09.08.2014
En las ultimas semanas ,la campaña de EEUU contra Rusia se intensificó. Las sanciones aplicadas aquel país, invocando la situación en Ucrania, generaron una atmósfera de guerra fría.
La histeria de Washington, presente en la agresiva oratoria de Barack Obama, deforma groseramente la realidad.
La acusación de que fuerzas del este ucraniano abatieron el avión de Malaysia Airlines fue forjada; todo indica que es falsa. Especialistas militares de diferentes nacionalidades afirman que el aparato fue destruido por un misil disparado
por un caza de la fuerza aérea de Kiev.
Las ultimas sanciones financieras impuestas por la Comisión Europea son el resultado de la insistente presión de EEUU.
La respuesta de Moscú fue inmediata, prohibiendo la importación de productos alimentares de países que han aprobado esas sanciones.
El presidente Putin subrayó con razón que la UE precisa hoy mas de Rusia que a la inversa.
La UE tiene una dependencia transparente del gas ruso y difícilmente podría encontrar una alternativa para las importaciones si Moscu cesara de abastecerla.
En Portugal los media, controlados por el gran capital, ocultan que la crisis norteamericana es más profunda que la europea y que llegó desde luego de EEUU.
Esa crisis según el diplomático indio Bhadrukamar (odiario.info 7.8.14) es inseparable de la fragilidad creciente del dólar.
Una debilidad tal que si las transacciones internacionales del petróleo cesaran de ser hechas en esa moneda, el dólar se hundiría .
Las conclusiones de la cumbre de los BRICS en Fortaleza, Brasil, tienen el significado de una seria advertencia a Washington.
Rusia es hoy un país capitalista, pero sus intereses nacionales son incompatibles con el imperialismo estadounidense.
Obama es consciente de esa realidad y sabe que las emisiones sin control de un dólar desacreditado no pueden proseguir indefinidamente.
El objetivo de las guerras de saqueo, iniciadas según la propaganda en defensa de la democracia y de las libertades, es el mantenimiento de la hegemonía imperial norteamericana sobre el planeta.
El balance de esa estrategia es totalmente negativo. La actual campaña contra Rusia demuestra que Washington no supo extraer las lecciones de los acontecimientos de Iraq, de Afganistán y Libia y del fracaso de las amenazas de agresión militar a Iran.
Obama apoya la barbara agresión del estado terrorista de Israel al pueblo de Gaza (casi 2.000 palestinos muertos y 9000 heridos) mientras niega la solidaridad a los rusofonos ucranianos que luchan contra los fascistas de Kiev.
La concentración de poderosas fuerzas aéreas, navales y terrestres de EEUU y de la OTAN en las fronteras de Rusia,del Báltico al Mar Negro, llevó algunos observadores e influyentes media internacionales a admitir como inminente una guerra contra Rusia.
De consumarse, esa agresión seria una tragedia, pero es tan improbable que el ultra conservador Rasmussen, Secretario General de la OTAN, reconoce que la organización no está preparada para una guerra convencional de grandes proporciones en los espacios rusos. Semejante es la posición de destacados jefes militares del Pentágono.
En lo que concierne al recurso a armas nucleares –tema de frecuentes especulaciones- parece hipótesis remota porque amenazaría incluso la continuidad de la vida en la Tierra.
Es evidente hoy que la estrategia belicista de Obama es un rotundo fracaso.
Su popularidad no cesa de bajar mientras que la de Putin sube. La gran mayoría del pueblo ruso apoya la política que trazó desde el inicio de la crisis ucraniana y en sus relaciones con EEUU y la Unión Europea.
Pero esa reconquista de popularidad acaso significa que su política en el ejercicio del poder ha sido globalmente positiva? No. Putin debe su ascenso a la presidencia a Yeltsin. No hay que olvidar que fue cómplice de la estrategia criminal de la restauración del capitalismo en Rusia.
Sin embargo, la inteligencia y la paciencia diplomática del actual gobierno de Rusia ha evitado lo peor y contribuye para aclarar los siniestros apetitos hegemónicos y agresivos de los EEUU y sus aliados.
No hay comentarios:
Publicar un comentario