Etiquetas

domingo, 27 de mayo de 2012

LAS DOS ORILLAS EN ANDALUCIA: ¿"MODERNITOS" O REVOLUCIONARIOS?

Javier PARRA@javier_parra

Las aguas del Guadalquivir bajan agitadas. Los recortes anunciados por el Gobierno de coalición de PSOE-IU provocaron en los últimos días un terremoto en las bases de la coalición, cuyas réplicas se suceden y que amenaza con no dejar piedra sobre piedra de IULV-CA si ésta no cambia el rumbo a muy corto plazo. Y quien tiene la responsabilidad máxima de cambiarlo es el mismo que apostó abiertamente por entrar en el Gobierno: la dirección del PCA. Y muy seguramente lo hará; el clamor de que “por ahí no” empieza a ser atronador y el “Rebélate” de la campaña electoral parece que lo han hecho suyo miles de militantes y simpatizantes no sólo de Andalucía, sino de toda España, que no toleran que se acepten los recortes por “imperativo legal”, y que se asuma el discurso y las formas de justificar lo injustificable del bipartidismo “neoliberal-borbónico”.

Aunque no pudiéramos votar por no ser de Andalucía, muchos expresamos nuestra oposición a que IULV-CA entrase a formar parte del Gobierno en Andalucía, y tras el resultado del referéndum aceptamos – aunque de manera estupefacta -, la opinión de las bases. Sin embargo, el devenir y las decisiones del Gobierno andaluz en sus primeras semanas de vida empieza a afectarnos también a quienes combatimos bajo unas siglas y un proyecto como es el de Izquierda Unida. ¿Quién no ha oído alguna vez que le recriminen con eso de “¡mirad vosotros en Andalucía, también hacéis recortes!”?

El atronador clamor de las bases y del entorno parece estar consiguiendo sus primeros efectos. IULV-CA ha visto las orejas al lobo y ya ha anunciado la paralización del decreto de la Junta sobre los recortes un par de semanas para negociar con los sindicatos. Es un paso, y seguramente vendrán más, pero el más importante, y sin el cual cualquier otro gesto será puro maquillaje, es el más difícil: el de decidir de una vez por todas en cual de las dos orillas estamos. Y también en qué orilla pensamos que está el PSOE de Griñán.

IU deberá elegir si está en la orilla de los que quieren rescatar el sistema, o en la orilla de quienes quieren subvertirlo. Deberá elegir si está en la orilla de quienes intentan justificar las medidas impuestas por los mercados o en la de quienes quieren despojar a los mercados de su poder. En la orilla de poder del régimen, o en la orilla de un contrapoder constituyente.

La papeleta de IULV-CA es difícil si decide seguir en el Gobierno andaluz. Principalmente porque ante cualquier ajuste, cualquier recorte, cualquier abuso por parte del Gobierno, los militantes de ésta organización – junto a los de muchas otras y junto a miles de “indignados” –  tendrán obligación de enfrentarlos con toda la fuerza de la que dispongan, frenarlos y doblegando hasta hacer caer a quien se ponga por delante. Y mucho más difícil resultará en una situación de colapso y derrumbe del sistema capitalista, porque esa obligación de la militancia pasa a ser “sagrada” y la lucha a ser a tumba abierta.
Por eso muchos consideramos en su momento que la mejor opción era no entrar en el Gobierno, y a lo sumo llegar a acuerdos puntuales en base a acuerdos programáticos. Muchos pensamos que si el PSOE quería recortes que los pactase con el PP, no con nosotros.

Veremos si las bases del PCA y el resto de afiliados de IULV-CA cogen el toro por los cuernos y hacen valer la fuerza que le han dado los andaluces, porque si no esa fuerza igual que vino se irá y se habrá desaprovechado una oportunidad histórica de transformar Andalucía y de llevar la democracia a lugares donde hoy está vetada. No debemos olvidar que una fuerza como la nuestra no tiene el objetivo de ganar votos para tener más poder, sino que  trabaja – o debe trabajar – para dar más poder a los ciudadanos, y para eso las decisiones deben dejar de tomarse en mesas camilla y llevarla a las ciudades, a los pueblos, a los barrios, a las empresas, a las universidades.  Los votos vendrán como una consecuencia, pero no deben ser un objetivo primordial; ni siquiera secundario.

En resumen, que cada cual se plantee en qué orilla está, porque no olvidemos que en nuestra organización también están presentes las dos orillas: ¿Somos “modernitos” o revolucionarios?

No hay comentarios:

Publicar un comentario