La situación de la Secretaria General
del PP, María Dolores de Cospedal, es más que delicada después de la
delirante explicación sobre la indemnización “diferida” de Bárcenas, que
puso en ridículo toda la defensa del PP en el mayor escándalo de
corrupción política conocido en nuestro país, y que supuso que Esperanza
Aguirre la llamara estúpida en un Comité Federal del PP.
Tras unos día en los que apenas hemos
sabido a qué se dedicaba Mari Caspa, hoy ha intentando resarcir su
imagen de lideresa, rodeándose de la plana mayor del PP y del Gobierno
en un desayuno informativo, nada menos que en el hotel Ritz de Madrid.
El problema es que quien debía lanzar flores era Rajoy, y claro tantas
tonterías ha dicho que más que alabarla ha acabado insultando nuestra
inteligencia.
Así, como si fuéramos completamente
estúpidos, el Presidente del Gobierno ha destacado la «ejemplaridad» de
su vocación de servicio público, y ha recalcado que Castilla-La Mancha
haya sido la comunidad que más reducción del déficit ha logrado, algo
que ha dicho que es esencial para que España cumpla sus objetivos de
consolidación fiscal. Lo que suena a una provocación o insulto desde la
perspectiva de un ciudadano castellano manchego, que ha visto y sufrido
en sus propias carnes el desmantelamiento de la educación, sanidad y
servicios sociales públicos que el Gobierno de Cospedal ha llevado a
cabo en menos de dos años, en los que ha cerrado escuelas rurales,
puntos de urgencias, centros sociales y ha despedido a miles de
interinos, para alcanzar una cifra histórica de más del 30% de paro en
CLM.
El colmo de los colmos se ha producido
cuando Rajoy ha dicho que «No están los tiempos para palabras huecas.
Cuando tanto se necesita la ejemplaridad, poder hablar de María Dolores
de Cospedal es un lujo y privilegio», antes de poner en valor la
«preparación» de la dirigente popular para desempeñar sus cargos. Lo de
ejemplaridad es de traca cuando estamos hablando de una tiparraca que
cobra tres sueldos: el de Presidenta de CLM, el de S.Gral del PP y el de
abogado del Estado, por un total de 150.000 € (en “A”), y que vive en
un cigarral valorado en 2.6 millones de €.
Pero el cachondeo padre se ha producido cuando Cospedal
ha apuntado que volverá a presentarse en las próximas elecciones
autonómicas con el objetivo de lograr mayoría absoluta y que los
ciudadanos “vean los frutos del esfuerzo”, pero ha dicho que si no fuera
así, si no alcanzase la mayoría absoluta , no pasaría nada pues su
Gobierno ha hecho “lo que había que hacer”.
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