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miércoles, 5 de diciembre de 2012

EL SIONISMOS PERMEA EL ACERO

Palestina y Sabina y Serrat: entre falacias y noblezas.

 

por Marcelo Medrano
(“Y sin embargo,…”, acompañado de silencios)
  1. Hace exactamente 65 años, en 1947, la Asamblea General decretó la Resolución 181: el compromiso infame de invención de un Estado israelita dentro de territorio palestino. Hoy, 29 de noviembre, Palestina ha conseguido una importante victoria en las Naciones Unidas al ser reconocida como Estado observador no miembro. Este histórico paso ha hecho declarar al primer ministro sionista israelí, Benjamín Netanyahu, que esa decisión “no acercará más la paz, sino que de hecho la alejará más”, y que “no importa cuántas manos se levanten contra nosotros, no hay poder sobre la tierra que me haga renunciar a la seguridad de Israel”… Declaraciones-amenazas que obligan a preguntarse qué piensan los sionistas y cómo ven ellos a Palestina.
  2. Aplaudidas a rabiar, de pie, en 1982, en la Knesset (el Congreso israelí), las siguientes palabras salidas de los labios de Menahen Begin, primer Ministro israelí, reflejan el real pensamiento sionista: “Los palestinos son bestias que caminan sobre dos patas”. Textual hasta la médula, esta frase sintetiza el mirar y el sentir del sionismo sobre todo un pueblo. Las bestias son salvajes, están sedientas de sangre judía y no tienen historia como para mínimamente conmoverse con, por ejemplo (porque ejemplos abundan y son demasiados), el genocidio despiadado de diciembre 2008 y enero 2009 de Israel sobre la población de Gaza…
  3. Desde 1948, Palestina vive la agresión, colonización, limpieza étnica y violación de infinidad de derechos humanos por parte de Israel. Cabe recordar que el Estado israelita es el país que jamás ha cumplido las resoluciones y recomendaciones de las Naciones Unidas (más de seiscientas) ni las sentencias de tribunales internacionales. Acaso ello le envalentone para que sea, también, el único país que no haya entregado su mapa de fronteras definitivas a ese organismo, porque la política israelí es no tener fronteras con Palestina, sino líneas móviles de alto al fuego.
  4. Gaza es la cárcel a cielo abierto más grande del mundo: una valla interminable de acero, cemento, alambre, electricidad, rodea la franja de norte a sur. Nada entra ni sale de Gaza si no es con el permiso y la vigilancia del ejército israelí. Desde esa valla hacia adentro del territorio palestino, hay una zona paralela prohibida (no-go zone) a todo su largo de entre mil y 1500 metros de ancho, supervigilada por militares israelíes. Cinco accesos permiten el ingreso de alimentos: cuatro cerrados desde 2008 y, uno, esporádicamente abierto para el ingreso de los poquísimos camiones permitidos con alimentos de la ayuda internacional. Por cierto, por el mar, a lo largo de cuarenta kilómetros costeros, la marina (buques y submarinos) controlan que los pescadores gazatíes no sobrepasen las tres millas para sus faenas. Tres millas permitidas de su propio mar territorial… Al sur, la primavera árabe egipcia permitió abrir un paso, el sexto, que, en complicidad con Israel, estuvo igualmente cerrado en la época Mubarak.
  5. Hacia esa cárcel, la región más densamente poblada del mundo, de manera sistemática y certera, las fuerzas armadas israelitas han disparado sus misiles de última tecnología. En el ataque de las últimas semanas de este noviembre, se sumaron los bombardeos desde sus barcos de guerra. El ejército tecnológicamente más poderoso de medio oriente constantemente lanza, sobre la Franja, sus fuerzas de satélites, aviones, submarinos, barcos, tanques, retroexcavadoras, carros de guerra, misiles y rifles sobre una milicia –que no ejército, falacia mediática- con rifles, pocos misiles, sin carros de guerra, ni retroexcavadoras y tanques, sin barcos ni submarinos, sin aviones ni satélites… Palestina (Cisjordania y Gaza) no tiene ejército: los Acuerdos de Oslo (que Palestina sí los ha cumplido) lo prohíben. Sin embargo, parte de la campaña mediática internacional –bloqueo y genocidios de por medio- consiste en vender la idea del enfrentamiento entre dos “ejércitos”…
  6. El rechazo a la política sionista sobre Palestina y Medio oriente ha movilizado la solidaridad de los pueblos. Sin riesgo a equivocarme, desde hace décadas, la lucha palestina ha forjado el pensamiento y las acciones de toda la izquierda en el mundo, confiriéndole un elemento contundente de mirarse como Humanidad. Refiriéndose a la resistencia en la Franja de Gaza, vale recordar que “allí, en Gaza, sobrevive la nobleza humana casi en estado puro” (Alejandro Moreano). En otras palabras, ser de izquierda hoy día pasa por ser palestino, sin importar el lugar del mundo que se habite, y sin términos medios que condicionen el pensar o el sentir.
  7. Desde hace algunos años, las violaciones sistemáticas del Estado sionista de Israel han provocado reacciones contundentes. Una de ellas es la Campaña BDS: Boicot, Desinversión y Sanciones: consiste en el boicot al consumo de productos y rechazo a las expresiones políticas y culturales israelitas. Así de simple, y de complejo. Sobre todo en Europa, las organizaciones de solidaridad con Palestina llevan adelante el boicot activo al sionismo de exportación de productos e ideas. Algo se ha hecho. En la parte política y cultural, los activistas han logrado impedir la realización de conciertos o discursos y hasta de partidos de fútbol.
 
