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viernes, 14 de septiembre de 2012

RYANAIR.COM. PRECIOS CON ALAS

Cómo Ryanair intenta que acabemos pagando más al reservar un billete online

Una web poco intuitiva, recargos y más recargos e increíbles sobreprecios por facturar la maleta en el aeropuerto o por olvidar la tarjeta de embarque en casa pueden incrementar sobremanera el importe final de los billetes


Cómo Ryanair intenta que acabemos pagando más al reservar un billete online
La mayoría de los usuarios de Ryanair coinciden en una cosa: si eligen volar con ella, es por su bajo precio. Desde su fundación, en 1985, la aerolínea irlandesa ha apostado por una política de vuelos «low-cost» que la ha convertido en una de las compañías más utilizadas del viejo continente. No obstante, si el viajero no quiere llevarse una desagradable sorpresa con el importe final del billete deberá mantenerse muy alerta.
En especial, los mayores recargos tienen que ver con la facturación de la maleta, ya que el coste varía entre los 15 euros que cuesta una de menos de 15 kilos en temporada baja hasta los 150 euros de la segunda maleta en temporada alta y vuelos seleccionados, y por ello muchos viajeros optan por viajar únicamente con el equipaje de mano. No obstante, aquí también habremos de tener cuidado, puesto que cada kilo extra nos supondrá un desembolso añadido de 20 euros.
Por otro lado, aquel que quiera viajar con la compañía dirigida por Michael O'Leary deberá, antes incluso de iniciar la compra propiamente dicha, aceptar los términos de uso de la página de Ryanair. Una web, por cierto, que los usuarios califican de cualquier cosa salvo de intuitiva, ya que para poder reservar su vuelo a un precio asequible deberemos esquivar todo un aluvión de recargos que incrementan notoriamente el precio final.

Un seguro difícil de esquivar

Así, tras escrutar en detalle los horarios de salida de los vuelos -los precios pueden varian en más de cincuenta euros de un día para otro-, comenzará la odisea. En primer lugar, deberemos decidir si queremos entrar primero o no al avión, seleccionando «embarque prioritario», algo que, si viajamos acompañados, puede ser clave, ya que sino es muy posible que no consigamos asientos cercanos a los de nuestros acompañantes. Dicha opción añadirá 10 euros al precio final del billete.
Tras ello, Ryanair nos ofrecerá la posibilidad de contratar un seguro de viaje, algo que ya incorporan la mayoría de tarjetas de crédito -y que el usuario normalmente desconoce-. Aquí debemos prestar mucha atención, ya que si no queremos contratar el seguro deberemos seleccionar la opción «No quiero asegurarme» de un desplegable con nombres de países... en inglés.
En el siguiente paso, la aerolínea pregunta sin deseamos recibir un mensaje de texto con la confirmación y los detalles del vuelo, con un coste de 1,50 euros -que suben a 2,5 euros si queremos el servicio «prepárame para mi vuelo», que incluye recordatorios adicionales. La aerolínea ofrece tanto el número de reserva como los detalles del vuelo de forma gratuita en un correo electrónico que envía al usuario, pero no lo recuerda en este apartado.
Posteriormente, dentro aún del proceso de reserva, la compañía vende dos tipos de maletas dentro de la sección «Equipaje de mano aprobado por Ryanair», a un coste de entre 99,00 y 59,00 euros. La presentación de nuevo induce a confusión, ya que el posible viajero puede seleccionar las maletas creyendo que el apartado se refiere a qué tipo de maleta llevará con su propio equipaje.
Una vez rellenados todos los datos de esta parte de la facturación, si hemos optado por no elegir el seguro de viaje que oferta Ryanair -a un precio de 15 euros-, saltará una ventana que nos advertirá, en letras mayúsculas, que "¡Mucha gente se arrepiente profundamente de no tener seguro de viaje!" y que "Una emergencia en el extranjero podría costarle muchísimo dinero", al tiempo que pregunta "¿Vale la pena correr el riesgo?". Para cerrar la ventana sin pagar el seguro de la aerolínea deberemos clicar en «No, gracias, correré el riesgo», un botón que no aparece destacado en absoluto en comparación con el de «Sí, cubrir mis vacaciones».
Tras todo este proceso, aún no habremos terminado. El siguiente paso será esquivar una nueva ventana que nos obligará a decidir si queremos o no alquilar un coche en nuestro lugar de destino. Hecho esto, aún quedará rellenar un formulario con nuestros datos personales y, a partir del decimoquinto día antes de subir al avión, imprimir por nuestra cuenta y riesgo la tarjeta de embarque, algo que tendrá un coste de seis euros si lo hacemos en casa, pero que se incrementará diez veces, hasta los 60 euros, si se nos olvida y nos vemos obligado a hacerlo en el propio aeropuerto justo antes de viajar.

NOTA DEL BLOG;  Resumiendo...... Una fraudulenta compañia que acabara incremento el precio de su pasaje de avion mucho más del doble, sobre el precio inicial de vuelo que pomposamente propone en sus anuncios engañosos como "LOW COST" (bajo costo) y que le obligará a emitir via "ON LINE" su propia Tarjeta de Embarque, sepa Vd. hacerlo ó no.  Trabajo y costo que Vd. le ahorrará a dicha línea aérea, y que si no sabe hacerlo, sobre todo en personas mayores, tendrán que pedir el favor, al hijo, al vecino ó al amigo, para cumplir los interminables requisitos, muchos de ellos tramposos,  que dicha compañía aérea le exigirá como viajero.

OTRA HUMANIDAD ES NECESARIA

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