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Israel enterró el jueves a sus dos militares muertos la víspera en un ataque de Hezbolá, que puso de manifiesto que es este partido el que posee la fuerza de disuasión sobre el terreno y no lo contrario.
Cientos de asistentes, incluyendo decenas de soldados de la Brigada Givati, a la que pertenecían los muertos, asistieron al funeral del capitán Yochai Kalangel en el cementerio militar del Monte Herzl, en el Jerusalén ocupado. El capitán fue ascendido al rango de mayor a título póstumo. El otro militar muerto, el sargento Dor Chaim Nini, fue ascendido a sargento mayor también a título póstumo.
Otros siete militares fueron heridos, según la versión israelí, en la operación de Hezbolá en las Granjas de Shebaa.
La calma llegó al jueves a la frontera, donde las fuerzas israelíes permanecen en estado de alerta. Drones israelíes han violado el espacio aéreo libanés sobrevolando el Sur del Líbano y el Valle de la Bekaa.
Disputas políticas
En un momento de campaña electoral en Israel, algunos responsables políticos israelíes han pedido una nueva agresión contra el Líbano y una escalada de las tensiones en los próximos días. El ministro de Exteriores israelí, el ultra Avigdor Lieberman, ha abogado por una respuesta “desproporcionada”.
Por su parte, la líder del nuevo “Campo Sionista”, Tzipi Livni, ha pedido igualmente ataques contra el Líbano y ha arremetido también contra Irán, dejando ver así nuevamente su carácter belicista, que ya demostró cuando era ministra de Exteriores durante la Operación Plomo Fundido contra la Franja de Gaza en 2008 y 2009, por lo cual fue acusada de criminal de guerra por diversas organizaciones internacionales. Ella es, sin embargo, presentada como una “moderada” por los medios de información occidentales.
La única voz discordante, en este sentido, es la de la líder del partido de izquierda Meretz, Zahava Gal-On, que ha advertido en contra de “las reacciones impulsivas” y de implicarse en “una nueva guerra innecesaria contra el Líbano”, señalando que “eso es lo último que Israel necesita ahora”.
Las dudas de Netanyahu
De momento, el primer ministro Benyamin Netanyahu no tiene tampoco deseos de implicarse en un conflicto. Él dijo que Israel respondería “si continuaban los ataques” y que Israel había “respondido ya” atacando con obuses algunas partes del sur del Líbano. También aprovechó, como es usual, para atacar a Irán culpándole de la operación de Hezbolá.
Todo ello indica su intención de no implicarse en otro conflicto en el Líbano, que podría dar lugar a una guerra ruinosa para su futuro político. Netanyahu recuerda bien que la Guerra de Julio de 2006 (llamada la Segunda Guerra del Líbano en Israel) destruyó la carrera política del entonces primer ministro Ehud Olmert debido al desastroso resultado de aquel conflicto para los israelíes.
A ello hay que añadir las advertencias de los expertos militares que afirman que un conflicto contra el Líbano implicaría necesitamente a Irán y Siria y esto plantea una situación casi apocalíptica con miles de misiles cayendo sobre la entidad sionista.
Israel cree también que un conflicto con el Líbano incrementaría su tirantez con Washington en un momento en el que EEUU busca un acuerdo nuclear con Irán, que podría verse comprometido en caso de una guerra. Aunque a corto plazo esto podría interesar a Netanyahu, siempre hostil a un acuerdo nuclear con Irán, las repercusiones a largo plazo en las relaciones con EEUU podrían ser muy negativas.
Todo esto demuestra, por tanto, que el régimen sionista está, por el momento, en disposición a “tragarse” el golpe de las Granjas de Shebaa y callar.
Diana Rojas
Guardianes de la Revolución iraníes: Lucharemos al lado de Hezbolá
Los Guardianes de la Revolución Islámica de Irán han mostrado de nuevo su apoyo a Hezbolá después de la operación de las Granjas de Shebaa y han señalado que lucharán junto al movimiento libanés en el caso de un ataque israelí contra el Líbano.
Un comunicado de los Guardianes señaló que Irán apoya a todos los que resisten a la ocupación israelí y defienden Al Quds (Jerusalén) y añadió que ésta es una de las obligaciones que conlleva la defensa de la Revolución Islámica.
Una ceremonia fue llevada a cabo recientemente en Teherán con motivo del entierro del general Mohammad Ali Allahdadi, muerto en un ataque israelí cerca de Quneitra el pasado 18 de enero, El entierro contó con la partipación de una nutrida representación popular y de responsables políticos y militares del país.
Los participantes destacaron el sacrificio de Allahdadi, caído en la defensa del pueblo sirio frente al terrorismo y de los lugares santos del país. El general estuvo envuelto en actividades de asesoramiento al Ejército y las milicias pro-gubernamentales en Siria y en especial a la resistencia siria en los Altos del Golán.
Irán manifestó poco después del martirio de Allahdadi que su sacrificio no sería en vano y que los sionistas sufrirían una rápida respuesta a su ataque. Algunos medios iraníes afirmaron también que el ataque israelí en Quneitra supuso otra nueva provocación del régimen israelí para intentar sabotear las negociaciones nucleares entre Irán y el Grupo 5+1.
Por su parte, el primer ministro israelí, Benyamin Netanyahu, que tiene prevista una intervención ante el Congreso de EEUU en marzo para abogar por más sanciones y presionar en contra de un acuerdo nuclear con Irán, ha culpado a este país de la reciente operación de Hezbolá contra un convoy israelí en las Granjas de Shebaa.
Alegría en Palestina por la operación de Hezbolá
En Palestina, numerosos movimientos de resistencia han mostrado su solidaridad con Hezbolá. Hamas, el Yihad Islámico y el Frente Popular y Democrático para la Liberación de Palestina han saludado la operación y defendido el derecho de Hezbolá a responder al ataque de Quneitra.
El portavoz de los Comités de Resistencia Popular, Abu Muyahid, afirmó durante una intervención en la cadena Al Mayadin que las facciones de la resistencia palestina estaban dispuestas a intervenir al lado de Hezbolá y a prestarle ayuda abriendo un frente en la retaguardia israelí en caso de una escalada por parte de Israel en la frontera del Líbano.
El miércoles al mediodía las facciones de la resistencia palestina organizaron en Gaza una gran manifestación de apoyo a Hezbolá llevando banderas del movimiento libanés y de Palestina. Numerosos responsables palestinos tomaron la palabra y expresaron su apoyo a la operación de Hezbolá considerándola una respuesta natural al asesinato de varios combatientes de la resistencia libanesa en Quneitra el 18 de enero.
“La respuesta era obligatoria, legítima y un derecho nacional. Es un derecho natural ante los crímenes israelíes”, dijo un líder de Hamas, Mahmud al Zahar. Sami Abu Zuhri, el portavoz de Hamas, señaló que “los soldados israelíes han pagado el precio, como ellos lo pagaron antes en Gaza debido a la estupidez de Netanyahu”.
Por su parte, un líder del Yihad Islámico, Jadir Habib, dijo que estas operaciones de resistencia eran “la única vía para romper la arrogancia israelí, que sólo entiende el lenguaje de la fuerza, y para dar una respuesta a la ocupación”. Él enfatizó también “la importancia de la unidad del frente de la resistencia a nivel del mundo árabe y musulmán”.
Un ciudadano de Gaza dijo al canal Al Mayadin que “estamos con la operación de comando... El pueblo libanés y el pueblo palestino son un mismo pueblo”.
En Túnez, el Comité Nacional de Apoyo a la Resistencia Árabe saludó igualmente la operación de Hezbolá.
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