20 de septiembre de 2014
Por supuesto, los jueces de los ricos legitiman este nuevo acto de terror.
El Juzgado de primera
instancia número 4 de Arrecife ha ordenado el desahucio de la vivienda
que ocupan Sinforiano Lemes y Pilar Callero, de 90 y 87 años de edad.
Los dos ancianos ocupan esa vivienda, en el barrio de Argana Alta, desde
el año 1959 gracias a la cesión de la parroquia de San Ginés, que era
la propietaria de esa y otras viviendas en el mismo solar. La Iglesia
vendió las casas por 360.000 euros en 2006 a la empresa que gestiona el
concesionario de Iveco en Lanzarote, que ha solicitado el desahucio.
Las casas las construyó,
con ayuda de los feligreses, la parroquia de San Ginés en un suelo
cedido por un vecino, en los años 50, para destinarlas a personas
necesitadas. Según un contrato de 7 de diciembre de 1959, Sinforiano
Lemes tenía derecho al uso de la vivienda de forma gratuita y “por
tiempo indefinido”, atendiendo el mantenimiento, mientas durase su
situación de precariedad o hasta que el entonces párroco Lorenzo Aguiar
considerase que había otra persona o familia con mayor necesidad. Ese
juicio, el de que hubiera una persona más necesitada, era, según el
contrato, “personal y privativo del reverendo Lorenzo Aguiar”
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