Antonio fernandez / Conjugando adjetivos
Las
teorías de la conspiración que rodean la muerte del primer ejecutivo de
Total, Christophe de Margerie, comenzaron en el primer segundo que se
conociera la noticia de su muerte, en circunstancias misteriosas en
Moscú, cuando su jet privado colisionó con un quitanieves justo después
de la medianoche. De Margerie era el consejero delegado de Total, la
mayor compañía petrolera de Francia. Acababa de asistir a una reunión
privada con el primer ministro ruso, Medvedev, en un momento en que la
relación de Occidente con Rusia no es muy placentera –por decirlo de
algún modo.
De
Margerie fue uno de los pocos líderes de negocios que se pronunciaron
contra el aislamiento de Rusia. En este último viaje a Moscú, arremetió
contra las sanciones y los obstáculos a las compañías rusas para obtener
crédito. Él era también un partidario abierto sobre la posición de
Rusia en las disputas de la fijación de precios y transporte del gas
natural con Ucrania, diciendo a Reuters en
una entrevista en julio que Europa no debe reducir su dependencia del
gas ruso, sino más bien centrarse en la fabricación de materiales de
construcción más seguros en esa infreestructura.
Pero el mayor delito que
podría haber hecho de Margerie es la participación de Total en los
planes para construir una planta para licuar el gas natural en la Península de Yamal de
Rusia en asociación con Novatek. Hasta aquí no hay nada suspicaz, una
empresa que solo intenta obtener beneficios. Este era –todavía lo es- su
proyecto más ambicioso en Rusia hasta la fecha, que facilitaría el
envío del equivalente de 800 millones de barriles de petróleo de GNL a
China desde el Ártico. Pero para agravar este pecado, Total acababa de
anunciar que estaba buscando financiación para un proyecto de gas en
Rusia, a pesar de las actuales sanciones contra Rusia.
Se
planeó financiar su participación en el proyecto de Yamal con unos 27
mil millones de dólares pero con el uso de yuanes, rublos rusos y
cualquier otra moneda, pero que no fueran dólares. La pregunta que
subyace llegados a este punto sería ¿Es una amenaza directa a la marca
petrodólar por parte de este “verdadero amigo de Rusia” -como llamó a
Putin de Margerie? El caso es que tenemos precedentes que nos sirven
como lecciones para la Europa de hoy como son los casos de Enrico Mattei, Alfred Herrrhausen o Aldo Moro.
Si
total no cierra la financiación de los 27 mil millones que necesita
para seguir adelante con el proyecto Yamal LNG entonces sabremos que
alguien intervino para evitar un ataque contra el petrodólar. El
consejero delegado de Total, antes de su muerte y su director financiero
eran firmes partidarios de que la recaudación total de los 27 mil
millones no tenían que ser en dólares estadounidenses y seguir con el
proyecto adelante con los rusos. Pero, todo esto podría cambiar si la
financiación no se completa.
Antonio fernandez / Conjugando adjetivos
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