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sábado, 18 de abril de 2015

108 MINUTOS DE VUELO QUE CAMBIARON LA HISTORIA

18 de abril de 2015

Por Oleg K.


La Unión Soviética abrió el camino para la humanidad al espacio el 12 de Abril de 1961. Ese día la nave Vostok, pilotada por Yuri Gagarin fue la primera vez que un ser humano salió al espacio.

Hijo de una familia trabajadora
Yuri Gagarin nació en 1934 en una pequeña localidad cerca de la ciudad de Gzhatsk (actualmente Gagarin), provincia de Smolensk (centro de Rusia). Su padre era carpintero y su madre criadora de animales. Yuri tenía dos hermanos y una hermana. “La familia en la que nací es ordinaria, no se diferencia de los millones de familias de trabajadores de nuestra patria”, escribió posteriormente el cosmonauta.
Yuri entró en el colegio en 1941 (primer año de la Gran Guerra Patria), teniendo que abandonar el lugar al mes siguiente cuando la aldea fue ocupada por las tropas alemanas. Las clases las recuperó en 1943, cuando el Ejército soviético liberó la provincia de Smolensk. 
Al terminar el colegio, Yuri decidió para continuar su educación ser obrero metalúrgico, formándose como moldeador y siempre se sintió orgulloso de provenir de la clase obrera que construía el Socialismo. Allí en Saratov, estuvo hasta 1954, pues a la vez compartía con otros trabajadores su afición a la aviación en el aeroclub de la ciudad, preparándose para piloto.
Emprende sus primeros vuelos
En 1955 Yuri Gagarin ingresó en el Ejército soviético, en la Escuela Militar de Pilotos de Oremburgo (región de los Urales). Allí conoció a su futura compañera, Valentina Goriácheva. Ella estudiaba en un colegio médico y trabajaba también en el bar de la escuela militar de pilotos donde estudiaba Gagarin. En 1959 contrajeron matrimonio civil y tuvieron dos hijas: Yelena (1959) y Galina (1961).
A finales de 1959 el piloto de caza Yuri Gagarin solicitó el ingreso en el grupo de candidatos a cosmonauta, superando con gran nota todas las pruebas, por ello a principios de marzo de 1960 entró en el equipo cosmonáutico, reactivando los entrenamientos específicos.
De Veinte fue él, el elegido
20 jóvenes pilotos seleccionados, preparándose para el primer vuelo cósmico. Destacando seis por su destreza, entre ellos Yuri. Junto a él estaba el futuro cosmonauta Guerman Titov. Con entrenamientos agotadores, los seleccionados demostraban sus conocimientos y casi todos ellos podían ser el elegido. También fue seleccionado Pável Popóvich, quién posteriormente voló dos veces al espacio. 
La elección del primer cosmonauta se debió a varios factores, y no solamente a los índices fisiológicos perfectos o al dominio de todas las fases del vuelo. Yuri sobresalía. Un carácter soviético hasta la médula, que se había forjado con las imprescindibles enseñanzas del materialismo dialéctico. Un rostro que reflejaba bondad, un carácter constante y humilde. Por esas cualidades fue designado para el vuelo espacial.
Pero antes de la histórica fecha del primer vuelo de un ser humano al espacio, todos estos candidatos tuvieron que recorrer un largo camino de un año, lleno de entrenamiento en las cámaras de privación sensorial y cámaras barométricas, en las centrífugas y otros simuladores, experimento tras experimento, saltos con paracaídas tras vuelos en un Tu-104 convertido en un laboratorio volante (en este avión se simulaba el estado de ingravidez).
Serguéi Koroliov, responsable del proyecto espacial soviético, no estaba completamente seguro de que el histórico vuelo se llevase a cabo sin problemas. La cosmonáutica estaba en su periodo inicial. Sin embargo, los primeros vuelos con seres vivos —perros— habían finalizado con éxito. Había que dar este primer paso, aunque fuera muy peligroso.
108 minutos
Así el 12 de abril de 1961, Gagarin realizó el primer viaje alrededor del planeta. Estuvo 108 minutos y volvió a la Tierra con éxito, y se convirtió en un héroe para toda la humanidad.
“Miraba ora al cielo, ora a la Tierra. Se discernían claramente sierras y lagos grandes. Incluso se veían campos. La vista más hermosa fue el horizonte: una banda pintada por todos los colores del arco iris que separaba la Tierra del cielo negro bajo la luz de los rayos del Sol. Se veía el abultamiento, la redondez de la Tierra. Parecía que toda ella estuviera ceñida por una aureola color azul claro, que a través del turquesa, el azul y el morado pasara al negro” (Y. Gagarin. Camino al cosmos). Así vio la Tierra desde el espacio Yuri Gagarin.
“¿Que si estoy feliz de partir al espacio? Claro que estoy feliz: en todos los tiempos y épocas para la gente fue la felicidad máxima participar en nuevos descubrimientos. Toda mi vida me parece un momento maravilloso”, dijo Gagarin antes del despegue.
Por su hazaña Gagarin fue nombrado Héroe de la Unión Soviética, y condecorado con varios galardones siendo el máximo la Orden de Lenin. Pronto gozó de una gran fama, no solamente en Rusia, sino en todo el mundo. “La misión de la paz”, como denominaron en la prensa la gira del primer cosmonauta por los continentes, duró dos años. Gagarin visitó 30 Estados en total; se reunió con miles de personas; reyes y presidentes, políticos y científicos, artistas y músicos, que querían estrecharle la mano. Una acogida muy cálida recibió en Cuba (posteriormente Gagarin fue nombrado presidente de la Sociedad de la Amistad Soviético-Cubana).
Los años posteriores al vuelo fueron muy intensos en la vida de Yuri Gagarin. Fue Comandante de la unidad de cosmonautas, al mismo tiempo estudiaba en la Academia Zhukovski de ingenieros de la Fuerza Aérea. Dedicó muchos esfuerzos a la preparación de los siguientes vuelos al espacio, y a la vez atendía a los trabajadores normales que querían conocerle, y a los periodistas. En 1963 Gagarin fue nombrado vicedirector del Centro de Preparación de Cosmonautas.
Preparándose para volver al espacio
Gagarin se reincorporó a los entrenamientos para vuelos aéreos en 1963, y en el verano de 1966 comenzó a preparase para el siguiente viaje al espacio. En aquellos años en la Unión Soviética se estaba preparando el Programa Lunar, y Gagarin habría podido ser la persona que hubiese volado a la Luna. Sin embargo, antes había que perfeccionar las naves Soyuz, programándose el lanzamiento lunar para abril de 1967.
Yuri Gagarin se preparó para este vuelo como suplente, y quien finalmente voló fue Valdímir Komarov. El vuelo finalizó trágicamente con la muerte del cosmonauta. En la ceremonia solemne en memoria de Vladímir Komarov, Gagarin prometió que los cosmonautas “enseñarían a las naves Soyuz a volar”. Esta meta se logró, aún hoy siguen volando las naves Soyuz.
Yuri Gagarin falleció trágicamente el 27 de marzo de 1968 mientras realizaba unos ejercicios de entrenamiento en el avión MiG-15 junto con el aviador instructor Vladímir Serioguin. Durante el vuelo, los pilotos no informaron de ningún mal funcionamiento, pero de repente la comunicación con ellos se interrumpió y el avión se estrelló.
Según los datos sociológicos, actualmente Yuri Gagarin es la persona más querida por los rusos. Su escalafón de popularidad entre los ciudadanos del país ha crecido de un 30% a un 35% en los últimos 10 años.
El nombre de Gagarin lo lleva la ciudad donde nació. Llevan su nombre un cráter en la cara oscura de la Luna, un asteroide, un buque de investigación, el centro del entrenamiento de cosmonautas en la Ciudad de las Estrellas y cientos de calles, plazas y escuelas en Rusia y en el mundo. Por decisión de la Federación Aeronáutica Internacional, el 12 de abril es el Día Mundial de la Aviación y la Astronáutica.
Anécdotas:
• Camino a la cápsula Vostok 1, se hizo una parada obligatoria e imprevista: ¡Yuri Gagarin iba a orinar! Desde ese entonces, todos los cosmonautas rusos cumplen rigurosamente ese ritual.

