Etiquetas

sábado, 28 de febrero de 2015

DEL ESTRÉS Y LA DEPRESIÓN AL DESASTRE FINANCIERO. EL COSTO DE LA POBREZA EN EE.UU.



En 1974, Johns Hopkins publicó un estudio sobre el "Alto Coste de Ser Pobre" donde concluía que las clases más pobres de Perú pagaban mucho más que por acceder a servicios de agua potable o electricidad que los más ricos. De hecho, el artículo concluía que el coste era 15 veces más alto para los más necesitados pese a que la calidad del servicio era mucho peor. A día de hoy, dichos problemas han disminuido y Perú cuenta con una creciente clase media que supone la envidia para los estadounidenses.



En estos momentos, en la mayor economía del mundo, la pobreza supone un alto coste, quizás no en términos de acceso a servicios básicos pero en términos de estrés, depresión y dolor físico. Según señala Carol Graham, de la Brookings Institution, los niveles de estrés en Estados Unidos son mucho más elevados que en Latinoamérica, con los ciudadanos estadounidenses más pobres superando todos los niveles. "El estrés negativo, asociado con la imposibilidad de poder planificar a futuro, bajos niveles de satisfacción y problemas de salud es mucho más común en la parte baja de la distribución de ingresos", señala.

Los niveles de preocupación, tristeza o enfado también son significativamente más elevados entre los estadounidenses más pobres, al igual que la satisfacción con la vida. También existen estudios, como el elaborado por Ronald Anderson, que señala que aquellos que viven por debajo del umbral de pobreza cuentan con el doble de probabilidades de padecer una dolencia crónica frente a aquellos que ingresan anualmente más de 75.000 dólares. La discriminación también juega un factor importante ya que aumenta el coste de servicios básicos como acceder a un crédito o comprar una casa.

El coste de la pobreza en EEUU, según explica Graham, tiene que ver menos con servicios básicos como el agua o la electricidad y más con factores no materiales como la inseguridad, el estrés, la falta de oportunidades y la discriminación.

Dicho esto, más de seis años después de la crisis financiera, parece que el umbral de la pobreza podría aumentar si tenemos en cuenta el estrecho margen de maniobra de muchos estadounidenses para levantar cabeza.

Un sondeo realizado por Bankrate.com entre un total de 1.000 adultos en Estados Unidos, uno de cada tres ciudadanos cuenta con una deuda en sus tarjetas de crédito que iguala o excede sus ahorros. Esto indica que el 37 por ciento de los americanos podrían bordear la ruina financiera. "Muchos estadounidenses se encuentran en el borde del desastre financiero", explicó en un comunicado, Greg McBride, analista financiero jefe del portal financiero. "No sólo parte de los entrevistados no cuenta con suficientes ahorros sino que han utilizado gran parte de su crédito disponible y se están quedando sin opciones", alertó.

Aunque alrededor del 58 por ciento de los estadounidenses cuenta con más ahorros que deudas, Jeanine Skowronski, analista de Bankrate.com indica que dicho porcentaje apenas ha mejorado en el último año. "El problema con las tarjetas de crédito es que suponen un círculo vicioso", explicó al apuntar que sobre dicha deuda hay que pagar intereses bastante altos. Un contexto crítico si tenemos en cuenta que las emergencias financieras suelen ocurrir más a menudo de lo que los ciudadanos esperan. Según una encuesta de American Express, más de la mitad de los estadounidenses han experimentado gastos imprevistos durante el último año, especialmente en lo que se refiere a temas de salud o problemas con sus vehículos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario