martes, 4 de septiembre de 2012
La
probabilidad que tiene un negro de morir prematuramente duplica la de
un blanco, sea por muerte violenta o por enfermedad. Un negro de cada
cuatro sufre pobreza y, de esos, la mitad vive en la miseria.
La
tasa de desempleo de los negros es el doble que la de los blancos. Por
ejemplo en la ciudad de Nueva York, el paro en hombres de raza negra
supera el 50%. Y no van mejor las cosas entre la gente joven. En el
desempleo juvenil las tasas de paro son un 16% para blancos y un 33,4%
para negros.
Y a todo esto, resulta que el presidente de Estados Unidos es negro.
Un negro con el alma blanca que para eso lo pusieron ahí los oligarcas.
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