El
pueblo estadounidense está atrapado en una distopía de guerras
incesantes contra cada vez un alterado conjunto de enemigos, contra los
cuales debe condicionarse a la sociedad norteamericana, escribe el
portal ‘Consortium News’.
Lo que el periodista Robert Perry llama
‘gestión de percepción’ se remonta a las protestas contra la Guerra de
Vietnam, cuando el Gobierno decidió gestionar la opinión popular de
antemano para obtener el apoyo de la población, poniendo ‘gorras
blancas’ a unos líderes internacionales y ‘gorras negras’ a otros.
En el ejemplo de la crisis ucraniana,
provocada este año por Occidente, se fomentó la histeria antirrusa. Se
presentaron acusaciones contra Rusia y no contra Kiev, que llegó a
bombardear zonas civiles en el antigolpista este de Ucrania. No importa
que el presidente legítimo fuera derrocado en Ucrania. “Es que las
gorras blancas las lleva el régimen de Kiev, y las negras son de los
rusohablantes y el presidente Putin”, explicó el autor.
Los mismos políticos que acusan a Rusia de intervención, han aplicado el doble rasero para la insurgencia en Siria apoyada por EE.UU.,
poniendo las ‘gorras blancas’ a los yihadistas suitas. “Han llamado al
presidente Obama a lanzar una campaña aérea contra el Gobierno sirio
como ‘intervención humanitaria’, resaltó el periodista.
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