PALABRAS PARA EL DIÁLOGO: ¿ IU CÓMO ALTERNATIVA?
Pedro Pascual
El tiempo corre velozmente y junto a él
los acontecimientos: Deuda pública, Prima de riesgo, Déficit, Rescate,
Independencia, etc. Hechos que nos explotan en las manos impidiéndonos
que reflexionemos sobre ellos más que un día o un mes, pues para los
siguientes se sucederán con igual rapidez otros temas de vital
importancia sobre los que pensar y debatir que serán a su vez relevados y
retirados a la cuneta de los parias que lo sufren en sus carnes.
Ante la actual situación, preguntaba a
un amigo, “¿Qué alternativa tenemos?”, él indicó que la única posible,
“Es que las próximas elecciones las ganase Izquierda Unida, y al día
siguiente, pero al día siguiente, saliesen a la calle millones de
personas para refrendar las medidas a tomar por el futuro gobierno”[1] Esta respuesta, claramente, trajo un interesante debate.
Antes de proseguir, creo conveniente el
señalar que mi voto siempre ha sido para Izquierda Unida en cada una de
elecciones que se han desarrollado desde que cumplí dieciocho años,
excepto el año en el que Iu pactó candidaturas con el Psoe para el
Senado[2]. E igualmente indicar que hace un par ellos decidí militar en el PCE.
Tras lo dicho, podemos entrar ya en el
debate. “¿Y qué es aquello que aquellos millones de personas deberían
respaldar en la calle?:
¿Izquierda Unida sería capaz de actuar
sin miramientos? ¿En esas futuras elecciones Izquierda Unida emplearía
el clásico lenguaje marxista y socialista buscando una revolución
“democrática? ¿Y posteriormente las traduciría en hechos? Es decir,
¿Izquierda Unida tendría el valor de expropiar y nacionalizar? ¿de
enfrentarse a la “troika”? ¿de actuar de acuerdo a sus “bases”? O por lo
contrario, ¿indicaría que habría que ser cautos? ¿que no había que
tener prisas en cambiar las cosas? ¿que había que ir paso a paso? Es
decir, asumiendo “que el poder no lo tiene quien lo ejerce, sino quien te puede cesar por ejercerlo”, y por lo tanto asumiendo una postura reformista (o eurocomunista) o socialdemocrata que de nada ha servido a la clase obrera.
¿Pero por qué dudar?
Sin duda alguna, la única posibilidad de que exista algún gobierno de “izquierdas” en
este país, a día de hoy, pasaría por un hipotético apoyo masivo a
Izquierda Unida. Lo que está por ver es a través de qué camino puede
alcanzar ese respaldo y su posterior actuación, y en todo caso esto
entrá dentro de las conjeturas y de la especulación basada en las
experiencias históricas (¿estamos actuando en el presente de acuerdo a
las lecciones que nos ha dado el pasado?), suposiciones que no pueden ni
deben cegar la cruda realidad existente, la real no la futura, lo que es no
lo que será. Y ello es lo que genera la mayor de las dudas a antiguos
votantes y a nuevos votantes, a militantes o a futuros militantes.
¿Por qué?
Es extraño que en el vocabulario de Iu esté desaparecido el término Socialismo,
es raro que se usase hasta la extenuación a Keynes y se dejase en el
campo del olvido a Marx, que el coordinador general se afilie al
sindicato qué apoyó la reforma de las pensiones, etc (¿estrategia para
acumular fuerzas?) Pero lo que es inconcebible es que en estos momentos
no sea capaz de ser alternativa. ¿Cómo serlo si no se Rebela? Es decir, ¿cómo no dudar cuando asume y realiza recortes? (Andalucía, Rivas Vaciamadrid, San Fernando de Henares)[3].
