| MARíA PUIG BARRIOS (*)
En el comunicado emitido por la
dirección federal del PCE – que debió reunirse rápidamente para valorar
la llamada “aventura escisionista, muy ridícula en militantes y en
profundidad argumental”-, se utiliza, además de las descalificaciones,
valoraciones que sólo son administrativas o legalistas.
Entrando muy brevemente en éstas,
diríamos que el título del comunicado “el PCE ante el anuncio de
escisión por parte de un reducido número de militantes de Las Palmas”,
ya da una idea del conocimiento de la organización en Canarias, y
también sugiere las fuentes de información. El manifiesto no sólo está
firmado por militantes de la capital, Las Palmas de Gran Canaria, sino
también por militantes y simpatizantes de otros municipios de la Isla de
Gran Canaria, como por ejemplo, Telde, Moya o Teror, además de otras
islas. De los ex concejales firmantes, tres han desempeñado su cargo en
el municipio capitalino de las Palmas de Gran Canaria y uno en el
municipio grancanario de Moya. Y si se revisaran más listas (antes de la
DAR, hubo militancia activa en todas las Federaciones y se enviaban
listas al Federal), veríamos que muchos de los firmantes han estado
militando en el PCC o en IUC. Cabría preguntarse, ¿Por qué dejaron de
militar a partir del 2011? ¿Por qué firmaron, ahora, el manifiesto?.
De todas formas, informamos que en ese
grupo de 82 firmantes infravalorados, hay delegados sindicales,
dirigentes sociales, trabajadoras y trabajadores del sector privado y
del sector público que no viven de la política, sino que están sufriendo
en el ámbito laboral los mismos problemas que el resto de la clase
trabajadora (recortes laborales, endurecimiento de las condiciones de
trabajo, precariedad, amenazas de privatización, expedientes de
regulación de empleo, despidos y paro), y no necesitan precisamente el
menosprecio y la prepotencia que se desprenden del comunicado emitido
por el PCE. Menos hicieron grandes revoluciones.
Desde una valoración meramente
cuantitativa que parece prevalecer, en estos momentos, habría que
preguntarse cuál es el papel real de la DAR (centralización de las
cuotas de los militantes) porque nuestra experiencia nos demuestra que
cuando los números no son favorables a determinadas posiciones, el
Federal suspende el Congreso (en febrero del 2011, el Federal suspendió
el Congreso del Partido Comunista de Canarias) y cuando los números ya
son favorables, el Federal decide la celebración de un Congreso
extraordinario en Canarias, en julio de 2013, cerrando el censo de
Canarias al 10 de abril de 2013, mientras en las demás federaciones se
cierran los censos al 10 de agosto de 2013, para la recuperación de la
militancia y la “normalización” de los trabajos del DAR PCE, y se
celebran los congresos en el marco del Congreso Federal de noviembre de
2013.
¿Las direcciones del Partido se someten a
la valoración de las bases o a las valoraciones cuantitativas de la DAR
que más convienen en un momento u otro? Pero el problema es de fondo,
es un problema político e ideológico, y eso no lo puede medir la DAR que
como hemos visto tampoco es un instrumento fiable de transparencia
democrática. El detonante de la actual situación tuvo mucho que ver con
el golpe de mano en IUC en el 2011 y los siguientes pactos “técnicos”
electorales de IUC con Nueva Canarias para que esta fuerza política
pudiera alcanzar el 6% regional, y entraran en el Parlamento Autonómico
Román Rodríguez, ex presidente del Gobierno de Canarias por Coalición
Canaria, en la época en que gobernaban en las Islas con el PP y apoyaba
al gobierno de Aznar, y también Fabián Martín (Lanzarote), coaligado con
el anterior, que expresaba su orgullo de ser hijo y heredero político
del máximo dirigente del PIL, Dimas Martín, en la cárcel por corrupción
política.
La primera vez, cuando se produce una
ruptura en Canarias, en 1992, es porque la entonces dirección de
Canarias dio un giro ideológico y se coaligó con la derecha nacionalista
procedente del CDS, formando Coalición Canaria en 1993, gobernando con
el PP en las instituciones canarias y apoyando a partir de 1996, y
durante dos legislaturas, al gobierno de José María Aznar. Estaban en
Coalición Canaria, en esos años, los actuales dirigentes de Nueva
Canarias. La militancia comunista se movilizó para recuperar el proyecto
de la izquierda en Canarias. No fue un drama porque había en la
dirección federal hombres y mujeres que no estaban dispuestos a ser una
fuerza más del sistema. Pero si la primera vez no fue un drama, ahora sí
puede serlo.
Una vez aclaradas las cuestiones que nos
parecían que no se ajustaban a la verdad, nos vamos a centrar en lo que
realmente nos importa y que no son precisamente las cuestiones
burocráticas que sólo sirven para entorpecer, interrumpir, desorientar,
mermar las luchas políticas y sociales que hemos ido desarrollando a
pesar de todas esas dificultades y obstáculos, como consta en los
siguientes enlaces:
Lo que queremos es luchar para
transformar la realidad, la actual realidad de una fuerte ofensiva
capitalista contra la clase trabajadora. A todos y todas nos gusta citar
a Marx, pero no como si el marxismo fuese un depósito doctrinal de
carácter religioso, reverentemente recibido, conservado y transmitido,
sino como una teoría viva y crítica que estudia los hechos, capta las
cosas en movimiento, estudia sus contradicciones y plantea la
transformación de la realidad. Pensamiento científico y acción
revolucionaria de clase. A eso dedicaremos nuestras energías.
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