viernes, 11 de mayo de 2012
Hoy es viernes de dolores. El Consejo de Ministros va a decretar una reforma financiera (otra más). El Estado español tiene tanta “credibilidad” en el exterior que existe un clamoreo para realizar una auditoria internacional que sepa a cuánto asciende, realmente, la deuda privada de los bancos, vinculada al pinchazo del ladrillo.
Por su parte los tertulianos de la radio de los curas (COPE) afirman que los cientos de miles o los millones de euros, con los que se prejubilan los prebostes de bancos y cajas son actos legales. Y tienen razón: lo son, pese a su carácter moral ilegítimo, considerando los millones de pobres que deambulan por las calles. La práctica del robo y el saqueo está legalizada en este Estado de mierda que se derrumba a ojos vista. Es por ello que las ratas abandonan el barco antes de que se hunda, llenando sus alforjas para emprender un viaje a no se sabe dónde.
Rescate con...efecto retroactivo, o cómo las últimas ilusiones ilusas se queda sin crédito por Ernesto Martín.
Muchos sectores económicos de “bajo y medio nivel” -autónomos, pequeños e incluso medianos empresarios… - versan su última ilusión en que, al menos, los miles de millones que se están expropiando en derechos y conquistas sociales al pueblo para trasvasarlos al sistema financiero, permitan a éste retomar el flujo del crédito a familias y empresas.
No tienen en cuenta que uno de los aspectos de esta crisis es el de una competencia a muerte a niveles nacional e internacional del sector bancario. El arma para ganarle la partida al otro y hacerse con su mercado es el de acusarle de que no tiene liquidez en su entidad y que, por tanto, no puede sencillamente ejercer de banco. (La condición para dar un crédito o, en general, crear “dinero bancario” es el de contar con un porcentaje de liquidez “contante y sonante” en caja).
Pues bien, en nuestro país, el gobierno no está ni siquiera buscando capitalizar la banca para que dé crédito en el futuro, sino para justificar el crédito dado en el pasado. Es decir, que están en un cruel proceso de expropiación social simplemente para situarse en una posición de poder afrontar la reestructuración bancaria "de caballo" que se está viviendo. ¿Cómo van a dar crédito si están buscando dinero para justificar el que dieron, tal como se exigen entre ellos mismos en una crisis de la que (ellos mismos) son el detonante inmediato?
En paralelo a lo que están haciendo de forma macroeconómica, y antes un futuro que ni ellos mismos controlan, se multiplican – a nivel “microeconómico”- las fugas de capitales, las “salidas personales” con contratos blindados multimillonarios, etc., tal como comentamos recientemente.
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