por Orlando Romero Harrington
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Los oligopolios comunicaciones,
verdadera clase aristocrática de esta historia contemporánea que nos
tocó vivir queman los cartuchos contra Venezuela. Nada mejor que España
para operar el lobby que maquillará un soñado derrocamiento de la
Revolución Bolivariana. Esta vez, debemos los festejos a la prisión que
agobia a Leopoldo López, en Ramo Verde. La excusa del burgués tras las
rejas, peón desde niño de los intereses imperiales es suficiente para
que la Familia Ybarra, a través de su multinacionalGrupo Vocento
comience la guerra mediática; vertiente exploratoria de la Guerra
Psicológica (Guerra de IV Generación) que realiza el gobierno de Estados
Unidos en estas tierras.
La visita y la fotografía de
Lilian Tintori con Mariano Rajoy anunciaba clara y elegantemente la
apuesta: hacer parte fundamental de la política comunicacional española a
Venezuela. El lado perverso, irracional, prejuicioso, folklórico, racista y ultraconservador de la ideología liberal
que controla efectiva y descaradamente el espectro mediático de España
al aire. Todo vale para invisibilizar la angustia interna. Las
condiciones de vida en el país europeo son la triste consecuencia de las
estrategias económicas del capitalismo; la simple permanencia del
sistema actual condenaría a España a vivir de la deuda de por vida. La
represión y la censura acaban de ser aprobadas bajo el fatídico
apelativo de “ley mordaza”. El año pasado, aumentó un 190% el número de
hogares con niños que tienen a los adultos en paro: en 2007 había
325.000 familias con hijos y sin un empleo, en 2013 son
943.000. Mientras el derecho a la vivienda está garantizado en el
artículo 47 de la Constitución Europea, solo en el primer semestre del
2014 el número total de ejecuciones hipotecarias iniciadas fue de
21.178, lo que supone el 4,2% más que en el mismo periodo del año
anterior. El real decreto de los recortes sanitarios de abril de 2012
rompió las tarjetas sanitarias de 873.000 inmigrantes en España, que
desde ese día se quedaron sin asistencia universal. En un arrebato de
surrealismo, se acaba de aprobar una ley que prohíbe comer de la basura.
España está a punto de ebullición, y Venezuela es una bofetada en la
cara contra una derecha rancia, monárquica, otanista y neoliberal que va
a roer hasta el hueso la imagen de la nación de Bolívar; la razón es
que hemos decidido voltear la realidad, y estamos sentados sobre el
depósito más grande del planeta en petróleo. Poco importa si el país
ibérico se cae a pedazos, se carcome en casos de corrupción política y
se ahoga en deudas con el FMI. Nada importa digo porque para el
capitalismo comunicacional no hay países ni lealtades, sólo hay bases de
operaciones. Sería iluso tratar de englobar el ataque contra la patria
en una avanzada española, y definitivamente estúpido entender la
avanzada del ABC como el germen del problema. El problema es control de
mercados, oportunidades de negocios, inversión segura., ganancias
desorbitadas. El problema es que para el Grupo Vocento, hay un “nuevo
periodismo”. Un mecanismo de persuasión, de descalificación, de poder y
de influencia basado en el conocimiento blando, ese que parte de la
opinión a primera mano del hecho. Decimos opinión “laxa” a la primera
impresión, la matriz que se origina del rumor; el rumor a su vez
orquestado por los intereses económicos, sociales y POLÍTICOS del Grupo
Vocento como una de las múltiples cabezas de la medusa servil que es hoy
ante el imperialismo la diplomacia española.
Contra una nación bajo asedio imperial,
el “nuevo periodismo español” lanzó (sólo en el 2008) 33,5% de sus
noticias sobre Venezuela sin fuente comprobada. En palabras llanas: el
33,5% de la información que lanzó el diario ABC sobre Venezuela son
chismes. El 22,5%, noticias con “una sola fuente”; una opinión, ya que
el deber ético del periodismo es brindarle al espectador la información
originada en la mayor y más diversa variedad de fuentes; esto para
permitirle al espectador construir su opinión frente al hecho. Lo demás
es cursilería y retórica para defender “la libertad de expresión”
neoliberal.