Esto que parece una expresión visceral de retaliación guarda en lo profundo una absoluta coherencia política. Israel maneja una política de difusión internacional, apoyada en las grandes corporaciones de comunicaciones, de vender al mundo la imagen de una sociedad que vive en absoluta normalidad, salvo cuando los “de dos patas” intentan aterrorizarla y destruirla. El sionismo político (“sionazismo”, James Petras) es el principal pilar ideológico de la sociedad israelí, al punto de buscar el reconocimiento en pleno siglo XXI de un “Estado Judío”. Basta mirar las exigencias de pureza racial y religiosa judías para reconocer a un Estado racista y teocrático arropado en el disfraz de la “única democracia de medio oriente”. Israel es una economía industrial que en el más de 70% depende de la industria militar, ligada a la gran industria de armas estadounidense. El sionismo racista se adoctrina desde la educación básica (http://www.michelcollon.info/Les-Palestiniens-sont-des-betes.htm y http://www.atilioboron.com.ar/2012/11/hija-de-general-israeli-denuncia-la.html ) y es la matriz ideológica que permitió, en 2008, cuando la masacre en Gaza, a Avigdor Lieberman (actual Ministro de Relaciones exteriores israelí) pedir: “la solución no es la invasión, la solución es como la que EE.UU adoptó con Japón, sin ensuciarse las manos”, es decir, un ataque atómico. Similar camino propuso el hijo del exPrimer Ministro Ariel Sharon, Gilad, durante el último ataque a la Franja (http://laiguana.tv/noticias/2012/11/22/2491/HIJO-DE-ARIEL-SHARON-ISRAEL-DEBE-APLASTAR-A-TODA-GAZA.html ).
  1. Israel exporta hacia el mundo la imagen de vivir en total “normalidad” y de sensatez cuando bombardea población civil, cuando su economía depende de la industria de muerte, cuando afirma la necesidad de la limpieza étnica durante décadas… Y para ello, no solo envía emisarios culturales, empresariales y políticos hacia el mundo que justifiquen sus acciones, sino que, también, lleva a políticos, empresarios y gente ligada a la cultura y comunicación a que “visiten” Israel… (Eso sí, solo Israel, nada de acercarse a las fronteras con Gaza y Cisjordania).
 
Desde hace años, importantes artistas han sido llevados a Israel, lo que le ha traído importantes frutos, sobre todo, en el silencio de todos aquellos. Con el dolor del alma, porque hay dolor y desazón, artistas de la talla de Mercedes Sosa, León Gieco, Fito Páez y Víctor Heredia han visitado Israel, realizado giras exitosas, y regresado con un descomunal silencio sobre la causa palestina. Ellos visitaron Israel incluso luego del genocidio del 2008-2009 en Gaza, y sin un ápice de solidaridad con los asesinados, jamás se pronunciaron al respecto: la Negra Sosa (octubre 2008, durante el endurecimiento del bloqueo), Gieco (julio 2009), Víctor (mayo 2010), y Fito (junio 2011), con su presencia y su sonoro silencio, allá, avalaron la política de “normalidad” del sionismo, del sionazismo. Inexplicable y doloroso, todos ellos militantes por décadas de la defensa de los pueblos y sus derechos, que padecieron la dictadura y la represión-desaparición de miles de compatriotas, que escribieron temas que forman parte ya de la insumisa tradición de libertad de Latinoamérica, recibieron cartas con miles de adherentes que les pedían, en nombre del pueblo palestino, no ir a Israel, y sumarse y fortalecer la campaña de BDS, como la franca denuncia de las atrocidades del régimen israelí. Sin resultados...
Por otro lado, Eduardo Galeano, Roger Waters, Jean-Luc Godard, Devendra Banhart, y muchos otros alrededor del mundo, han rechazado frontalmente tal invitación: su presencia y su arte no puede volverse cómplice con el silencio.
  1. Al representativo grupo que ha recibido cartas para sumarse a la campaña BDS y que las han eludido se añaden, también con desazón y dolor de nuestra parte, Joan Manuel Serrat y Joaquín Sabina. El 21 de junio de este año, mientras Sabina y Serrat daban su concierto en Tel Aviv, la fuerza aérea israelí asesinaba a 7 palestinos en la franja de Gaza. En enredados argumentos, ambos artistas justificaron su viaje y evitaron responder –antes y después- preguntas sobre los palestinos. ¿Dónde quedó la tradición insumisa y solidaria de aquellos? No lo sé,… solo que, escuchando sus temas estos días, un silencio incómodo ha aparecido y acompaña ya a todos ellos…
  2. Negamos de manera absoluta la “normalidad” que construye y vende el sionazismo. Con la causa palestina se está decidiendo el futuro del medio oriente y el de la Humanidad entera; por ello, esta histórica fecha de 29 de noviembre es digna de celebrarse y defenderse, aunque el costo seguirá siendo que, gota a gota, el sionismo en forma de fuego descienda desde el cielo…
  3. (Desliz personal: Mi ausencia al concierto de Sabina y Serrat del viernes 30 de noviembre, en Quito, es para evitarme el asco de la inconsecuencia política, aunque entre la cabeza y el corazón se me ha encerrado el grito dirigido al genial Serrat de: “Palestina también existe…”).
OTRA HUMANIDAD ES NECESARIA 

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