Hace menos de un año planteé esta
cuestión a un camarada y su respuesta fue, “En ocasiones el recorte
dicho es falso, en otros Iu consigue que sea el menos malo, y algunos
son ciertos, pero es que nada se puede hacer desde un
ayuntamiento o desde la junta.”. Incluso he escuchado aducir que es muy
complicado el hacer algo distinto dentro del sistema capitalista de
producción con la actual “crisis”, y algo de razón pueden tener, pero
¡Entonces porque hablar casi siempre de reformar el capitalismo y no
señalar a las claras la necesidad de un cambio de sistema! Es decir, sin
ser la misma, la justificación de los recortes allí donde Iu tiene más
que palabra era muy parecida a la ofrecida por PP-PSOE. ¡Cómo pretender
entonces ser un partido de masas! ¡Ser la alternativa al poder!
Los fracasos de los distintos
movimiento (espontáneos, gremiales o sindicales, etc) ha demostrado que
en estos momentos se necesita una organización que sea avalada por una
mayoría, aprendiendo de las traiciones o estafas del PSOE y
CC.OO (sin olvidar que sus actos son debidos a su creencia a ultranza en
el sistema de producción capitalista, en su pensamiento no existe otra
alternativa), ¿Está puede ser Iu? Sin duda alguna debería haberlo sido, pero actualmente falla por arriba: no se plantea el tomar el poder,
con todo lo que ello conlleva. Y además yerra en las instituciones
donde muchos de sus votantes o futuros votantes observan que Izquierda
Unida cuando gobierna actúa de manera similar en materia de recortes a
los trabajadores, lo cual hace que se piensen mucho su próximo voto[4] o llegan a la conclusión de que todos los políticos son iguales a la hora de la verdad[5]. En definitiva, ¿si no se puede hacer nada en las instituciones dentro del capitalismo, qué hacemos en ellas? Lo que está claro o al menos lo que se observa y se escucha a día de hoy es que la gente que votó
por Izquierda Unida se está pensando el volver hacerlo al sentirse
decepcionada y los que pensaban el hacerlo señalan que Iu también
colabora en los recortes. Es decir que parte de los que estaban se
pueden ir y de los que iban a venir puede que no lleguen.
¿Qué nos queda entonces?
En estos cinco años de crisis (¿cuándo
no la habido para la mayoría de la clase trabajadora?) ninguna
organización política o sindical o movimiento social ha conseguido ser
de masas, ser alternativa. Izquierda Unida ha crecido poco[6]
– ¿de qué sirve el alcanzar un 11%? ¿o caso se piensa en hacerse el
harakiri pactando con el Psoe? (¿y por qué no añadir UpyD para
constituir una mayoría estable?)- y los distintos movimientos que se han
sucedido en estos últimos años ( 15M, huelgas generales, la marcha
minera, la marcha del SAT, 25S, etc) apenas han conseguido algo (siendo
muy consciente de que para lo mal que estaba la conciencia de clase,
mucho es lo que se ha alcanzado) y ello queda reflejado en que la clase
trabajadora cada vez está peor.
¿Qué hacer?
Sin duda alguna la alternativa debe
residir en alguna manera de convergencia, la cual solo es real si se
hace en torno al socialismo (sino es ficticia, u oportunista). Y esta
convergencia que aúne a la clase trabajadora y pretenda ser la
alternativa, lo podrá ser porque se enfrenta al sistema capitalista con
otro modelo económico, el socialismo. Alternativa que ha de ser
desobediente, irreverente, crítica, luchadora y sobre todo de masas.
Para ampliar el desarrollo de este diálogo, dos apuntes:
Y por otra, las inteligentes palabras
dichas por el secretario del PCPE durante el XIV Encuentro de Partidos
Comunistas y Obreros,
“Por último, una reflexión que
consideramos esencial: Todo lo que se está hablando en esta sala, todos
los buenos análisis que se están realizando y las interesantísimas
propuestas que se están haciendo, avanzarán o no, fructificarán o se
quedarán en meros propósitos dependiendo fundamentalmente de un
elemento: La existencia o no de un fuerte y cohesionado ideológica,
política y organizativamente Partido Comunista que ejerza y sea
reconocido por la clase obrera como su vanguardia política.”[7]
Para finalizar, considero oportuno el recordar las palabras de un camarada,
“Yo decidí militar en Izquierda Unida cuando se empezó hablar de Socialismo del siglo XXI y se quería realizar una Refundación para construir una Izquierda anticapitalista y republicana. Pasados los años ¿Qué ha quedado de todo aquello?”
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