Javier Del Valle Monagas Maita
Es
insostenible el fraude de una moneda que no posee ningún respaldo o
garantía para ser nada más y nada menos, que el mecanismo de pago de
las transacciones comerciales y económicas del mundo. Encima de eso, la
nación origen de esa moneda es la de mayor deuda externa e interna a
nivel global, cuyo aparato productivo va en franca destrucción y su
economía interna es una prensa que se contrae a cada rato, dejando en la
calle a los trabajadores, pequeños empresarios, comerciantes, etc.
Devorando los ahorros de los trabajadores, robándose las pensiones de
los jubilados, expulsando de sus viviendas a la clase media y a los
pobres, pero subvencionando a los banqueros y grandes capitales.
Eliminado los servicios básicos gratuitos, privatizándolo todo y a
precios inalcanzables para las mayorías, eliminado de cuajo las
garantías fundamentales ciudadanas, pero promoviendo las ventas de
armas, de drogas, y otros vicios sociales.
Ante
ese seguro descalabro de la moneda fraude (Dólar). Los países más
avezados, están volviendo a convertir sus reservas en oro. Así vemos a
China, Rusia, Alemania, USA, Japón, Venezuela, etc. Asegurando sus
reservas en sus propias arcas e incrementando la compra del metal
amarillo. No hay dudas que el aumento de la población mundial, la
competencia económica, industrial, científica y tecnológica; aunado al
rápido agotamiento de las fuentes de energía no renovables, las
naturales, la escases del agua dulce, que se acentúa más; así como las
nuevas fuentes de minerales estratégicos para la tecnología, conforman
un panorama de competencia salvaje por tener el mayor control posible de
todo eso. Como es sabido, las fuerzas decadentes cometen actos de
desespero por tratar de mantener la supremacía que ostentaron. Al mismo
tiempo, las emergentes, hacen lo propio para desplazar y ocupar los
lugares superiores del poder mundial.
Esa
alocada angustia de muchos países y personas por hacerse de muchos
dólares, con el fañoso pretexto de tener fortaleza, servirá para acabar
de dar forma al caos preparado por esa oligarquía capitalista, elitista,
mundial y que empezó con el despojo de sus ahorros, pensiones y
pequeños capitales a las mayorías de la población de clase media y pobre
en los países europeos y en la propia USA. Lo mismo que la demolición
de todas las reivindicaciones obreras y hasta el legítimo derecho a
elegir gobernantes; cosa que da origen a los actuales conflictos en
Grecia, Italia, España, Francia, Portugal, Irlanda, Alemania USA,
Inglaterra, etc.; y que ha servido para que se cumpla la primera fase
del plan maquiavélico de la mafia capitalista Sion-yanqui–judía de
concentrar en menos manos más capitales. Pero el asunto es que ya ese
capital no será representado en dólares pronto. Ellos decidieron
ponerle un fin a la fulana moneda. Para eso han sobre impreso una
cantidad irracional de ese símbolo, para que los que se atiborren con
él. Cuando llegue el momento, quedaran totalmente arruinados y
despavoridos.
Esta
es una alerta al proceso bolivariano. Sálgamonos de esa trampa caza
pendejos que es el dólar. Es necesario establecer convenios directos
con otras naciones industrializadas, a los fines de romper todo nexo
tecnológico e industrial con EE.UU. Pensemos que, por más que se
agote, el petróleo es la energía mas barata y accesible en estos
momentos y, por un largo tiempo más y que su valor es estratégico, por
lo tanto no es rentable ni lógico cambiar energía por papeles entintados
sin valor real. Fortalezcamos al Bolívar, al Yuan, u otras monedas,
que estén respaldadas por valores comprobables y no por invasiones,
cadáveres, armas o genocidas.
Es urgente romper todo
nexo con la moneda Sion yanqui. Esas mafias planean una gran estafa
global y cuando den el paso definitivo, los incautos quedarán arruinados
y a merced del clan. Los signos y acontecimientos son claros ¿Que más
hace falta para comprender el juego macabro?
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