Por un plato de lentejas y un techo bajo el que dormir. Es la
oferta de la nueva esclavitud del siglo XXI, que aprovecha la
desesperación de los trabajadores para ofrecerles empleo a cambio de
alojamiento y manutención, sin sueldo ni paga alguna.
Los anuncios con estas ofertas corren en los portales de empleo de
internet y la desfachatez de algunos de esos aprovechados empleadores
llega hasta el punto de exigir, a aquellas personas más desesperadas,
que para conseguir ese trabajo que sólo se remunera con comida y cama
deben aportar referencias, ser educadas, presentar aptitudes y demostrar
buena predisposición para hacer todo aquello que se les pida. “Y sin
malos rollos, ni problemas, ni nada de drogas o alcohol”, exigen algunos
de esos anunciantes.
Estas ofertas en busca de esclavos dejan claro, ya en la primera
línea del enunciado, que la opción de un sueldo nunca va a llegar.
Los empleadores más “piadosos” abren, sin embargo, la posibilidad de una
paga. Como el anunciante de Ciudad Real que tiene claro a quién va
dirigida su oferta: “Busco a persona necesitada que me ayude como
vigilante y mantenimiento de pequeña empresa dedicada al ramo del
automóvil a cambio de alojamiento y manutención. Más adelante ya
hablaríamos de ayuda económica, incluso sueldo”.
Laura Pelay, responsable de bienestar y trabajo de UGT Catalunya,
califica estos anuncios como la muestra más cruel del “trabajo esclavo”.
Considera que su publicación debería bastar “para perseguir, incluso
por la vía penal, a las personas que lanzan esas ofertas”.
Un fiscal
consultado por
La Vanguardia comparte que la infracción laboral
queda evidente en esas ofertas (no hay contrato, ni sueldo, ni
Seguridad Social) y apunta que la persecución penal también podría ser
factible “si se demuestra que hay un abuso de situación de necesidad con
la persona que accede a aceptar ese trabajo, al no tener otra salida,
en unas condiciones laborales que perjudiquen, supriman o restrinjan sus
derechos”.
Está recogido en el artículo 311 del Código Penal y las penas
previstas en estos casos “va de los seis meses a los tres años de
prisión”, indica el abogado Fernando Portolés. Este letrado se pregunta,
sin embargo, “si un trabajador puede renunciar o no a un sueldo por un
trabajo y cobrar sólo en especies, en estos casos comida y cama”. En
esta nueva esclavitud lo que no hay, recalca el mismo fiscal, “es un
engaño pues en los anuncios se deja claro que no se va a cobrar un euro
por ese empleo”. Y en caso de juicio seguro que muchos de esos
anunciantes, añade, declararían que hacían una obra de caridad”.
Para Esther González, responsable de la sección de dependencia de UGT
Lleida, no hay excusa que valga ni ninguna duda de que esos anuncios
son perseguibles por fomentar la explotación y esclavitud de los
trabajadores más desesperados. Y alerta de que el próximo estadio de
esas ofertas, tras constatarse un incremento de personas dispuestas a
trabajar sólo por ese plato de lentejas y una cama, podría ser la
aparición de bandas organizadas decididas a lucrarse de esta realidad
ligada a la alta tasa de paro que hay en España. “Esas bandas podrían
estar detrás de los anuncios y alojar y mantener a esos trabajadores en
casas patera para después distribuirlos por diferentes domicilios
particulares, a cuyos propietarios sí se cobraría por el trabajo
realizado”, alerta Esther González. Si eso ocurriera y estos anuncios
dieran el salto del ámbito particular a la delincuencia organizada,
“hablaríamos ya de otro delito, en caso de mover a esos trabajadores por
el territorio español, como es el de trata de seres humanos”, apunta el
fiscal.
Algunos anunciantes intentan disimular esas ofertas como si se
tratara de un voluntariado. “Estoy buscando a joven sencillo y
disponible para colaboración en mantenimiento de finca de Barcelona.
Preciso un ayudante de carácter familiar con unas condiciones como
aprendiz voluntario. Lo máximo que puedo ofrecer es formación y
alojamiento gratis en plan compañeros. Yo también he sido voluntario”,
reza el anuncio. Laura Pelay desmonta el intento de este empleador. “La
ley de voluntariado está muy bien regulada, al igual que los contratos
en prácticas, así que este anuncio no es más que otro ejemplo de
búsqueda de un esclavo para la explotación laboral”, afirma.