Precisamente, este aspecto es el más
importante a destacar sobre el ABC. Su manera de abordar la información
(porque periodismo no es) responde también a la manera cómo las
políticas que observan al estado como un ejecutor de políticas públicas
del mercado al que hay que seducir u orientar, según convenga. Estas
políticas también son la expresión de una libertad de expresión que
deshace en su avanzada los postulados académicos elementales de la
profesión que prostituye, sin piedad, sin regulación alguna por ninguna
autoridad. Un círculo vicioso, en donde el cuarto poder tumba y monta
gobiernos porque está enraizado con los modos de producción, las clases
industriales, los sistemas de distribución locales y a su vez,
universales. Lo vivimos en carne propia, un largo trecho de siembra con
mensajes de odio, racismo, demonización de la ideología política,
mal-caracterización del débil hasta explotar, en todo su poder y su
arrogancia un 12 de Abril del año 2002. Ese día, los medios privados
locales (apéndices de estos oligopolios comunicaciones léase: Familia
Polanco, Familia Ybarra, Familia Aznar, Monarquía española) negaron la
reacción en las calles de un pueblo, “encadenándose” en una programación
de cómics. Con un video preparado en la sala de edición Venevisión
(Grupo Cisneros) en concordancia con los golpistas, los que hoy
gobiernan a España condecoraron al periodista con el Premio Príncipe de
Asturias. Una vez conocido el montaje, la realeza española se negó a
ofrecer al menos, explicaciones al respecto. Y ese día comprendieron que
en la tierra de Bolívar, mandan los hijos de Bolívar. Ahora tenemos a
un Profeta llamado Hugo Chávez. Quienquiera que haya navegado estos
ríos, cabalgado las llanuras, caminado los desiertos sabe del realismo
mágico que perfuma la esperanza de este pueblo. Muy lejos de la política
española, diametralmente opuesta al socialismo español. Una izquierda
que acepte como suya la marginación de la imagen de Venezuela, está
negando la posibilidad de las revoluciones pacíficas. De ellas depende
el futuro de la humanidad, porque son el parto de una nueva concepción
de la realidad geopolítica mundial en concordancia con la microfísica
del poder. Es más, la estrategia ideológica del chavismo pasa por asumir
la tarea de reivindicar la unión de los pueblos (atención: los pueblos)
en torno a la paz, dura y cruda. Al respeto, a la solidaridad, al amor.
Nunca hemos intervenido en guerras. No hemos hecho lo suficiente contra
un sistema mutante y voraz, corruptor e indolente con la miseria. Esas
son algunas de nuestras realidades hoy, después de quince años de
batallas y luchas en donde el enemigo ha desarrollado la más formidable
Operación de Guerra Psicológica hecha en América Latina, con excepción
de la gloriosa Cuba. Todavía los medios privados controlan por mucho, la
mayoría del espectro radiofónico hoy mismo, en Venezuela. La guerra
informativa nunca ha parado.
Esta “manera ABC” de corromper a la
comunicación está vinculada de manera directa con la percepción negativa
(otra vez, de negocios) que tienen las empresas mundiales sobre
Venezuela; paradójicamente a la Familia Ybarra no parece irle tan mal en
Venezuela. “Emilio Ybarra fue presidente del BBVA y su hijo Emilio
Ybarra Aznar fié nombrado en el 2007 presidente de CMVOCENTO, la empresa
encargada de gestionar la publicidad de todo el grupo mediático”.(1).
