El presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, durante su intervención en la Junta General de Accionistas / BANKIA.
“Ladrones”, “chorizos”, “fraude”, “mentiroso”, “justicia”. Estos fueron
algunos de los gritos que tuvo que escuchar el presidente de Bankia, José
Ignacio Goirigolzarri, durante su intervención en la Junta general de
Accionistas que ha tenido lugar este martes.
Los que protestaban eran algunos de los preferentistas que pudieron acceder al auditorio donde se desarrollaba la Junta. Otras varias decenas de accionistas forzosos tras el canje de su dinero por acciones permanecieron en la calle sin poder intervenir “por problemas de aforo”.
Goirigolzarri hizo un balance sobre la situación económica de la entidad bancaria y explicó los datos “satisfactorios” del primer trimestre del año, que muestran un beneficio neto de 213 millones en el BFA y 72 en Bankia. También indicó que “en los primeros cinco meses del año hemos formalizado operaciones de crédito por más de 5.400 millones de euros”.
Asimismo, aseguró que tienen “un alto nivel de capitalización” y una “liquidez envidiable”, a la vez que negó la posibilidad de una “nueva inyección de dinero”. Además, anunció que se encuentran “en la buena dirección” para cumplir el objetivo de ganar 800 millones de euros este año.
Sobre los preferentistas, el presidente de Bankia dijo: “¿Qué les puedo decir? Que vamos a luchar con mucha fuerza para intentar crear valor en el futuro, porque es verdad que el resultado de su inversión es un resultado muy pobre, no se puede ocultar la realidad”.
En este sentido, repartió la responsabilidad al asegurar que la decisión del canje de obligaciones y participaciones preferentes por acciones se tomó en Bruselas, en concreto, en el plan de reestructuración pactado con el Gobierno español. “El resultado no era el que nos habría gustado, pero la alternativa era mucho peor”, concluyó.
Las explicaciones no convencieron a los preferentistas, ahora accionistas forzosos de la entidad. Una a una las intervenciones tenían una sola palabra en mente: estafa. Un extrabajador del banco afirmó sentirse “un colaborador necesario de la mayor estafa que ha habido en España”. “Tengo una hija con esclerosis múltiple y me han dejado 400 euros de 10.000 que metí”, “mi hija y yo nos tendremos que ir a la calle por su culpa”, explicaron dos de los accionistas en sus intervenciones. Y así uno a uno, decenas de testimonios se escucharon en un auditorio donde una veintena de agentes de seguridad custodiaban sus puertas.
Y fuera más dramas. “Toda mi vida levantándome a las 4 de la mañana para trabajar en Ford y ahora me han dejado sin ahorros”, se lamentaba una persona en los alrededores del lugar donde se desarrollaba la Junta. Junto a él, otro hombre aseguraba tener 48.000 euros y conservar únicamente 800. Eso sí, ahora es accionista, aunque no pudo entrar a la Junta por “exceso de aforo”.
OTRA HUMANIDAD ES NECESARIA
Los que protestaban eran algunos de los preferentistas que pudieron acceder al auditorio donde se desarrollaba la Junta. Otras varias decenas de accionistas forzosos tras el canje de su dinero por acciones permanecieron en la calle sin poder intervenir “por problemas de aforo”.
Goirigolzarri hizo un balance sobre la situación económica de la entidad bancaria y explicó los datos “satisfactorios” del primer trimestre del año, que muestran un beneficio neto de 213 millones en el BFA y 72 en Bankia. También indicó que “en los primeros cinco meses del año hemos formalizado operaciones de crédito por más de 5.400 millones de euros”.
Asimismo, aseguró que tienen “un alto nivel de capitalización” y una “liquidez envidiable”, a la vez que negó la posibilidad de una “nueva inyección de dinero”. Además, anunció que se encuentran “en la buena dirección” para cumplir el objetivo de ganar 800 millones de euros este año.
Sobre los preferentistas, el presidente de Bankia dijo: “¿Qué les puedo decir? Que vamos a luchar con mucha fuerza para intentar crear valor en el futuro, porque es verdad que el resultado de su inversión es un resultado muy pobre, no se puede ocultar la realidad”.
En este sentido, repartió la responsabilidad al asegurar que la decisión del canje de obligaciones y participaciones preferentes por acciones se tomó en Bruselas, en concreto, en el plan de reestructuración pactado con el Gobierno español. “El resultado no era el que nos habría gustado, pero la alternativa era mucho peor”, concluyó.
Las explicaciones no convencieron a los preferentistas, ahora accionistas forzosos de la entidad. Una a una las intervenciones tenían una sola palabra en mente: estafa. Un extrabajador del banco afirmó sentirse “un colaborador necesario de la mayor estafa que ha habido en España”. “Tengo una hija con esclerosis múltiple y me han dejado 400 euros de 10.000 que metí”, “mi hija y yo nos tendremos que ir a la calle por su culpa”, explicaron dos de los accionistas en sus intervenciones. Y así uno a uno, decenas de testimonios se escucharon en un auditorio donde una veintena de agentes de seguridad custodiaban sus puertas.
Y fuera más dramas. “Toda mi vida levantándome a las 4 de la mañana para trabajar en Ford y ahora me han dejado sin ahorros”, se lamentaba una persona en los alrededores del lugar donde se desarrollaba la Junta. Junto a él, otro hombre aseguraba tener 48.000 euros y conservar únicamente 800. Eso sí, ahora es accionista, aunque no pudo entrar a la Junta por “exceso de aforo”.
OTRA HUMANIDAD ES NECESARIA
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