Volvemos a hacer eco de lo que está
sucediendo en el Hospital 12 de Octubre dentro de la Empresa Ferrovial
que se encarga de la limpieza de dicha instalación hospitalaria. Cómo
recordaréis hace pocos meses las trabajadoras decidieron hacer huelga
indefinida tras violar la empresa el ERTE impuesto actualmente (que
supone que al mes 28 trabajadoras son arrojadas al paro con las
repercusiones económicas gravísimas que ello supone) trayendo al
hospital a 7 trabajadoras que les saldría menos rentable despedir,
evidenciando la falta personal generada por el afán de seguir inflando
los ya gruesos bolsillos empresariales. La fuerza de la unidad obrera
dio resultados y tras cinco días de lucha intensa mantenida por las
trabajadoras y sus representantes sindicales se tumbó tal agresión
contra la plantilla siendo estas trabajadoras recolocadas en otros
centros.
Sin embargo, ese ataque no es el único
que la empresa ha dirigido contra las trabajadoras. De manera cotidiana
la plantilla se ve forzada a un sobreesfuerzo debido, principalmente, a
la falta de personal (hacen el doble del trabajo que realizaban hace tan
solo un año), poseen menor cantidad del material necesario para
desempeñar correctamente su labor, tienen problemas para con las
libranzas, etc. El ERTE y la consecuente falta de contratación (incluso
para las bajas) hacen que diariamente se puedan contar 67 trabajadoras
menos en el Hospital que a finales de 2013.
Por si estas condiciones no fuesen ya lo
suficientemente sangrantes, Ferrovial, probablemente resentida tras
perder el pulso en la huelga está ampliando el asedio sobre las
trabajadoras a través de los encargados y mandos intermedios que pasean
por el hospital a modo de presión e incluso haciendo que l@s usuari@s
realicen “controles de calidad” midiendo el nivel de satisfacción por el
servicio de limpieza. Bastante tenemos ya l@s trabajador@s con contar
sólo con nuestra capacidad para trabajar a la hora de ganarnos la vida,
como para estar asfixiad@s con siervos de las jefaturas husmeando en
nuestra labor tensando la cuerda diariamente. Es precisamente en este
ambiente de presión laboral que se ha producido un nuevo ataque directo,
esta vez, contra una de las trabajadoras que tuvo la “osadía” de decir
en alto lo que la plantilla piensa ante este acoso. Lejos de insultar a
los encargados y mandos intermedios de la empresa entonó frases de
desacuerdo con estos procedimientos sin abandonar además sus tareas
dejando ver el malestar de una plantilla que, en buena medida, sólo
quiere “trabajar en paz”. La reacción de la empresa evidencia que la
represión no sólo se ejerce a porrazos, suspendiendo de empleo y sueldo a
la trabajadora durante siete días. Ferrovial quiere imponer la ley del
miedo y el castigo salarial para evitar cualquier tipo de contestación
ante la política de recortes y empeoramiento de las condiciones
laborales. La sección sindical de CCOO se ha puesto rápidamente a
trabajar e intentará ayudar a la compañera por todos los medios a su
alcance.
Una de las empresas con mayores
beneficios del país demuestra que, sumados a los lucrativos negocios y
al monopolio de diversos sectores, éstos se obtienen de la explotación
cada vez más acentuada de l@s trabajador@s amparándose en la bastarda
Reforma Laboral aprobada por el PP en 2012 (continuación de la
instaurada por el PSOE en 2012) que hace de nuestra miseria una ley en
favor de empresarios y banqueros.
Eso sí, Ferrovial ha dado con una
plantilla que sabe lo que es combatir, que ya les ha ganado una vez y
que en Enero tendrá la posibilidad en las elecciones sindicales de votar
a quien considere que estará al pie del cañón para defender sus
derechos poniendo la sección sindical al servicio de las necesidades de
la plantilla.
De momento todo nuestro ánimo para la
compañera sancionada y nuestra denuncia abierta a la política de
agresión hacia l@s trabajador@s de la Empresa Ferrovial.
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