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viernes, 22 de junio de 2012

CUANDO HABLEMOS CLARO


  • 22 de junio del 2012
Ray Lorens
¿Cuándo se va a hablar de las condonaciones de deudas a los bancos?
¿Cuándo se va a hablar de las condonaciones de deuda de los bancos a los partidos políticos?
¿Cuándo se va a abordar que en política un mensaje para que sea escuchado y cale en toda la población hace falta una inversión millonaria en publicidad, que si los bancos no te “prestan” no haces?
¿Cuándo se va a hacer notar que todos los partidos con representación parlamentaria tienen deudas con los bancos?
¿Cuándo se va a detallar el nivel de dependencia económica de las radios, las televisiones, los periódicos, las revistas con los bancos?
Si estoy en contra del sistema y voto un partido político o coalición que para presentarse a las elecciones y hacer la campaña electoral lo hace con préstamos bancarios, pues está claro: siempre apoyaré a un partido dependiente, una opción que ha firmado un contrato con “letra pequeña” para poder conseguir ese dinero; por lo tanto siempre estaré votando una opción política que cuenta con el visto bueno de la banca.
Yo he votado al PCPE y he hecho campaña al PCPE en las últimas municipales y en las últimas generales; sólo han conseguido ciento y pico mil votos en todo el país que han ido doblando en cada elección. ¿Parece insignificante? Como negocio del “politiqueo” un desastre; como opción ética y coherente: sobresaliente. Pueden decir lo que piensan y actuar en consecuencia no están con el problema de tener que caer bien a unos accionistas para obtener mejores condiciones en los préstamos o que les asfixien económicamente por de repente ser inoportunos.
De repente todo pertenece a los bancos, pues lo bancos prestan a los ayuntamientos, al estado, a los agentes inmobiliarios, patrocinan la cultura, son los verdaderos dueños de las viviendas que no se han terminado de pagar ……ecétera,ecétera,ecéterat
¿Así cómo se puede cambiar un sistema desde dentro? ¿No está demasiado monopolizado el poder económico privado?
¿Acaso no estamos viendo cómo cuando las malas inversiones llegan los bancos tiran de sus riendas, de su Estado arrendado, de sus políticos aupados con sus económicamente costosísimas campañas propagandísticas?
¿Acaso en lugar de rebatir con argumentos no utilizan sus ejércitos de periodistas a sueldo a difundir las noticias debidamente filtradas? ¿Acaso no usan difamatorias campañas para sembrar el descrédito de personas porque son incapaces de rebatir con argumentos? ¿Acaso no obligan a hacer pasar hambre, frío y carencias a todo un pueblo para que sea la gente sencilla la que pague sus espantosas y ruinosas inversiones financieras?
Y todo con periodístas a sueldo, sindicatos y sindicalistas, políticos a sueldo, partidos políticos de toda la izquierda y toda la derecha parlamentaria endeudados y con un ejército de “liberados” económicamente dependientes.
Pero ¿alguno de esos que negocia un préstamo acaso no va a preguntar al dueño de la entidad bancaria en que lo solicita la opinión que le merece el programa electoral ó cual será su política de pactos ó de gobierno?.
No, en estas condiciones un sistema no se puede cambiar desde dentro; sencillamente porque los bancos y, la clase social a la que estos pertenecen, devoraron ya hace mucho tiempo hasta los cimientos sobre los que se erguía orgullosa y llena de valores la democracia.
Estos lobos se dieron un festín cercenando y engullendo, uno a uno, todos los miembros de la democracia: todos sus poderes independientes cayeron bajo las fauces de la codicia.
Yo he votado y seguiré votando a los que no han pedido préstamos, porque no ven en las elecciones la vía que permita cambiar el sistema.
No es hora ya de seguir siendo “tontos útiles”.
Como el KKE , el Partido Comunista Griego, ha dicho: Si las elecciones permitieran cambiar el capitalismo la burguesía las habría prohibido.

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