Toussaint Louventure
Hoy 27 de Junio de 2013, tenía lugar la
convocatoria de la cuarta huelga general en dos años en contra de la
política de recortes del gobierno neoliberal de Passos Coello. Medidas
como la reducción del salario mínimo, despido de empleados públicos,
privatización de servicios públicos, desmantelamiento de la negociación
colectiva y dilapidación de derechos sociales, medidas todas ellas
realizadas bajo el dictamen de la Troika (FMI, BCE y la Comisión
Europea) y que pretende hacer pagar el precio del “Rescate” a la clase
obrera portuguesa.
La convocatoria de la huelga general
partió del principal sindicato portugués Confederación General de
Trabajadores Portugueses, históricamente ligado al PCP que llamó a
principios de mes a la huelga bajo el lema “Basta de explotación y
empobrecimiento”. También se unió a última hora el sindicato Unión
General de Trabajadores ligada al Partido Socialista Portugués, a pesar
que reusó apoyar las dos anteriores convocatorias de huelga realizada
por la CGTP. La huelga transcurrió con un amplio seguimiento en todo el
país, especialmente en los transportes públicos (Metro, autobuses,
trenes…) que fueron paralizados desde altas horas de la madrugada.
También secundaron ampliamente la huelga los trabajadores de la
administración pública, especialmente los bomberos, los servicios de
recogidas de basura y los trabajadores de la enseñanza pública que ya
mantuvieron una huelga en su sector hace unos meses luchando en contra
de la política de recortes en educación. Por todo Portugal se sucedieron
marcha de piquetes, manifestaciones y mítines por todos los centros
industriales y por las principales calles del país.
El mensaje del principal sindicato
convocante, la CGTP, es claro: “No son los trabajadores portugueses los
causantes de la crisis, los que han evadido capitales y han cerrado
empresas. La Troika y los medios de comunicación difunden la mentira de
que los portugueses cobran demasiado, cuando tienen uno de los salarios
más bajos de la Unión Europea y los directivos de las empresas las
remuneraciones más altas de la zona euro”. Y añaden, “se trata de hacer
pagar el precio de la crisis a los de siempre, a la clase trabajadora,
mediante el recorte de salario, la dilapidación de la negociación
colectiva y de los derechos sociales y laborales, pero los trabajadores
portugueses son conscientes de que ningún derechos les ha venido
regalado del cielo, todos fueron conquistado gracias a una lucha
sostenida de la clase obrera y la única salida que vemos es por el
camino de la lucha”.
Centenares de miles de portugueses han
acudido a las manifestaciones convocadas por los sindicatos. Entre otras
organizaciones que dieron su apoyo a la huelga participó el Partido
Comunista Portugués, PCP. Su Secretario General Jerónimo De Sousa,
destacó “la hipocresía de un gobierno que decía hoy que Portugal
necesitaba más trabajo y menos huelga y que al mismo tiempo con su
política de ajustes ha destruido 300.000 puestos de trabajo en los
últimos años, colocando la tasa de paro de Portugal en un 18 por
ciento”. Así pues el Secretario General del Partido Comunista señaló “la
gran respuesta que había recibido este gobierno con el amplio
seguimiento de la huelga general en contra de sus políticas anti
sociales”, así como que “esta huelga significa una declaración de guerra
contra el gobierno, los partidos políticos cómplices, la patronal y la
UE por parte de clase obrera portuguesa”.
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