Rajoy y su gobierno.
Los trabajadores y las demás capas populares requieren de unas
estructuras que les permitan participar política mente en la sociedad de
forma directa, no mediante cheques en blanco entregados bajo engaños.
Las están pidiendo de forma indirecta e implícita.
Aún más, la respuesta “democrática” de Rajoy ha sido la represión, acallar las voces que reclaman la dimisión de unos gobernantes
claramente ensuciados por la corrupción. Delegación del Gobierno ordenó
las brutales cargas de las Unidades de Intervención Policial (UIP),
conocidas por antidisturbios. La policía golpeó en la cabeza a varios manifestantes,
dejando a uno de ellos temporalmente inconsciente en el suelo y
sangrando abundantemente por la cabeza en las inmediaciones de Cibeles. No
tienen aprecio alguno hacia las vidas de esos manifestantes dado que
sin ruborizarse machacan sus cabezas pudiendo causar su muerte como
cosnecuencia de uno de esos golpes, como al joven Íñigo Cábacas.
Ante la exigencia de transparencia, de
sanciones políticas en forma de sanciones y de sanciones administrativas
y judiciales, la respuesta no es escuchar y perseguir judicialmente a
corruptos y corruptores sino que la respuesta es reprimir brutalmente a
aquellos que lo exigen. La respuesta es acallarles mediante la
violencia, mediante el terror. ¡Qué bonita democracia!, ¿verdad?
Violencia que se ha extendido
como método de censura contra los periodistas, especialmente con los
pertenecientes a medios alternativos. Aquellos que tienen
domesticados -los tienen bien pagados y adoctrinados-, afines a ellos,
no han mencionado nada sobre lo sucedido, incluso realizan preguntas
pactadas y privilegiadas2. Pero la censura emprendida ayer
para evitar que volvieran a salir a la luz las imágenes de represión
sigue incrementándose. La violencia contra esos medios de comunicación
alternativos ya no ha sido encubierta bajo el tumulto, las UIP
han cargado directamente contra grupos de fotógrafos, periodistas,
cámaras,…, que estaban siendo testigos de lo que estaba sucediendo. Les
han empujado, acosado, golpeado, machacado, roto sus cámaras, retenido,
identificado, amenazado con denuncias,…, con total impunidad.
Un ejemplo de persecución y agresión a periodistas es el caso del cámara
de Tele K o la agresión con porra por la espalda a un fotógrafo.
A la luz de estos hechos y de todos los
que hemos podido ver y sufrir a los largo de los últimos años y a lo
largo de las últimas décadas, ¿estos sinvergüenzas cómo pueden autodenominarse demócratas con tanto cinismo e hipocresía?
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