La mayoría de estos anuncios van dirigidos a mujeres y la oferta de
empleo incluye tareas domésticas en el hogar y cuidado de niños y
ancianos. A cambio de trabajar sin sueldo, algunos de esos anunciantes
sí que garantizan a los candidatos “trato familiar”. Pero con eso sólo
no se vive. En algunos de los portales de internet donde se cuelgan
estos anuncios empiezan ya a aparecer textos, escritos por las mismas
personas a las que van dirigidos, que critican con dureza esas demandas
de empleo sin derecho a sueldo. “¿Qué se han creído? -se pregunta una
mujer dispuesta a trabajar como empleada del hogar-. ¿Que trabajamos por
amor al arte? ¿Que no tenemos facturas y demás? ¡Qué morro!
¡Lo quieren
todo por nada, y cuando se es interna, el alojamiento y manutención no
se cuenta! Sé de lo que hablo. De lo contrario es como estar pagando por
trabajar. Pagan un asco y luego los ves irse de viajes caros, cenas,
chorradas varias, chalet… y luego te van llorando que no pueden pagar
más. Encima te exigen coche, que conlleva un buen gasto, pero les da
igual”.
Aunque no hay que olvidar que entre esos anuncios con ofertas que
sólo ofrecen comida y cama por trabajar hay también muchas demandas de
personas que se ofrecen a realizar tareas domésticas, cuidado de
ancianos y niños o trabajos en el campo sólo por el alojamiento y la
manutención. Para Laura Pelay y Esther González esos anuncios de
personas dispuestas a trabajar sin sueldo “sólo son el ejemplo del
fracaso de las políticas de empleo de este país y de la desesperación de
muchas personas que no ven otra salida que ser explotadas”.
Carmen, madre separada de Jerez: “Me piden sexo al verme desesperada”
Carmen tiene 47 años y una hija de 8. Está en el paro desde hace
meses (su vida cambió al dejar a su esposo por malos tratos) y sus
únicos ingresos (166 euros por una pensión mínima) apenas le dan para
pagar el alquiler de la casa. Carmen, temerosa de que un día ella y su
hija puedan quedarse tiradas en la calle, es una de esos anunciantes que
se muestran dispuestos a trabajar por un plato de comida y un techo
bajo el que dormir. “Primero ponía anuncios en los que me ofrecía a
trabajar por horas, a sueldo, en tareas domésticas o cuidado de niños,
pero entonces empezaron a aparecer anuncios de otras personas que
renunciaban a una paga y sólo pedían alojamiento y manutención”. Para
competir por un puesto de trabajo no le quedó otro remedio –afirma esta
mujer– que renunciar también al sueldo y modificar el anuncio.
Y entonces recibió algunas llamadas. Recuerda dos: una desde Sevilla y
otra de Zaragoza. Eran familias que estaban dispuestas a que hiciera
las tareas domésticas de sus casas a cambio de comida y alojamiento. Al
final ninguna de esas ofertas llegó a materializarse, “ya que recibí las
llamadas cuando mi hija estaba ya matriculada en el colegio y un
cambio, a mitad de curso, es complicado”.
Carmen sobrevive, de momento, con la ayuda de sus padres y amigos. A
su desesperada situación hay que añadir otro riesgo cuando se cuelga uno
de esos anuncios. Carmen ha recibido muchas llamadas de personas que no
buscan precisamente contratarla (si es que puede llamarse así ofrecer
cama y comida) para realizar tareas domésticas. “Lo más duro de todo
esto es que en los últimos meses he recibido llamadas de muchos hombres
que quieren aprovecharse de mi desesperada situación y me proponen sin
ningún pudor sexo a cambio de dinero”.
Una explotación que se vende como favor
“Busco señora o señorita para el cuidado del hogar y de niños. No
puedo pagar. A cambio ofrezco alojamiento y manutención”. Es uno de los
anuncios que destapan esta nueva modalidad de esclavitud. Y el puesto
estaba ayer aún vacante. La demanda la hace una pareja de la zona de
Benidorm, que busca empleada de hogar a jornada completa. Tienen una
niña de 7 años y ellos trabajan por las noches, así que esa trabajadora
(a la que no pueden pagar) tiene que pasar también las noches en el
domicilio. La excusa que dan estos empleadores, al preguntarles por qué
no ofrecen un sueldo, es que ellos trabajan a comisión. “Así que
dependemos de lo que nosotros ganamos para poder pagar por esas tareas”,
afirma el hombre. Y puntualiza que en la casa tampoco hay mucho trabajo
y que las tareas son descansadas.
