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domingo, 4 de enero de 2015

LOS " ALIADOS" SE DESESPERAN ANTE LA MIRADA DEL PENTÁGONO


 4 de enero de 2015

Sanciones contra Rusia: Europa se dispara en los pies.


Los motivos son políticos pero las pérdidas son económicas. Los platos rotos son pagados por Moscú, Bruselas y también por Kiev, y cada mes la factura crece. Según los expertos, éste es el objetivo de Washington.

Según las estimaciones preliminares, las pérdidas del presupuesto de Ucrania se cifraron en 2.014 en unos 10.000 millones de dólares, mientras que Europa ha sufrido también fuertes pérdidas. Esto es por lo que algunos expertos europeos han advertido de las serias consecuencias a largo plazo que tendrán las sanciones de la Unión Europea contra Rusia, como imitación de la política estadounidense. De momento, Europa ha perdido sus exportaciones de productos alimenticios hacia Rusia y sufrirá las consecuencias del abandono del proyecto de gaseoducto South Stream.

Si la guerra de las sanciones sigue, las cosas van a empeorar. Esto es lo que los políticos y los empresarios de la UE entienden muy bien. También crecen en Europa los llamamientos para detener esta confrontación.

El tema del levantamiento de las sanciones no está en la agenda en Bruselas, pero todo se está moviendo hacia ese fin, señalan los analistas. Casi diariamente se presentan ante la Comisión Europea informes que recogen las pérdidas de tal o cual país, debido a la política anti-rusa.

En Italia se estima que la caída en el volumen de los intercambios económicos con Rusia será de un 13% en 2.014 y de un 17% en 2.015. Y no se trata de millones sino de miles de millones de euros. Para una economía en crisis como la de Italia dicha caída es sencillamente imperdonable. Federica Mogherini, la Alta Representante de la Unión para Asuntos Exteriores y de Seguridad, no hace más que agachar la cabeza y afirma que es el resultado político de las sanciones lo que importa ahora y no quiere hablar, por el momento, de la economía.

¿Durará mucho tiempo esta fanfarronería? Difícilmente. Por otro lado, Ucrania, cuya economía se está cayendo a pedazos, hace mal en imitar a los que ella creía que eran sus amigos. El país ha dependido siempre de sus relaciones económicas con Rusia. Ella suministraba a su vecino una gran parte de los vagones que fabricaba (el 70%), de las locomotoras, de los motores de aviones y otros productos similares. Las cantidades suministradas eran enormes. En el momento actual todas estas exportaciones se han perdido.

Entre las compañías interncionales que sufren las sanciones están la BP británica, Siemens y Bosch de Alemania y muchas otras. Para ellas, las pérdidas no serán algo de un mes sino de muchos años. Una vez anulados sus contratos a largo plazo, es ya difícil que puedan recuperarlos algún día. Los chinos, más pragmáticos, ya les han sustituido.

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