lunes, 15 de septiembre de 2014
Continúa la ofensiva del Tigre (imagen)
en Hama. Este gran militar sirio demócrata y cortés con el enemigo
(lumpen y desclasados pagados por Washington, vía Arabia Saudita) que
antes de iniciar el combate exige rendición o lucha hasta el fin, es
objetivo prioritario de EE.UU. que ansía eliminarlo cortándole la
cabeza o con un misil lanzado desde un drone o un caza de combate. Por
fortuna él se cuida bien, hasta ahora.
Las tropas sirias han
conseguido el pleno control de la ciudad de Halfaya, en el noroeste de
la provincia occidental de Hama, donde el Frente al Nusra -grupo
terrorista sirio vinculado a Al Qaida, que lucha contra el régimen de
Damasco- había concentrado sus fuerzas. Halfaya era considerada, de
hecho, el bastión del grupo en la provincia.
El Frente al Nusra está
tratando de abrir nuevos frentes en Siria después de perder terreno en
el este del país ante el Estado Islámico (EI) y había concentrado
alrededor de 1.500 combatientes en Helfaya en las últimas semanas para
preparar un ataque contra Mahradah, un pueblo predominantemente
cristiano.
En un comunicado, el
Ejército sirio ha asegurado que ha tomado el control total de Halfaya y
sus alrededores, después de que los soldados “hayan eliminado a un gran
número de terroristas, la mayoría de ellos de nacionalidad no siria, y
hayan destruido un gran número de vehículos y armas que tenían”.
Las unidades militares,
respaldadas por voluntarios de las Fuerzas de Defensa Nacional, tomaron
varias otras localidades en el norte de la provincia de Hama, incluyendo
el estratégico pueblo de Jattab y las localidades de Bil Hussayn,
Jerbet al Heyameh, Al Kasseiyeh, Sharaya y Arzeh, así como varias zonas
cercanas al aeropuerto militar de Hama.
Esta semana las tropas
gubernamentales ocuparon además las aldeas de Al Samama y Qamaha,
ubicadas cerca de la ciudad de Morek, en el noroeste de la ciudad de
Hama, capital de la provincia.
Estos éxitos militantes
han hecho retroceder a los militantes, cuyo avance había amenazado a
ciudades pobladas en su mayoría por habitantes de las minorías cristiana
y alauita.
La toma de Halfaya tuvo
lugar después de una semana de combates y una fuerte ofensiva llevada a
cabo por las fuerzas gubernamentales dirigidas por el coronel Suhail al
Hassan “el Tigre”, jefe de la Unidad de Operaciones Especiales. Hassan
fue jefe de Inteligencia de la Fuerza Aérea así que él concede mucha
importancia a la recopilación de datos de inteligencia antes de cada
ofensiva. Esto ha hecho que se haya labrado una reputación de invencible
y de “leer la mente de sus enemigos”.
La victoria militar del
Ejército en Halfaya ayuda al Ejército sirio a consolidar el control en
un corredor clave de territorio que se extiende desde Damasco a la
costa. Este rápido progreso de las tropas gubernamentales en el campo de
Hama significa, pues, un notable éxito estratégico no sólo en el centro
de Siria, sino en todo el país.
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