Si se insiste y se muestra interés por ese empleo, que sólo ofrece
alojamiento y manutención, el autor del anuncio se estira un poco y
promete, en caso de que la persona candidata sea de su agrado, “pagarle
cincuenta euros a la semana”. Un sueldo, si se tiene en cuenta que el
trabajo es prácticamente a jornada completa con noches incluidas, muy
lejos del mínimo establecido para las tareas domésticas. Hablar de un
contrato o de seguridad social, en estas condiciones, es como predicar
en el desierto. La percepción, al consultar los detalles de estas
ofertas de empleo, es que los autores de esos anuncios no tienen la
sensación de estar haciendo nada ilegal. Más bien al contrario. Piensan
que con estas condiciones están ayudando a personas como Carmen, la
vecina de Jerez que teme quedarse sin casa el día que ya no pueda pagar
el alquiler
Algunos ejemplos de trabajos sin cobrar
Las páginas de internet han visto crecer, en los últimos meses, los
anuncios clasificados de trabajo donde se requiere trabajar sin cobrar. A
continuación, algunos ejemplos.
Busco limpiadora
Busco mujer de 45 a 55 años, que quiera compartir bonita habitación
en piso a orilla del mar en el Maresme, a cambio de limpieza,
alojamiento y manutención si sabe algo de cocina. El trabajo es de 1 h
diaria, y podrá tener otra ocupación. Es un anuncio muy serio. Alcalá de
Henares (Madrid)
Limpieza a cambio de habitación
Busco chica para las tareas domésticas 4 horas de lunes a viernes a
cambio de alojamiento en habitación propia y manutención (con posible
pequeño sueldo). Si tienes niño o niña, también es compatible. Alcalá de
Henares (Madrid).
Busco señora o señorita
Busco señora o señorita para el cuidado del hogar y de niños. No
puedo pagar. A cambio ofrezco alojamiento y manutención. Benidorm
¿Cansada de todo?
Si estás cansada de problemas, no encuentras empleo, decepcionada de
tanta falsedad y egocentrismo, si te gustan los animales y la vida en
entorno natural, si buscas realmente un cambio de rumbo en tu vida, si
buscas sentirte útil y valorada, te ofrecemos alojamiento y manutención a
cambio de convivencia y ayuda en alguna tarea que te guste de los
animales. Por favor, no escriban parejas ni con cargas, se podría
valorar si tienes un niño/a pequeño. Jerez de la Frontera (Cádiz)
Vigilante y mantenimiento
Busco persona necesitada, que me ayude como vigilante y mantenimiento
de una pequeña empresa dedicada al ramo del automóvil. A cambio de
alojamiento y manutención, si tiene conocimiento de mecánica ¡mejor! Más
adelante ya hablaríamos de ayuda económica, incluso sueldo. Hombre
mayor de 55 años. Más detalles por teléfono. Ciudad Real
Busco persona para trabajar
Busco persona educada. Nada de drogas, alcohol ni malos rollos ni de
problemas a cambio de comida y alojamiento y un poco de dinero al mes,
para empezar en marzo. En camping. Granada
Ayuda con persona anciana
Se busca persona para ayuda en el cuidado de persona de 72 años
válida, a cambio de alojamiento, alimentación… Trato familiar. Bilbao
Tareas del hogar
Se necesita chica para tareas del hogar y servicio doméstico. A
cambio se da alojamiento, es en una urbanización de Numancia de la
Sagra. Toledo
Alojamiento, manutención y trabajo
Ofrecemos acogida, alojamiento y manutención, ropa, a madre soltera
(un solo hijo o sin) que lo necesite. Es en Madrid, pero costeamos el
desplazamiento en caso de estar en otra ubicación. Necesita tener
conocimiento de computadoras y manejar internet. Así como cocinar y
hacer quehaceres del hogar. ¡No es nada de sexo! Ni raro. ¡Anuncio
serio!
Fuente: La vanguardia – Javier Ricou
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