BBVA en Latinoamérica, específicamente en Venezuela está representado
por el Banco Provincial; y es que es una característica constante: estos
oligopolios están conectados siempre a redes financieras y
tecnológicas. Dinero y modos comunicativos en mano, controlan la pauta
noticiosa mundial. E insisto. No tienen un contrapeso. Incluso, muchas
de las compañías financiadas por el BBVA tienen su base en los Estados
Unidos (país en el que el BBVA ha hecho una fuerte apuesta absorbiendo y
abriendo sucursales), que además de apoyar al ejército de Israel y
tener un lobby sionista muy fuerte, tiene un gran negocio contribuyendo a
construir la maquinaria militar israelí. “Ambos países firmaron una
subvención de Financiación Militar Extranjera anual en 2007 (hasta el
2017) para Israel de los EE.UU. de 2,3 mil millones de euros cada año.
Entre ambos países establecieron incluso un método de pago denominado
Plan de Pago Diferido (DPP) que se combina con un proceso del Pentágono
conocido como financiación con flujo en metálico”. (2) Hablamos del
mismo grupo que publicitó esta perla: ” «La imagen de la situación
colombiana que trasmiten prevalentemente los medios de comunicación
internacionales está manipulada y distorsionada por los intereses
económicos y políticos (….) Un gobierno formalmente democrático, sobre
el cual se cimenta una inusitada y persistente ejecución de Crímenes de
Lesa Humanidad”(3) refiriéndose al gobierno de Álvaro Uribe Velez en
Colombia. La razón nos la explica Rubén G. Herrera :”ABC recibe el apoyo
directo de BBVA y Caja Madrid. BBVA invierte en la industria militar
española (Amper, Ibérica del Espacio, Hisdesat, Indra, Rymsa). Y
Colombia es el segundo comprador del mundo de armas españolas. Saquen
sus propias conclusiones. La red internacional que se entreteje desde
la derecha de libre-mercado da de comer a mucha gente”. Están en todos
lados. Hasta el 2009, el Grupo Vocento mantenía su presencia en
Argentina a través de sus acciones en el Diario El Clarín, paladín de la
ofensiva descarnada contra Cristina kirchner. Le declararon la guerra,
esta vez una conjunción entre el Grupo Prisa y Vocento cuando habló de
la Ley de Telecomunicaciones (4).
Quieren hablar de Venezuela, de derechos
humanos “violentados”. Sin embargo, un derecho fundamental como la
alimentación para todos no es posible con el gobierno del Partido
Popular. “La pobreza en España tiene rostro de niño”; una lacónica
expresión que es usada habitualmente en los medios de
comunicación/contención/mediación) para hacer potable la cruda realidad,
para hacerla masticable. Datos del informe bianual sobre la situación
de la infancia en España que presentó Unicef en junio, han señalado que
la pobreza infantil es “más elevada, intensa y extensa” que la de otras
franjas de edad y que en los países del entorno. 2.306.000 niños viven
en España bajo el umbral de la pobreza (27,5%) del total de la población
(1). Hablan de derechos humanos inexistentes en Venezuela, cuando la
Ley Mordaza, elaborada por el Ministerio del Interior,
multa hasta 30.000 euros por ofender a España o las Comunidades
Autónomas. Hablan de dictadura y no reconocen su apoyo frontal a
sanguinarios regímenes en África. Hablan de corrupción en Venezuela y
ningún político del PP aguanta una auditoría seria. Pero eso no importa.
Nada importa más que fomentar el paroxismo frente a los avances de los
pueblos, incrementar la desestabilización, fomentar la xenofobia. Y de
nuevo, como siempre se estrellarán contra la dignidad de esos pueblos
que saben la verdad de Venezuela, y observan con sorna las pataletas de
ahogado que hoy son, los artículos del ABC. Reacciones en cadena,
teledirigidas y siempre signadas por el fracaso. Así vamos.
(1) La imagen de Venezuela en España
Mariannela García
(1) Diez ‘puntos negros’ de los derechos humanos en España
(2) El BBVA y el genocidio palestino
(3) ABC-Vocento-BBVA-Armas-Colombia-“Uribe es buena gente”
(4) Los dueños del periodismoRamón Reig
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