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martes, 24 de febrero de 2015

SYRIZA, DE LAS PROMESAS ELECTORALES A LA CRUDA REALIDAD A


Llegó la hora de la verdad en Grecia. Después de casi un mes de negociaciones, retos, avances y retrocesos, la noche del pasado  viernes, 2o de febrero, Grecia y los otros 18 miembros de la eurozona pareció que habían encontrado un compromiso esencial.


LA CAJA DE PANDORA SE ABRIRÁ ANTES DE 4 MESES, DEJANDO SALTAR CHISPAS Y DESENCANTO
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El gobierno de Syriza obtuvo una prórroga de cuatro meses para seguir recibiendo ayuda financiera, prometiendo a cambio presentar esta tarde del lunes 23 una lista de reformas y medidas que intentarán reducir la deuda pública.

Las propuestas de Atenas serán hoy examinadas con lupa y microscopio por los ministros de Finanzas de la zona euro, y si no hay contratiempos con los parlamentos nacionales, la nueva izquierda griega tendrán que cumplir con los compromisos, que no van a eludir las privatizaciones y recortes.

SYRIZA y Alexis Tsipras colocaron sus promesas electorales en un techo carente de soporte real. Ahora viene lo más peliagudo: demostrar que es posible restaurar la economía nacional sin violencia social, sin recortar los salarios, las pensiones y el gasto público, aliviando el poder adquisitivo de la sociedad helena, impulsando el crecimiento y reduciendo la carga de la deuda.

El nuevo gobierno griego basa ese cambio en lo que ha llamado una racionalización del aparato estatal (reduciendo los empleados donde son demasiado numerosos y reintegrarlos donde hay una escasez de personal), así como la creación de un mecanismo eficiente de impuestos a los más poderosos, evitando además la evasión fiscal y recuperar el capital fugado contribuyendo así a la consolidación de las arcas del estado.

Como señala el analista francés Bernard Guetta (que aunque escribe en el esperpento “Liberation” conoce la delicada situación de la economía heredada por Tsipras) el gobierno griego espera cumplir alguna de sus promesas.

El problema es que las reformas que se anunciaron son tan ambiciosas como complicadas de llevar a termino, porque precisan de mucho tiempo y voluntad política.

Para llevar a cabo su proyecto Atenas no tendrá más remedio que golpear los intereses de sectores humildes de la población y deberá poner firme a quienes detentan las grandes corporaciones, comenzando por una oligarquía acostumbrada a ser patriota en Suiza y una Iglesia Ortodoxa que paga impuestos ridículos por sus propiedades.

En España, sus socios de la Conferencia Episcopal están más tranquilos.A ella no le han tocado ni una sacristía, gobiernen peperos neofranquistas o socialistas de salón y tarjeta black.

En esencia, el nuevo gobierno de Syriza se enfrentará a la primera gran prueba de la decepción. La impopularidad llega a veces a un ritmo más veloz que la ilusión del votante.

Tsipras sabía que sus promesas eran una apuesta difícil, y es también en este contexto por lo que se alió con un partido de derecha.

Hoy, el paquete con las medidas se abrirá ante los buitres de la eurozona. Mañana puede que salte la Caja de Pandora.

OTRA HUMANIDAD ES NECESARIA 


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