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lunes, 3 de noviembre de 2014

EL "PEQUEÑO NICOLAS" OFRECIÓ FAVORES A ORIOL PUJOL A CAMBIO DE CORRUPCIONES DE ERC


Francisco Nicolás Gómez-Iglesias llegó a mantener dos entrevistas secretas con Oriol Pujol Ferrusola en Barcelona en la tercera semana de septiembre. El pequeño Nicolás, como ya es conocido popularmente, se le presentó como emisario de la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, y del sindicato Manos Limpias, que está personado en la causa de las ITV que se sigue en un juzgado catalán contra el quinto hijo del matrimonio Pujol-Ferrusola por un delito de tráfico de influencias.
Los encuentros se produjeron en dos hoteles catalanes, Majestic y Claris, ubicados en el centro de la Ciudad Condal. A cada una de las citas Oriol Pujol se presentó conduciendo su motocicleta para poder ocultar su rostro con el casco reglamentario. Y para pasar aún más desapercibido, el hijo del expresident se afeitó la barba. Cada entrevista entre el pequeño Nicolás y Oriol Pujol duró entre una hora y una hora y media.
El pequeño Nicolás aseguró al exsecretario general de Convergència Democràtica de Catalunya y exportavoz de CiU en el Parlamento catalán que estaba autorizado para llegar a un acuerdo con él: "Nosotros conseguimos que Manos Limpias y los tribunales suavicen sus acusaciones y usted, a cambio, nos facilita información contra Oriol Junqueras y ERC, a quien el Gobierno le tiene ganas".
Francisco Nicolás Gómez Iglesias (Facebook) © Proporcionado por El Confidencial Francisco Nicolás Gómez Iglesias (Facebook) El supuesto mediador de Vicepresidencia del Gobierno explicó a Oriol Pujol que el entorno de CiU y los alcaldes y ediles de la coalición en los 947 ayuntamientos de Cataluña podían contribuir a elaborar un dossier sobre ERC para buscar casos de corrupción entre sus dirigentes.
Se daba la coincidencia de que, en esos días, el 17 de septiembre, Manos Limpias terminaba de redactar una querella contra Oriol Junqueras y su hermano Roger por los delitos de cohecho y malversación, que presentó en el Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de Cataluña, al disfrutar líder de ERC de la condición de aforado.
El pequeño Nicolás, como recuerdan fuentes próximas al expolítico catalán, se mantuvo en todo momento convincente. Su aplomo era algo poco corriente en un joven de su edad. Incluso, en un momento de la conversación, esgrimió argumentos irrefutables como lo sucedido, según él, días antes, el 15 de septiembre, con Jordi Pujol Ferrusola.
El hermano de Oriol había comparecido ante el juez Pablo Ruz en su despacho de la Audiencia Nacional y había quedado en libertad sin que el magistrado le impusiera fianza alguna o medidas cautelares. Ni la Fiscalía ni la Abogacía del Estado habían solicitado al juez la retirada del pasaporte o la obligatoriedad de comparecer en el juzgado los días quince de cada mes.
Esa circunstancia procesal contribuyó a elevar la confianza en el supuesto interlocutor de Vicepresidencia, que había sido asistido en Barcelona por un empresario catalán y por Javier de la Rosa. El Niño, como también lo conocen en su círculo más íntimo, facilitó el número de teléfono de De la Rosa cuando fue detenido por la Policía.
Jordi Pujol Ferrusola. (Reuters) © Proporcionado por El Confidencial Jordi Pujol Ferrusola. (Reuters)
Además, el pequeño Nicolás había previsto otro argumento de gran calado para convencer a Oriol: "La noche del domingo al lunes, antes de su comparecencia, tu hermano Jordi ha dormido en Madrid en un piso de El Viso que le hemos facilitado nosotros. Así no le molestaba la prensa ni nadie".
El Niño, según recuerdan ahora sus interlocutores, dominaba el manejo de información confidencial. Era su mejor arma para dar a entender que estaba siempre apoyado por instancias de muy alto nivel. Todo ese cúmulo de datos reservados le servía para dar crédito a sus planteamientos. Por eso, la mayoría de sus contactos estaba plenamente convencida de que aquel jovencito no iba de farol y de que era un emisario de la Moncloa, aunque ese extremo no ha podido ser demostrado. Como tampoco se ha podido confirmar que fuera un satélite o un dron del CNI, ni que mantuviera unas fluidas relaciones con la Zarzuela.
