Mariano apela al opio.
Hay
cosas que el gobierno no puede permitirse por posible peligro. Que esta
sociedad se quede sin ver partidos de fútbol por televisión sería muy
grave, y de ahí que haya apelado a las partes en disputa para que logren
rápidamente un acuerdo en la transmisión de partidos. Todo un dato.
El
Gobierno se ha erigido en árbitro de la III Guerra del Fútbol, que
enfrenta desde hace dos meses a Prisa y Mediapro por el reparto de los
derechos televisivos de los equipos de primera división. Un movimiento
que el grupo que preside Juan Luis Cebrián ha solicitado varias veces.
El secretario de Estado para el Deporte, Manuel Cardenal, se reunió ayer
por la tarde con el editor de El País y la productora para lograr un
acuerdo antes del fin de semana, cuando empieza la Liga.
"Cardenal
tiene contactos habituales con el mundo del deporte, sobre todo con los
operadores de televisión, y está colaborando en todo lo posible para
que encuentren una solución", aseguran desde el Consejo Superior de
Deportes.
El
secretario de Estado, que ayer presidió la Asamblea de la Liga de
Fútbol Profesional (LFP), aseguró a los clubes que haría todo lo posible
para "evitar una guerra de operadores", por lo que va a mediar en la
maratón de reuniones que celebran estos días los operadores. "Trata de
imponer sensatez en el proceso. Lo último que quiere ahora el Gobierno
es tener un problema con el fútbol y que los partidos no se
retransmitan", explicaron fuentes cercanas a las negociaciones. El
problema es que, a tres días de que empiece la temporada, la misión de
Cardenal parece imposible. "Es muy complicado lograr un acuerdo entre
Prisa y Mediapro ya que las diferencias son muy grandes, aunque los
políticos logran milagros", explican estas mismas fuentes.
Ley del Deporte
La
de ayer fue la tercera reunión de la Liga a la que asistió el
secretario de Estado. En los primeros encuentros metió en vereda a los
clubes para que se pusieran al día con los pagos a Hacienda mientras que
en la de ayer adoptó un papel de mediador y conciliador. Entre otras
cosas, Cardenal aseguró que iban a poner todo de su parte para "superar
esta situación y que los operadores televisivos encuentren una fórmula
que les permita rentabilizar las importantes inversiones que realizan". A
su vez, sacó del cajón la Ley del Deporte y explicó que el Gobierno
trabaja para dotar de nuevos mecanismos legales al fútbol profesional.
"Los retos del deporte no son los mismos que hace dos décadas y la
legislación ha quedado obsoleta", explicó el secretario de Estado.
Sogecable,
propiedad de Prisa, Mediaset y Telefónica, tiene los derechos de 12
equipos de fútbol entre los que se encuentran la Real Sociedad, el
Atletic de Bilbao, el Espanyol, el Celta de Vigo, el Sevilla o el
Atlético de Madrid, mientras que Mediapro no llega a los 10 clubes de
primera división, entre los que se encuentran el Real Madrid y el
Barcelona, que concentran el 50% del pay per view.
Esta
situación obliga a la productora catalana y al grupo que edita El País a
ponerse de acuerdo para poder emitir la Liga a través de la televisión
de pago, ya que si no se tienen al menos 15 equipos no se puede
retransmitir ni la mitad de los enfrentamientos, lo que pone en juego la
rentabilidad de las inversiones y sus plataformas (Canal + y Gol T). No
es fácil comercializar un canal de pago que no de la mayor parte dé los
partidos.
El
quid de la cuestión es el dinero. Prisa valora los derechos deportivos
que posee al precio que los ha adquirido, lo que supone un 30 por ciento
más de lo que pagaba Mediapro. Y es este sobreprecio el que la compañía
de Jaume Roures no está dispuesto a pagar por retransmitir
conjuntamente los enfrentamientos. Por ejemplo, Sogecable ha pagado 23
millones por el Celta de Vigo mientras que Mediapro sólo ofreció 13
millones.
A
su vez, a la catalana no le gustan los movimientos que está llevando a
cabo la editora de El País para hacerse con más derechos. Según informan
fuentes cercanas a la Liga, Prisa está negociando con los equipos de
primera de G-30 para explotar sus derechos.
La Liga presiona
Aunque
no se emitan los partidos, la LFP aseguró ayer que habrá Liga. "Estamos
pendientes de que los operadores lleguen a un acuerdo antes del sábado,
pero va a haber fútbol este fin de semana", explicó José Luis
Astiazarán, presidente de la LFP, tras el fin de la Asamblea en la que
todos lo equipos expusieron sus quejas sobre la delicada situación de la
competición profesional.
La
Real Sociedad fue uno de los equipos que se mostró más beligerante.
Jokin Aperrabay, presidente del club donostiarra, denunció la
"inseguridad jurídica de sus contratos televisivos" que puede hacer
peligrar los resultados económicos del club. La Real Sociedad, que ha
firmado con Prisa para los tres próximos años, denuncia impagos por
parte de Mediapro, igual que el Zaragoza o el Espanyol.
Enrique
Cerezo, presidente del Atlético, explicó que el grupo de 13 clubes,
conocidos como los rebeldes, iban a luchar hasta final para conseguir
sus objetivos en el tema de un reparto más equitativo.
eleconomista.es
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