martes, 24 de marzo de 2015
La barbarie de la guerra
imperialista global se extiende asolando países y masacrando pueblos
con bombarderos y drones que salen de Bases militares instaladas en
nuestro suelo, pagados con nuestro impuestos y mediante decisiones de
gobiernos que dicen actuar en nuestro nombre.
Somos responsables.
La Plataforma Global
contra las Guerras está preparando movilizaciones, entre ellas la Marcha
a Torrejón el 25 de abril, e intentando organizar a nivel europeo una
red contra las guerras imperialistas y la OTAN.
Como te puedes imaginar
no nos sostiene nadie poderoso o subvencionado por el poder.. Te pedimos
que si crees que nuestra causa es legítima, y puedes, nos apoyes
económicamente:
2038 1056 22 6000996002
Titular: Juan Miguel Fernández Ruiz
En una
escalada militar sin precedentes, en octubre de 2015, se realizarán en
el estrecho de Gibraltar las mayores maniobras de la OTAN desde la
guerra fría. Participarán más de 20 000 efectivos, que utilizarán todo
tipo de armamento de última generación, ensayando en la práctica
estrategias de guerra global.
Los
anfitriones serán España y Portugal, lo que pone de manifiesto la
importancia geoestratégica militar de la Península Ibérica. El embajador
de EEUU en España recalcaba este año el papel esencial de las bases de
Rota en el escudo antimisiles y de Morón, como soporte de las fuerzas
de intervención rápida.
En la cumbre
de la OTAN en Cardiff (País de Gales, Reino Unido) celebrada el pasado
mes de agosto, no sólo se aprobaron tales maniobras, sino que al tiempo
se establecieron nuevos objetivos y un nuevo campo de operaciones de la
OTAN.
Se reconoce
abiertamente que ese bloque militar no tiene como objetivo la defensa de
sus miembros, ni se circunscribe a sus territorios. Su campo de
operaciones es todo el orbe y entre sus nuevos objetivos figuran los
riesgos de las emigraciones humanas masivas o la inseguridad energética.
Se trata de
una alianza para la guerra, como ya se demostró durante su intervención
en Yugoslavia, Afganistán y Libia. La OTAN anuncia ahora que continuará
por ese camino en cualquier lugar del mundo.
Estas
maniobras son la expresión práctica de aquellos postulados. Se declara
que estos ejercicios serán de “alta intensidad y alta visibilidad”,
señalando que además de un entrenamiento bélico, serán una demostración
ejemplificadora de su capacidad de intervención.
Señalan
igualmente que dichos ejercicios tendrán como objetivos concretos,
“prepararse para actuar frente a una crisis”, sin precisar a qué tipo de
crisis se refieren. Una ambigüedad que se concreta al apuntar que son
los flancos Este y Sur, los actuales objetivos prioritarios, es decir
Rusia y el norte de África.
En cuanto al
tipo de operaciones, las maniobras citadas servirán de entrenamiento
para el despliegue de las fuerzas de intervención rápida, “la punta de
lanza de laOTAN", lo que significa que 5 000 efectivos podrían invadir
cualquier territorio en 48 horas.
Las
maniobras de la OTAN en Gibraltar, en octubre de 2015, son por tanto un
acto de guerra en el que todos participamos y del que nadie puede
ignorar sus consecuencias.
No podemos
esperar que los organismos internacionales detengan esta barbarie, ni
que las instituciones nacionales se opongan a la escalada bélica.
Sólo un
movimiento popular, amplio y organizado, puede hacer frente a este reto.
Los colectivos que se enfrentan y condenan las guerras y a la OTAN
tienen una larga tradición y han mostrado en incontables ocasiones la
sensibilidad y capacidad de movilización popular.
Es preciso
difundir toda la información posible sobre estos acontecimientos,
generar una conciencia colectiva y movilizarse, en el menor plazo de
tiempo posible, si queremos impedirlos.
Los
conocemos y disponemos de tiempo para denunciarlos y crear una
movilización internacionalista, que acabe con la impunidad con que
vienen actuando.
Hacemos un
llamamiento a la organización y movilización política y social contra la
guerra, para que centre sus esfuerzos en esas próximas maniobras de la
OTANen Gibraltar, en octubre de 2015.
En una
escalada militar sin precedentes, en octubre de 2015, se realizarán en
el estrecho de Gibraltar las mayores maniobras de la OTAN desde la
guerra fría. Participarán más de 20 000 efectivos, que utilizarán todo
tipo de armamento de última generación, ensayando en la práctica
estrategias de guerra global.
Los anfitriones serán España y Portugal,
lo que pone de manifiesto la importancia geoestratégica militar de la
Península Ibérica. El embajador de EEUU en España recalcaba este año el
papel esencial de las bases de Rota en el escudo antimisiles y de
Morón, como soporte de las fuerzas de intervención rápida.
En la cumbre
de la OTAN en Cardiff (País de Gales, Reino Unido) celebrada el pasado
mes de agosto, no sólo se aprobaron tales maniobras, sino que al tiempo
se establecieron nuevos objetivos y un nuevo campo de operaciones de la
OTAN.
Se reconoce
abiertamente que ese bloque militar no tiene como objetivo la defensa de
sus miembros, ni se circunscribe a sus territorios. Su campo de
operaciones es todo el orbe y entre sus nuevos objetivos figuran los
riesgos de las emigraciones humanas masivas o la inseguridad energética.
Se trata de
una alianza para la guerra, como ya se demostró durante su intervención
en Yugoslavia, Afganistán y Libia. La OTAN anuncia ahora que continuará
por ese camino en cualquier lugar del mundo.
Estas
maniobras son la expresión práctica de aquellos postulados. Se declara
que estos ejercicios serán de “alta intensidad y alta visibilidad”,
señalando que además de un entrenamiento bélico, serán una demostración
ejemplificadora de su capacidad de intervención.
Señalan
igualmente que dichos ejercicios tendrán como objetivos concretos,
“prepararse para actuar frente a una crisis”, sin precisar a qué tipo de
crisis se refieren. Una ambigüedad que se concreta al apuntar que son
los flancos Este y Sur, los actuales objetivos prioritarios, es decir
Rusia y el norte de África.
En cuanto al
tipo de operaciones, las maniobras citadas servirán de entrenamiento
para el despliegue de las fuerzas de intervención rápida, “la punta de
lanza de laOTAN", lo que significa que 5 000 efectivos podrían invadir
cualquier territorio en 48 horas.
Las
maniobras de la OTAN en Gibraltar, en octubre de 2015, son por tanto un
acto de guerra en el que todos participamos y del que nadie puede
ignorar sus consecuencias.
No podemos
esperar que los organismos internacionales detengan esta barbarie, ni
que las instituciones nacionales se opongan a la escalada bélica.
Sólo un
movimiento popular, amplio y organizado, puede hacer frente a este reto.
Los colectivos que se enfrentan y condenan las guerras y a la OTAN
tienen una larga tradición y han mostrado en incontables ocasiones la
sensibilidad y capacidad de movilización popular.
Es preciso
difundir toda la información posible sobre estos acontecimientos,
generar una conciencia colectiva y movilizarse, en el menor plazo de
tiempo posible, si queremos impedirlos.
Los
conocemos y disponemos de tiempo para denunciarlos y crear una
movilización internacionalista, que acabe con la impunidad con que
vienen actuando.
Hacemos un
llamamiento a la organización y movilización política y social contra la
guerra, para que centre sus esfuerzos en esas próximas maniobras de la
OTAN en Gibraltar, en octubre de 2015.
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