¿Otro caso con ‘mordida’?               
Sin embargo, el pequeño Nicolás no se limitó únicamente a trasladarle a Oriol Pujol los supuestos mensajes de las altas instancias del Estado. Como ya hiciera en otros casos, el joven también pidió dinero al hijo del president para financiar todo el proceso que aparentemente se iniciaba con aquellos encuentros. ¿Mordida? ¿Financiación de las negociaciones? ¿Engaño? Preguntas que quedan por contestar. Lo tangible es que Oriol Pujol tuvo la oportunidad de comentárselo días después al secretario general de Manos Limpias, Miguel Bernad, con quien también estableció una serie de encuentros posteriormente.
Oriol admitió ante Bernad que el pequeño Nicolás le había pedido dinero por su labor de intermediación, pero que él se había negado a desembolsar un céntimo: “No se lo he dado. Le dije que tenía la posibilidad de hablar directamente con la vicepresidenta del Gobierno”, aseguró el exsecretario de CDC. El quinto de la saga Pujol había coincidido en Barcelona meses atrás, cuando era político en activo, con Soraya Sáenz de Santamaría en unos encuentros sobre reformas legislativas.           
Pero el pequeño Nicolás, en sus viajes a Barcelona, no se conformó sólo con mantener encuentros secretos con Oriol Pujol, sino que también aprovechó su estancia para contactar con el abogado de la familia, Cristóbal Martell. El mediático letrado catalán, de ascendencia canaria, defendía también en el caso Nóos a los hermanos Marco y Miguel Tejeiro, cuñados de Diego Torres, el exsocio de Urdangarin y de la infanta Cristina y cerebro de la trama. Justamente, un par de meses antes, Marco Tejeiro, que había sido contable del instituto Nóos, exculpó a la Infanta y a su hermana –la esposa de Torres– de cualquier responsabilidad en los negocios de Urdangarin.       
En otras de sus piruetas negociadoras, Nicolás se entrevistó con Martell y le prometió que Manos Limpias estaba dispuesta a variar sus calificaciones penales contra la familia Tejeiro y la infanta Cristina. Y que él ya había llegado a un acuerdo y podía resolver ese asunto en cuestión de días.   
Tal fue el peso de sus argumentos y su carga de convicción que Martell llamó a Manos Limpias para desarrollar los puntos del supuesto acuerdo establecido entre el abogado catalán y el joven. El pacto contemplaba, según la promesa del falso intermediario, dejar fuera de la causa Nóos a la Infanta y a la familia Tejeiro, la esposa y los cuñados de Torres. Miguel Bernad le contestó que desconocía ese pacto y que su sindicato “bajo ningún concepto” modificaría la petición penal contra los imputados por el caso Nóos.
La investigación continúa en secreto       
Muchas de las actuaciones de Francisco Nicolás Gómez-Iglesias siguen envueltas por una atmósfera de nebulosa. Desde el 14 de octubre, fecha en la que fue detenido, han transcurrido veinte días y ninguna de las instituciones a las que el joven aseguraba representar como intermediario y negociador ha desmentido públicamente esa supuesta relación.
Al mismo tiempo, el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) y Asuntos Internos (AI) de la Policía trabajan en equipo y actúan con un sigilo nunca visto. Pocas veces se había producido una joint venture tan hermética entre los hombres del comisario Marcelino Martín Blas-Aranda y los agentes de la carretera de La Coruña, donde tienen su sede los servicios secretos. Los buenos frutos cosechados por el mismo equipo CNI-AI en otro caso anterior han sido determinantes para esta investigación conjunta en el caso del pequeño Nicolás.
Oriol Pujol en una imagen de archivo. (EFE) © EFE Oriol Pujol en una imagen de archivo. (EF

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