NOTAS DE ACTUALIDAD.

lunes, 17 de junio de 2013

- Andreu Nin va a ser homenajeado por el parlamento de Cataluña. A Carrillo también le ofrecían homenajes. El señor Pepe Gutiérrez estará todavía frotándose los ojos o pellizcándose de la impresión, nosotros en cambio sabemos que el Estado burgués siempre agradece los servicios prestados.

- La mayoría de los grupos izquierdistas se han puesto de acuerdo: el capitalismo es invencible. Todo lo malo es culpa de Merkel, de la Troika, del neoliberalismo, del Banco Central... Al parecer si toda esa gente quisiera nuestros problemas se esfumarían tan rápido como un caramelo en la cabalgata de reyes. El capitalismo todo lo puede, es infinito y sabio como dios en persona. Por eso no hacen más que pedir planes a quienes ya no saben que hacer. Planes de estímulo, planes de empleo, planes de lucha contra la desigualdad, planes de lucha contra el hambre... Claman por planes que, a la vista está, nunca solucionan nada. En realidad nuestros izquierdistas tienen miedo a perder sus cuatro fanegas, alguna poltrona y cierta capacidad de maniobra para garantizar a sus seres queridos una sombra en este repugnante desierto. No se rompan la cabeza, de eso se trata, tan miserable como eso.

- Los famosos planes los conocemos bien en Asturias. Por aquí llovieron los millones supuestamente para garantizar una alternativa al carbón, si bien el asunto fue por otros derroteros, más o menos tal que así: levantamos empresas de mierda, por ejemplo en Mieres. Esas empresas reciben subvenciones millonarias. Cuando las subvenciones se acaban la empresa también. Fin del plan. Todo como estaba, es decir, en la ruina, excepto el empresario de turno y sus cómplices de tal partido y tal sindicato que se lo llevaron bien fresco. 

- Como ejemplo de la miseria moral en la que viven las organizaciones izquierdistas en esta escombrera llamada España baste este párrafo extraído de las conclusiones de las jornadas Alternativas desde abajo celebradas el 7 y 8 de junio:

"No puede asumirse como punto de partida que la mayoría social quiera obtener la solución de sus problemas concretos con un cambio de modelo político y social, ya que la solución a estas necesidades puede formularse con elementos incluidas en el discurso capitalista (p.ej., poder consumir más, bajar los impuestos). No debe identificarse la existencia de desazón con la asunción del anti-capitalismo. Los movimientos sociales no pueden ni deben sobre-estimar desde su propia perspectiva la demanda social de que se produzca un cambio de modelo."

A esto en mi pueblo lo llaman traición. Todas las conclusiones de estas jornadas están escritas en lenguaje jesuita, propio de la aristocracia obrera y de la pequeña burguesía, pero este párrafo se lleva la palma. Esto se escribe mientras a los niños se les caen los dientes a causa del hambre. Esa "mayoría social" de la que hablan son ellos mismos, pero como son unos cobardes no se atreven a decirlo con claridad.  Son ellos los que no quieren ni escribir la palabra socialismo.