martes, 9 de diciembre de 2014
"A mí me gusta la democracia" Mariano Rajoy preguntado en México sobre las relaciones de España con Venezuela.
Rajoy, compinchado con Zapatero, modificó en 24 horas la "intocable" Constitución para proteger los intereses de los oligarcas.
En educación y sanidad
su Gobierno aprobó recortes, si dialogar con nadie, de miles de millones
de euros. Hospitales y escuelas públicas saturados, despidos, pagas
extras eliminadas.
Copago y repago médico,
eliminación de empresas públicas, así como hospitales y servicios de
urgencia que han costado varias muertes aunque más apropiado sería decir
asesinatos (hasta 800 muertes debidas a los recortes, según la
Asociación El Defensor del Paciente). A centenares de medicamentos se
les retiró la financiación.
Pensiones de mierda y además congeladas.
Disminución terrible de ayudas tanto en el plano económico como material a las personas dependientes y con discapacidad.
Brutal subida de impuestos que afectan a la población más vulnerable económicamente (la mayoría).
Recortes en derechos sociales; laborales; salarios de risa; trabajo de una hora; un día o una semana, prohibiciones de facto del
derecho de manifestación que es penado con cárcel o multas
desproporcionadas. Todas las medidas fueron tomadas sin consultar ni
siquiera a sus propios votantes.
Cuando se presenta un
programa electoral y después se implanta otro que estaba oculto y bien
secreto, se comete un enorme fraude, un atraco a mano armada contra la
gente indefensa.Y no vale decir "no es lo que me gustaría hacer pero son
las circunstancias las que me han obligado" porque esas circunstancias
ya se daban un año antes de ser presidente; por tanto las sabía y siguió
ocultando sus intenciones.
En lo de preguntar al
pueblo, Venezuela le da un billón de vueltas a esa basura llamada
"democracia" española. La que le gusta a Mariano.
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