Un nuevo estudio publicado por el Washington Institute señala que “si los opositores libaneses a Hezbolá hubieran sido capaces de debilitar el partido lo habrían hecho ya hace mucho”.
El estudio señala que en Mayo de 2008, los políticos del 14 de Marzo en el gobierno libanés, que estaba en aquel momento apoyado por Occidente, buscaron desafiar a Hezbolá y pidieron el desmantelamiento de su red de comunicaciones, señala el periódico Ar Rai al Yaum.
El partido rechazó aquella demanda y se produjeron combates entre hombres armados leales al gobierno, por un lado, y otros leales al partido en diferentes áreas de Beirut y el Monte Líbano que se saldaron con la victoria del grupo shií.
La situación hoy en día ha cambiado y el gobierno mantiene una estrecha relación con Hezbolá, algunos de cuyos miembros son ministros.
Además, el Movimiento del Futuro lleva a cabo un diálogo para lograr un mínimo de elementos de seguridad y estabilidad política, según palabras del líder de este último, Saad Hariri.
Los dos lados han mantenido seis sesiones interactivas desde diciembre de 2014 con vistas a mantener alejada la amenaza del terrorismo.
El estudio señala que Hezbolá ha establecido alianzas con varios partidos y grupos sociales libaneses y la resistencia libanesa cuenta con amplia aceptación. Los partidos de la oposición a Hezbolá critican a este partido pero no pueden luchar contra él.
En lo que se refiere a Israel, cualquier intento de lanzar una guerra contra Hezbolá daría lugar a un conflicto mucho peor que el que libraron ambas partes en 2006.
El estudio señala que además de fortalecer su arsenal militar, Hezbolá ha ganado una experiencia de combate significativa en la guerra de Siria y ha sido capaz de mejorar sus capacidades a nivel militar, de reconocimiento y de comunicaciones, según el periódico The Christian Science Monitor.
Incluso Benny Gantz, antiguo jefe de Estado Mayor del Ejército israelí, señala que Hezbolá es más fuerte que cualquier ejército árabe.
El estudio señala que el Líbano mantiene su cohesión interna a pesar de las diferencias resultantes de la guerra de Siria.
Él añade que el Ejército libanés, que cuenta con el apoyo mayoritario del pueblo libanés, lucha en la actualidad contra los grupos extremistas en la frontera con Siria y recibe armas de EEUU.
En el momento actual, son las amenazas que existen en la frontera norte y este las que preocupan a los libaneses. De este modo, el conflicto del pueblo libanés no es interno sino con los grupos terroristas takfiris procedentes del exterior.
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