• Instalado en la capsula y al colocarle el casco, los encargados de la logística se dan cuenta que el casco es totalmente blanco. Buscaron y consiguieron pintura y escribieron en él las siglas de la Unión Soviética, CCCP.

• Sus primeras palabras en órbita "Veo la Tierra… ¡es tan hermosa!

• Otra frase célebre del cosmonauta es "El cielo se mira muy, muy oscuro y la Tierra tiene un tono azul. Desde las alturas del cosmos, la Tierra se ve nítidamente, se distinguen las islas y las costa y claramente las montañas".

• Una campesina fue la primera persona en ver a Gagarin después de su aterrizaje. "¿Vienes del espacio exterior?", preguntó la misma. "Ciertamente, sí", dijo Gagarin que, para calmar a la campesina, se apresuró a añadir: "Pero no se alarme, soy soviético".

• Nikita Jruschov, para ese entonces líder de la Unión Soviética, tenía dos discursos preparados, uno por si todo fallaba y otro, si todo era un éxito. Al recibir la llamada de Sergei Korolev: ¡Está vivo! desechó el primero.

• Un legado que nos deja Gagarin son sus palabras pronunciadas en una conferencia "…Dando vueltas a la tierra en la nave orbital me maravillaba con la belleza de nuestro planeta. "Gente del mundo… ¡Permítannos salvaguardar y aumentar esta belleza, no destruirla!...".

• Se ha atribuido a Gagarin la frase: "No veo a ningún Dios aquí arriba". Sin embargo, esas palabras no aparecen en ninguna parte en las grabaciones de los contactos de Gagarin con el centro de control durante su vuelo. En el año 2006 se hizo una entrevista al Coronel Valentin Petrov, quien fue un amigo cercano de Yuri Gagarin. El Coronel Petrov afirmó que Gagarin nunca dijo esas palabras y que la frase se originó de un discurso de Nikita Jruschov ante el Comité Central del Partido Comunista Soviético, en donde la propaganda antireligiosa estaba siendo discutida. En una parte del discurso Jruschov dijo: "Gagarin voló al espacio, pero no vio a ningún Dios allí". De esa frase luego se atribuyeron esas palabras a Gagarin.

• Algunas teorías, sostienen que Vladímir Iliushin, habría sido el primer hombre en el espacio, lanzado en un vuelo 5 días antes que Gagarin, pero que debido a un fallo a bordo de la nave, éste se precipitó antes de tiempo sobre territorio Chino, sufriendo algunas heridas y siendo hospitalizado luego en un hospital chino para su posterior repatriación a la URSS. La vergüenza que este hecho le produjo a la Unión Soviética, sería el detonante para el supuesto encubrimiento.

• Se dice (no sabemos si para aumentar la dimensión humana de Yuri Gagarin) que pudo salvarse del caza Mig-15 que pilotaba si se hubiera eyectado del mismo. Pero el avión caería en una zona poblada y él prefirió desviarlo lo suficiente para no causar víctimas entre los pobladores.

Fuentes consultadas:

RT noticias.

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