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martes, 14 de octubre de 2014

A RIO REVUELTO GANANCIAS DE DICTADORES



TV Basura 

Esta semana yo, como creo que la mayoría de los españoles, hemos sufrido unos paradigmas bastante curiosos. El sábado por la noche no fui capaz de recordar qué comí el jueves, pero sí que sabía con total seguridad qué hizo Teresa Romero el viernes antes de que la ingresaran con ébola.

Que la información es algo necesario, sobra decirlo. Pero que también sirve como arma de distracción y manipulación de debates, tampoco creo que genere ninguna duda. No pienso que nadie le haya inoculado el ébola a Teresa para que no se hable de las tarjetas corruptas de Bankia, de la ley de seguridad ciudadana, etc… pero está claro que el porcentaje de información que se da de cada uno en determinados medios, es realmente alarmante.

Y es que mientras que la información que recibimos sobre el ébola en las franjas horarias informativas en la televisión ocupa más del 60%, la posibilidad de que el ébola se extienda de manera masiva es del 0,1% según la OMS. Esto quiere decir que le damos aproximadamente 600 veces más cobertura al ébola del que merece, sobre todo teniendo en cuenta que hablamos de nuestro ombligo y no de las más de 10000 personas que ya están afectadas por el ébola, 4000 de las cuales han muerto.

Sin embargo, una ley que afecta al 100% de la población, como es la futura ley de seguridad ciudadana o ley mordaza, no ha ocupado ni un minuto en la mayoría de medios de comunicación. Y el consejo de ministros la aprobó el pasado viernes. Si fueramos malpensados, podríamos creer que este gobierno está intentando aprovechar la paranoia generada por el ébola para colarnos la ley de seguridad ciudadana más represiva desde el franquismo, y que prácticamente el 99% de la población no se ha dado cuenta.

Pues sí, nos engañan como a idiotas, y lo triste es que ya ni nos sorprende. Nos hemos acostumbrado tanto a que nos pisen la cabeza que a veces pensamos que nada puede cambiar, y de hecho es lo que quieren que pensemos. La diferencia es que ahora, ni siquiera el pánico al ébola que pretenden generar va a ser capaz de parar el tsunami popular que les va a borrar de las instituciones, para que estas jugarretas, tretas y triquiñuelas en las que se han basado los 40 años desde la transición, se acaben de una vez por todas.

Y todavía, algún pobre ignorante se preguntará por que decimos que el 12 de Octubre no tenemos nada que celebrar.

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