El portugués Mourinho, mucho nos tememos, no va a estar de acuerdo. Acaba de renovar su contrato por cuatro años más en su empresa, y percibirá ahora la bonita suma de un millón y medio de euros por mes (50.000 euros por día, o lo que es lo mismo, 2.080 euros por hora, incluidas las que duerme) lo que lo convierte en el mejor pagado de todos los entrenadores del mundo, ni los del baloncesto yanqui le hacen sombran. Se trata de una suma que siempre resultará una barbaridad, pero en la situación económica que atraviesa el país, además, se nos antoja una provocación que debería ser contestada con el boicot y las protestas continuas hacia su persona y la entidad que le paga. Por si fuera poco se mueve con aires de intocable, como un elegido por los dioses para ser admirado y envidiado. Nos da que a Mou tampoco le gusta el socialismo, y que si estallara una revolución este personaje, como tantos, huiría con velocidad de extremo antes de que le expropiaran lo que no merece.
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